EL SÉPTIMO DÍA, NEWEY NO DESCANSÓ.


Se terminó la pretemporada, finalizó los últimos test en Barcelona para los toros rojos, la referencia estos  últimos años en la F1 y uno de los grandes favoritos para este año. Todo el mundo esperaba con ansia la llegada de estos días para ver que  llevaría de novedoso el Red Bull, ya que es un equipo que acostumbra a dar sorpresas. Llegó el  día y Newey habló. En Barcelona se presentó la cara de su nuevo engendro, aunque lo mejor sería decir, la trasera, ya que esa es realmente la parte que más ha cambiado del RB8. Al igual que la mayoría de equipos los austriacos han puesto todo lo novedoso que tenían para el final con el objetivo de reducir tiempo para posibles imitaciones por parte de los rivales. El trabajo de innovación, como cabía  esperar ha recaído a la zaga del coche y cómo no, en los escapes.

Con las dificultades propias para poder ver algo,  gracias al gran trabajo de los mecánicos de Red Bull que  han sido muy rápidos  tapando la parte trasera del monoplaza con protecciones, incluso con paraguas como vemos en la imagen, ocultando al alerón trasero y difusor, hemos podido analizar la  novedosa configuración presentada. Newey ha reubicado  los escapes, adelantándolos mucho e introduciéndolos en el carenado (quién dijo que los demás copiaban Sr  Horner ¡vaya hombre!) y despejando aun más la trasera. Eso hace que los brazos  de la suspensión queden aun más expuestos. Lo más llamativo  es la doble canalización de flujos aerodinámicos, un superior, la de los escapes y otra inferior procedente de los pontones. Aprovechando  el nuevo diseño, se ha canalizado los gases de escapes  sobre  la carrocería, dirigiéndolos hacia la trasera, ahora bien ¿hacia dónde ?, ¿al difusor?, ¿a las ruedas?, parece que hacia las ruedas aunque hay ciertas dudas. Mientras, se ha creado un “puente” que hace que por debajo  se canalice el flujo procedente de los pontones. Con esto se consigue que no se produzcan interferencias, y el flujo principal llegue al lugar deseado, el difusor. 
Opción A
Opción B



En fin, tantos días pensando que ya tenían bien claro la colocación de los escapes,  infinidad de pruebas con sensores de medición, el reforzamiento de los brazos de la suspensión, etc y resulta que a dos días del final, chasis nuevo y todo nuevo, lo dicho, esto es F1 y en Australia veremos que es lo que realmente montan y saldremos de dudas. Sea como sea, es una idea original, aunque según comentó Webber “no he notado diferencia con respecto al sistema antiguo". Se aprecia unos pequeñas entradas en la estructura de choque con salida por la parte posterior.

Otro elemento que ha llamado la atención es la excesiva inclinación del alerón delantero mostrada en algunas pruebas de estos test. No se sabe realmente si es debido a un fallo de fabricación del alerón, que se torció demasiado o si realmente se ha querido probar algo a conciencia, lo que da que pensar  que están buscando los limites en la flexibilidad de los alerones delanteros.

Lo que sigue siendo un misterio es la utilidad del famoso buzón en el morro, yo sigo pensando que posiblemente sirva para refrigerar el Kers. El año pasado tuvieron muchísimos problemas de sobrecalentamiento y no sería descabellado que así fuera. Días atrás se  apreció un orificio de salida a la altura del piloto, que posteriormente desapareció.¿tendrá algo que ver? 

Estos días, junto a la multitud de ajustes realizados, también hicieron simulacros de carreras con ritmos muy competitivos. Eso es lo bueno de seguir con una línea ganadora, que las buenas prestaciones duran mucho tiempo. Lo noticioso ha sido que  Vettel, con el nuevo monoplaza  rodara muy poco el domingo a causa de un problema con la caja de cambios, por lo que han cambiado el motor completo, lo que les ha hecho perder gran cantidad de tiempo a lo largo del día.
En fin, sabíamos que las cartas se pondrían sobre la mesa al finalizar los entrenos invernales y  así ha sido, ahora sólo nos queda esperar que llegue Melbourne para disfrutar.