CORRELACIÓN DE DATOS: EL TALÓN DE AQUILES DE FERRARI

Bueno amigos, aunque parezca mentira aún no estoy de vacaciones pero permanezco en un ligero letargo debido a la escasa voracidad informativa que nos rodea en época veraniega aunque sigo atento a cualquier cosita que pueda surgir y sea interesante. Hace unos día encontré un artículo en Gocar que me pareció interesante debido a que hacen un resumen general de cuales son los pasos dados a la hora de diseñar un coche que ya vimos en profundidad cuando realicé los artículos sobre túneles de viento y diseño de DCF (que podréis encontrar en las secciones de Técnica para novatos del blog) y lo podemos extrapolar a los continuos problemas que tienen en Ferrari con sus diseños en los últimos años, los famosos problemas con la correlación de datos. He intentado mejorarlo un poco. Aquí os lo dejo.
Partes invisibles ... La "pesadilla" de la correlación aerodinámica
A pesar de todo del dinero que los equipos invierten y de las nuevas tecnologías que van desarrollando, la compleja que presenta la aerodinámica de los F1 actuales hace que muchas veces los equipos sufran problemas con la correlación de datos. A continuación trataremos de dar unas nociones básicas y sencillas sobre esta pesadilla que trae de cabeza a los departamentos aerodinámicos.

La correlación es la relación o conexión que presentan los datos que provienen de diferentes fuentes. En el caso que nos ocupa es la relación/conexión de los datos procedentes de la Dinámica Computacional de Fluidos, el túnel de viento, las mediciones en pista, y las sensaciones de los pilotos. La dificultad de todo este proceso es que, en términos generales los cuatro entornos no se pueden poner en relación en el mismo momento, es decir, no se puede comprobar a la vez, en el mismo día y con las mismas condiciones los datos que proceden de cada apartado ya que es totalmente imposible. Se puede tener un diseño DCF de partida, pero hace falta tiempo para hacer una pieza a escala para utilizar en el túnel de viento pero no serviría para ponen a un coche para poder pilotarlo. Imposible.
Por tanto, para conseguir que la correlación sea lo mejor posible desde sus inicios, en DCF hasta las manos del piloto, los ingenieros intentan que se produzca una correlación paso a paso, es decir que los datos coincidan y den los mismos resultados a medida que se hace un paso y que esa misma linea siga sucediendo hasta el final. Lo vemos.

Primer paso
La primera relación que hay que buscar y asegurar es entre los datos de la DCF y el túnel de viento.
Dentro del desarrollo aerodinámico de un coche de carreras, es el túnel, en la mayoría de las ocasiones  el que tiene la última palabra para decidir qué piezas son las que se fabrican y cuales no, para luego poder probarlas en pista y decidir si se usa en carrera o no. Pero no siempre; hay aspectos aerodinámicos específicos y particulares como el efecto térmico del calor proveniente de la refrigeración del motor o los frenos, para los cuales hoy por hoy la DCF está considerada la referencia absoluta debido a las limitaciones intrínsecas de un túnel de viento.
Cuando no hay buena correlación de datos entre el túnel y la pista, solucionarlo requiere mucho tiempo y dinero. Además hoy en día, la mayoría de equipos están acostumbrados a trabajar con dos túneles de viento. En el peor de los casos puede ser que los resultados dados por los dos túneles sean completamente diferentes, lo cual supone el primer problema a resolver por los equipos. Nunca los resultados coincidirán al 100%, pero el tiempo y la experiencia ayudan a definir una estrategia robusta que ayude a gestionar el desarrollo en dos o más túneles y elegir el mejor túnel para un desarrollo específico. Si hace falta, la DCF o la pista pueden emplearse como referencia para apoyar esta decisión. Así que la sinergia entre la DCF y los túneles es un factor clave para que el desarrollo aerodinámico sea lo más exitoso posible.

Segundo paso.

La segunda relación que hay que buscar es asegurar los datos entre el túnel de viento y las mediciones en pista.
Una vez finalizado el trabajo del apartado anterior se decide fabricar una nueva pieza. Si todo fue bien, ahora llega la hora de comparar los datos de la DCF y los túneles con lo que en realidad sucede en la pista, es decir, la información que llega de todos los sofisticados sensores con los que un F1 va equipado. Estos sensores hacen mediciones de distintas partes del coche, dependiendo de lo que se quiera probar y dan datos fiables de como funcione la pieza.

Tercer paso.

La tercera relación que hay que buscar es asegurar los datos entre el túnel de viento y las mediciones en pista coincidan con la opinión del piloto. Las sensaciones del piloto pueden ser definitivas aunque su opinión no sea siempre tan científica como les gustaría a los ingenieros, pero hay que recordar que no hay, ni habrá, ningún simulador, sistema, habilidad de interpretar datos… que pueda proporcionar información sobre el comportamiento general del coche al nivel de un piloto puntero. Las sensaciones del piloto merecen toda la atención, pero siendo objetivos, necesitan una correcta interpretación por experimentados ingenieros. El piloto puede confirmar que algo funciona de acuerdo a los datos disponibles, pero si algo no lo hace habría que estudiar por qué no lo hace.

Sensores en la zona de escapes del Force India

Como os habréis dado cuenta, aún no hemos hablado de los tiempos por vuelta. Sin duda que son importantes, pero raramente es lo primero que se mira cuando se decide si un paquete aerodinámico es mejor que otro. Las condiciones cambiantes de las pistas y el estado de los neumáticos hacen que realizar un juicio en base al cronómetro sea muy difícil, e incluso peligroso. Hay que tener en cuenta que algunos desarrollos pueden producir una mejora en tiempo por vuelta de una décima o menos… Por supuesto no podemos dejar pasar la ocasión para hablar de los efectos de la enorme reducción de los test en los últimos años, y cómo ésto ha hecho avanzar las tecnologías de simulación.

Errores experimentales, limitaciones y niveles de incertidumbre

Como ya os estaréis imaginando el ejercicio de correlación de datos es mucho más complejo de lo que parece. A la hora de realizar la correlación entre los túneles y la pista hay que tener muy en cuenta que todos los experimentos tienen sus errores experimentales, limitaciones, y niveles de incertidumbre. Estos aspectos hay que tenerlos por supuesto en consideración si queremos obtener fiabilidad en los datos.
Un estudio de DCF nos dirá todo lo relacionado con las complejas características del flujo alrededor del coche (rutas de las líneas de flujo, niveles de vorticidad, recirculaciones, separaciones, aerodinámica interna, contribuciones de una pieza…) en torno a un coche virtual con una determinada configuración originado por CAD ( diseño asistido por computadora) en una configuración fija, perfectamente rígido y estable, inmerso en un espacio vacío con un suelo liso y frío cuya velocidad está sincronizada con el flujo de aire, con un nivel de turbulencia logrado mediante un modelo matemático. Si el tiempo y las limitaciones de un equipo de DCF no lo impiden, también pueden tenerse en cuenta la falta de estabilidad del flujo o los efectos térmicos para mejorar el realismo. Así que podemos imaginar que la configuración calculada en DCF nunca es 100% igual a la de cualquier túnel o la pista. Algunas diferencias son toleradas en base a la experiencia.
Al mismo tiempo, el experimento en el túnel de viento, realizado con una maqueta a escala hecha a mano, informará sobre la evolución de fuerzas aerodinámicas, flujos internos y presiones mientras se cambia la posición del coche respecto al suelo (variando las alturas de los ejes delantero y trasero, la dirección, el balanceo… variables que se pueden combinar en el túnel. Pero los experimentos en el túnel implican que la física real se invierte, es decir, en lugar de tener un coche que se mueve por el aire se utiliza un coche quietoo dentro de un tubo con aire en movimiento, a velocidad constante, y normalmente sin efectos térmicos. Inevitablemente todo es menos preciso que en el coche real, y las deformaciones de los neumáticos al girar se reproducen, pero siempre diferirán algo con la realidad o los cálculos de la DCF.

La complejidad de la realidad

En la pista, la pura realidad es muy compleja. Continuas variaciones de velocidad, aceleraciones longitudinales y laterales, deformaciones y degradación de los neumáticos, movimientos del chasis como balanceos y cabeceos, deformaciones de partes del coche según la velocidad, frenos y motor que producen calor y hay que refrigerar, superficie de la pista real con una capa de aire superficial caliente dependiendo de la temperatura de la pista, variabilidad de la pista con el tiempo, condiciones meteorológicas (sobre todo el viento), el efecto del casco del piloto en movimiento… todo se complica para calcular el apoyo (y su consistencia) y resistencia aerodinámica que el coche genera.
Con todo esto queremos decir que buscar la correcta correlación entre la DCF y el túnel con la pista, hay que establecer un “lenguaje común”. De otro modo, si no se realizan todos los ensayos en condiciones similares y no se reconocen todos los errores no-evitables para tener en cuenta los efectos, todo puede convertirse en un juego de adivinanzas o en una total confrontación de datos…

Sensores en el alerón delantero del Red Bull RB8

Este es el motivo por el que los equipos suelen hacer test en recta a velocidad constante y altura de marcha controlada para estar más cerca de los datos de la DCF y el túnel, y verificar sus afirmaciones con cientos de sensores. El problemas es que esta especie de túnel de viento a escala real no puede simular el funcionamiento de la aerodinámica en frenadas o en curvas, las fases más importante, para las que el piloto deberá dar información lo más completa posible…

Conclusión

Aunque este es un tema sobre el que podría escribirse largo y tendido, en esta visión superficial ya podemos ver que el tema es enormemente complejo. El secreto es la metodología, organización e innovación. Métodos y procesos robustos deben asegurar que la comparación de datos entre diferentes ambientes esté bajo control. Esto alimenta el proceso, gracias al conocimiento al que se llega sobre qué metodología tiene una correlación más fuerte para cada parte aerodinámica del coche. Un grupo de personas tiene que lidiar constantemente con estos aspectos, garantizando las correctas interacción entre personas plenamente dedicadas al DCF o al túnel de viento, para elevar ir afinando el diseño y erradicando posibles taras para mejorar la precisión de todas las medidas y ampliar el dominio de todo lo que es posible medir. La innovación significa la aplicación de cualquier tecnología que permita mejorar el realismo de la DCF y el túnel para elevar la precisión de todas las medidas.
La correlación no es algo que pueda perderse misteriosamente de golpe  o mejorarse mágicamente. Los ingenieros de F1 son muy conscientes de que algunos procesos de las simulaciones no están suficientemente cerca de los resultados de análisis realizados sobre la pista, es decir, que no se entienden totalmente, por lo que identificar el proceso que falla es siempre el primer paso para resolver problemas de correlación.
fuente: http://www.gocar.gr/races/f1/10149,Unseen_parts%E2%80%A6_The_%E2%80%9Cnightmare%E2%80%9D_of_aerodyn.html