PREVIO GP DE COREA




Ya queda menos, solo seis carreras y este fin de semana toca analizar el GP de Corea. Tras la demostración de superioridad que dio hace un par de semanas el líder del mundial, este domingo abrimos los brazos al trazado de Yeongan con los ánimos renacidos a la espera de ver una lucha bonita de aquí hasta el final del mundial y que no sea un simple monólogo azul, pero no serán ni Vettel, ni Alonso los grandes protagonistas del fin de semana, el gran protagonista del próximo Gran Premio de Corea se llama Fitow, un tifón que tiene de los nervios a los organizadores de la siguiente cita del Mundial de Fórmula 1. Pero eso lo veremos luego.
La pista coreana situada a unos 400 kilómetros al sur de Seúl, es muy interesante por sus dos partes diferenciadas, al menos sobre el papel: una zona de circuito tradicional y otra que recuerda a los trazados urbanos. Su diseño le caracteriza como una pista “semipermanente”, es decir, un trazado hibrido y único en el mundo junto al del Le Mans (circuito de la Sarthe) y el de Abu Dabi. Su longitud consta de 5.621 metros (3.492 millas), los pilotos tendrán que dar 55 vueltas  completando cerca de 307 kilómetros, en una configuración única en la Fórmula 1. Esta combinación hace que se combinen los muros típicos de una pista urbana que ocupa los terreno urbano del puerto donde  un error se paga con abandono con las amplias escapatorias tradicionales y las grandes rectas del trazado convencional  (la principal es la cuarta más larga del campeonato con 1050 metros, por detrás de Shangai, Abu Dhabi y Monza, mientras que la situada entre las curvas 2 y 3 es la más larga, con 1200 metros). Lo conforman 18 curvas, 7 de ellas a derechas y 11 a izquierdas. Al igual que en otros circuitos asiáticos, aquí se corre en el sentido contrario a las agujas del reloj.

El circuito de Yeongam le encanta a los pilotos por la combinación de la alta velocidad con curvas lentas que se entremezclan con virajes rápidos y muy técnicos. En el primer sector únicamente encontramos las únicas rectas del trazado, la línea de meta y la prolongación más larga del circuito (1.050 metros) entre la curva dos y tres. En esta parte rápida los monoplazas alcanzarán los 320 km/h. Esa zona es crítica. Los coches deben de conseguir la máxima velocidad posible para poder defenderse al final de esa larga recta en caso de estar acosado el piloto como para intentar el adelantamiento el acosador, teniendo en cuenta que es un punto de activación del DRS.
A continuación se encuentra la siguiente recta entre las curvas 3 y 4, pero esta es de menor relevancia ya que tiene una longitud menor y los monoplazas salen muy lentos en la apertura del cerrado vértice (curva 3).
Por tanto el circuito destaca por un primer sector rápido, con tres rectas consecutivas y sus fuertes frenadas y dos sectores más lentos y revirados con curvas de baja y media velocidad y múltiples cambios de dirección. Por ello es necesario un coche muy equilibrado, similar al de Japón pero con algo más de carga, estable en frenada y con gran tracción, sobre todo al final de la vuelta, donde se puede perder o ganar mucho tiempo.
La particular configuración del trazado hace que la puesta a punto vuelva a ser muy complicada aquí, ya que la zona más revirada requiere de mucha carga aerodinámica, pero poner demasiada perjudicaría la velocidad en las rectas aunque viendo como van el Red Bull este dato ya no me atrevo ni a confirmarlo.
Hay que conseguir una buena velocidad para el primer sector. No obstante es un tercio del trazado, con lo que la adaptación del monoplaza irá en base al resto del circuito, con otras curvas lentas y rápidas.
Por otra parte, el motor no sufre en exceso ya que el 53% de la vuelta se acelera a fondo, un porcentaje que no es demasiado alto comparado con otros circuitos pero sí podrían resentirse, como ya vimos en años anteriores ya que empiezan a acabar sus vidas útiles y ya no hay propulsores nuevos para estrenar. Además suele hacer mucho viento y la decisión sobre la relación de marchas a montar también será clave.

Los frenos no sufrirán demasiado en Corea, solo lo hacen en el primer tercio, en el resto de la pista no así que han de estar bien refrigerados para las primeras fuertes frenadas.
Como es normal el Gran Premio de Corea 2013 contará con dos zonas de DRS. El primer punto de activación será el habitual, situado en la larga recta del primer sector del trazado donde el punto de detección se encontrará 70 metros después de la curva dos, y al ser la recta más larga del Mundial su activación se encontrará a 360 metros del punto de activación, quedando así un largo recorrido a fondo hasta la curva 3 en la que previsiblemente se producirán la mayor parte de adelantamientos en carrera. El segundo punto de detección se situará a 60 metros de la curva 16 y se podrá activar a la salida de la curva 18, pudiendo abrir los alerones traseros a lo largo de la recta de meta.
Si no es un circuito excesivamente duro para los monoplazas, sí lo son  para las ruedas, ya que a la superficie abrasiva de la pista y las enormes cargas laterales hay que añadir el hecho de que el trazado no ha sido utilizado desde el año pasado, lo que implica que estará bastante sucio y deslizante, aunque la trazada irá limpiándose a lo largo del fin de semana y los neumáticos tendrán una alta degradación. A pesar de todo esto Pirelli repite con los neumáticos medios y superblandos para Yeongam. Esta combinación ha sido usada por cuarta vez este año (tras Australia, Canadá y Singapur), está diseñado para maximizar la velocidad en la clasificación y al mismo tiempo garantizar un alto nivel de durabilidad para la carrera. La selección de compuestos representa un cambio con respecto a la temporada pasada, donde pusieron el blando y superblando. ¡Para qué vamos a dar más espectáculo! Menos paradas y menor desgaste. ¡Bravo Pirelli! Lo estáis haciendo de pu%# #&dre.  Esperan que haya una diferencia significativa en el tiempo por vuelta entre los dos compuestos pero un menor número de pit stops con lo que la estrategia no será fundamental  y por otro lado mitigarán las probabilidades de que aparezca training pero todo esto dejará de tener importancia si llega lo que se espera que llegue, un tifón.

Fitow, así se llama la amenaza puede convertir la carrera del domingo en una auténtica lotería. Con vientoscercanos a los 150 kilómetros por hora y lluvias torrenciales, Fitow acaba de nacer en aguas del Pacífico y su trayectoria podría convertirle en el inesperado invitado en la carrera del domingo.

Las primeras predicciones colocan a este ciclón sobre la zona del circuito de Yeongam el domingo, día en el que se disputa la carrera. Si se cumplen los pronósticos -existe un 70% de posibilidades de que afecte al trazado coreano- de nada valdrá lo visto sobre la pista el viernes y el sábado. Lluvias torrenciales y fuertes vientos pueden convertir el GP de Corea en una locura y viendo lo sucedido estos años atrás cuando ha llovido sobre el circuito ya os lo digo, no habrá carrera. Si un fuerte chaparrón paralizó la carrera, una lluvia torrencial los inunda a todos.

Pues nada, esas tenemos. Realmente, es una pista creada de la nada, en la nada y me da la sensación viendo como va evolucionando el proyecto, para nada. El objetivo inicial era crear una ciudad con puerto para los yates al estilo Mónaco o Valencia para convertirlo en un lugar de vacaciones de lujo. ¡Qué mala es la crisis! Ahí andan los muchachos liados. La infraestructura es tan mala que mucho de los integrantes del gran circo termina durmiendo en burdeles, eso sí, sin las mujeres malas que fuman dentro. ¿Cómo terminará todo? La gran incógnita. Esperemos disfrutar le la carrera aunque a nosotros los europeos nos toca madrugar, pero eso será otra historia.