ANÁLISIS DEL GP DE JAPÓN: SEGURIDAD O DEMAGOGIA



En circunstancias como estas es difícil escribir. Ante todo deseo con todo mi corazón poder ver pronto a Jules en pista. Viendo las pocas imágenes que han transcendido del accidente  sé que no será una tarea fácil pero su juventud le hace ser fuerte y con un algo de fortuna podamos seguir disfrutando de un piloto que a pesar de su poco bagaje en la máxima competición ha demostrado talento suficiente para estar arriba, entre los grandes, su noveno puesto este año en Mónaco así lo demuestra. Esperemos que la vida le de una nueva oportunidad que a buen seguro se la merece.

La verdad es que tengo sentimientos encontrados después de todo lo ocurrido. He sido, soy y seré muy crítico con la actitud que normalmente toma la FIA cuando las circunstancias de carrera son adversas y acuso al órgano rector ya que son ellos los que a dedo, determinan quienes son los responsables de la dirección de carrera. Las circunstancias vividas en el accidente de Bianchi entran dentro de las atribuciones que debe tener un piloto de élite. Esto no es un juego de niños, ya lo sabemos todos y a pesar de que los F1 actuales cuentan con medidas de seguridad muy elevadas siempre es posible que algo se tuerza en el camino que pueda conducir a un desenlace tan dramático como el vivido el domingo. Yo lo tengo claro y pueden que mis ideas sean malsonantes viendo las circunstancias pero lo veo así, quién no quiera riesgos que se quede en casa, pero no solo en la F1, en cualquier profesión que implique poner en la vida del trabajador en peligro y de eso entiendo un poco gracias a labor realizada por mi familia durante tantos años que suministró el pan necesario en casa para alimentarnos. Yo decidí salir de ese circulo gracias al estudio aunque nunca estoy libre de que se me caiga en lo alto el techo que me cobija en el trabajo.
Una cosa es manifiesta, todos quieren lluvia y cuando llega nunca es bien recibida. Parece ser que en la F1 la seguridad es lo primordial, lo es todo, pues si es así, que no se realicen carreras en condiciones de lluvia y punto. No es admisible que un Gp esté neutralizado durante diez vueltas detrás del coche de seguridad por contar con el piso mojado ¿Para qué quieren las ruedas de lluvia extrema? Los comisarios se excusan diciendo que no son capaces de evacuar todo el agua necesaria para mantener el coche en pista y me pregunto ¿A estas alturas de la película todavía los fabricantes de neumáticos no son capaces de diseñar ruedas que permitan tener cierta seguridad? Entiendo que una salida en parado es necesaria en esas condiciones, de no ser así sería muy peligroso y es la mejor manera de hacerlo. El accidente de Spa en el año 1998 es muestra de ello y me parece bien aprender del pasado pero una cosa es esa y otra cosa bien distinta y no se debería aceptar es hacer girar a todos los coches una vuelta y otra detrás de un estupendo Mercedes hasta el punto que se seque la pista y en dos giro los pilotos entren a quitar los neumáticos de lluvia extrema. Eso no es admisible y sé que en estas circunstancias no es políticamente correcto decirlo pero lo sucedido con Bianchi se debe primero a una fatalidad, segundo a la incompetencia de los comisarios de pista y la dirección de carrera y por último al organizador del Gran Premio, el abuelito Bernie.
Como sucede en los accidentes de aviación, un solo error no suele ser el causante de un accidente aéreo sino una encadenación de circunstancias/errores que conducen al desastre. Lo vivido el domingo tiene los mismos tintes. Carrera que llega a su fin, aumento de la lluvia, intentar no perder posiciones manteniéndose  en pista con unas ruedas inadecuadas y deterioradas por el paso de las vueltas, bajas condiciones de iluminación y el aumento del tamaño de los charcos que hay en la pista capaces de escupirte de ella en el momento más inesperado. Esas circunstancias son el caldo de cultivo ideal para que se produzcan los accidentes, los pilotos lo saben y han convivido con ello infinidad de veces pero la fatalidad hace que dos coches se salgan en el mismo punto, a intervalos cortos de tiempo cuando aún no se ha retirado de la pista el primero. En 2003 sucedió algo parecido pero con mayor fortuna para los implicados, que no fueron pocos.

La fortuna es ciega y no sabe con quién juega, en este caso los hados se pusieron en contar del francés, pero no todo es malo, si el coche hubiera desviado un solo metro a la derecha el impactado con la grúa hubiera sido tal que Jules no lo hubiera contado pero el operario de la grúa tampoco. Es cierto que raras veces coinciden todos estos factores a la vez pero si a la FIA se le llena la boca diciendo que lo primero es la seguridad ¿Por qué no evitarlos?
Vettel aseguro que los pilotos pidieron  adelantar la carrera para evitar el grueso de la lluvia pero la propuesta fue rechazada por la FIA por cuestiones de derechos de transmisión. Si tiramos más del hilo la cosa se pone más cruda. Me parece muy bien que Bernie quiera que el Gp de Japón se dispute en épocas de tifones pero si lo haces, por lo menos asegúrate de que pueda suceder todo con “normalidad”. No es admisible querer europeizar los horarios de retrasmisión si con ellos pones en peligro la integridad de los pilotos. Cualquier incidente o retraso hace que se dispute la carrera en condiciones de iluminación demasiado baja para los estándares requeridos, pero no se queda ahí la cosa, en Malasia, zona tropical donde las haya año tras año se emperran en disputar el GP a la hora que normalmente se forman las tormentas. Recordar que la primera carrera disputada en Corea tuvieron que concluir la misma casi de noche así qué, señores de la FIA no se puede estar en misa y replicando a la vez. Si la seguridad es lo primero,  estupendo pero no podéis hacer demagogia. A mi parecer a ustedes le importa un pepino, por no decir algo más fuerte la integridad de todos y solamente os regís por cuestiones netamente financiera. Me parece muy bien como europeo que soy tener horarios cómodos para sentarme en el sofá y disfrutar del espectáculo pero si resulta que las cadenas que más dinero pagar por este espectáculo, europeas para más señas o son de pago o terminarán siéndolo próximamente ¿Quién coño va a pagar de su cartera muchos euritos al año para encontrarse después levantándote a las tantas de la madrugada para poder verlo? De aquellos barros vienen estos lodos.
Que bonito son esos circuitos perdidos de la mano de Dios repletos de asientos vacíos que en ocasiones se tapan con lonas para ocultarlos aunque no debería importar mucho esta cuestión, ya se encargan los realizadores de televisión de ordenar a los operadores de cámaras cerrar los planos y así no se vea el desierto. Pues sí, seguridad, todo por la seguridad, me río yo de eso. Una de las cuestiones que nadie analiza es la preparación de los comisarios de pistas, a los que en Jerez llamábamos cariñosamente butanitos debido al color de su indumentaria para cumplir su función. Menos mal que el accidente se ha producido en Japón donde la preparación y experiencia de estos comisarios es aceptable pero no me puedo imaginar si se hubiera producido en otros lares más recónditos de la geografía mundial. !Un comisario ondeando una bandera verde  justo en un punto donde se está retirando un coche! ¡Increíble! La culpa no era de él, el responsable de ese desaguisado es dirección de carrera, con Charly a la cabeza. 

No se puede permitir tener a una torre de comisarios dando vía libre justo en un punto de salida de la pista, mas aún cuando el coche accidentado se encuentra taponando la misma. Cincuenta metros, vale, cien metros mejor pero no a diez por mucho que diga Emanuele Pirro, ex piloto de F1 y comisario de la FIA cuando asegura que es "totalmente normal" que las banderas verdes sean ondeadas por el puesto de comisarios inmediatamente después de la zona con bandera amarilla. Si esa medida es acertada, habrá que cambiar las normas ya una persona que tenga dos dedos de frente no puede permitir esa cagada. Nunca puede haber una bandera verde cinco metros después de un accidente, eso lo sabe la FIA que tendrán que rectificar con el tiempo y un fallo enorme de dirección de carrera por permitir esas circunstancias.
De la capacidad de los comisarios mejor ni hablar aunque parece ser que están empezando a poner medidas. Hasta ahora, y lo digo por conocimientos de causa ya que por un mal enchufe estuve apunto de ser butanito, no exigían conocimientos alguno para ser comisario, salvo estar parado y un pequeño test que daba hasta risa. Cada año van endureciendo los requisitos sobre todo después del esperpento vivido en algunos trazados donde los encargados de velar por la seguridad evacuando con rapidez la pista no tenían ni pajolera idea de lo que hacían mostrando una incompetencia absoluta. Mónaco es el referente pero para conseguir ese nivel de eficacia hace falta recursos y tiempo, algo que los responsables de los trazados tienen ni quieren encontrar. El nivel actual se suple gracias a un examen técnico. Quién no lo supere no puede acceder al puesto, menos mal pero pero con eso no es suficiente, hace falta entrenamiento y eso no se hace.  Estamos en el 2014, no en 1950.
Otras voces críticas dicen que es necesaria la salida del coche de seguridad cada vez que se produzca un incidente pero con lo ágil que es el procedimiento detrás del safety car habría carreras donde no se disputarían ni la mitad de las vueltas. Otra medida interesante es la introducción del limitador de velocidad pero parece ser que no tiene muchos adeptos. Todas las ideas son buenas y analizables si sirven para conseguir el objetivo pero en definitiva todo esto no tiene mucho sentido si un piloto como Bianchi no es capaz de levantar el pie del acelerador en un tramo con bandera amarilla, en condiciones de mojado que empeoraban con el paso de los segundos montado en su coche unas ruedas más que gastadas por el uso que resultaban inadecuadas por las circunstancias de la pista. Habría que recapacitar si perder cinco posiciones en una carrera tras un cambio de ruedas es más importante que la vida de un piloto. Ellos son los que deciden, ellos son los que se juegan la vida.
El resto para mi carece de importancia. Hablar de la gran victoria de Hamilton, quizá propiciada en gran parte por unos reglajes distintos al de su compañero o la estupenda remontada de Vettel que realizó una gran carrera debido a la decisión del equipo de optar por una configuración de mojado el sábado sabiendo lo que venía el domingo o el enésima cagada de Ferrari carece de importancia, la F1 es una válvula de escape para los aficionados que vivimos y disfrutamos de este deporte pero sobre todo una pasión para aquellos que tienen la fortuna de poder montarse en una de esas magníficas máquinas, capaces de dar la vida por ellos en cada circuito, en cada curva, en cada centímetro de la pista. Ellos son los disfrutan con el riesgo, los afortunados dentro de toda esta historia pero nada es de color de rosa.
La F1 debe de ser segura, habrá que invertir el esfuerzo necesario para poder conseguirlo pero sin medias tintas. Los monoplazas han mejorado mucho en estos últimos años gracias sobre todo a las limitaciones que han ido introduciendo año tras año en las prestaciones de los mismos pese a quién le pese. Si la tecnología hubiera seguido su paso normal con un V10 sin limitaciones de carga aerodinámica, Jules no lo estaría contando ahora. Ese es el camino más corto pero no el único, lo malo es que la alternativa cuesta mucho dinero y recae en el lado menos agradecido de la competición, los organizadores. Si tienes que gastarte una fortuna en arreglos, en preparación del personal y encima el canon a pagar es bestial, pocos se podrían permitir el lujo de celebrar una carrera y eso no lo puede permitir el sistema.
Está claro que habrá que tomar medidas y a buen seguro que las tomarán pero sin demagogias. Mantener en pista al coche de seguridad indefinidamente para que se mejore la pista no tiene ningún sentido cuando luego tienes comisarios en ocasiones con mala formación, una dirección de carrera encabezada por Whiting caduca, inepta que utiliza un protocolo de actuación  inadecuado y caduco, y sobre todo unos mandatarios que solo sirven para llenar sus orondas barrigas mirando a un lado cuando deben de tomar las riendas de la competición. Al final, el tiempo lo curará todo y las medidas serán insuficientes pero es lo que hay, el avispero se menea cuando sucede algo y no lo volverá a hacer hasta la próxima desgracia. Para entonces ya cada una habrá vuelto tranquila al nido y todo será paz y armonía. Animo de nuevo Jules, espero verte de nuevo mostrando tu talento en la pista, pero eso será otra buena historia.