Domingo XXIX del Tiempo Ordinario (A) - DOMUND



19-10-14                    DOMINGO XXIX TIEMPO ORDINARIO (A)
DOMUND

Homilía en audio. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            - Un año más celebramos el Domund. El lema de este año es ‘renace la alegría’. ¿De dónde vienen estas palabras? Pues las ha escrito el Papa Francisco en su Exhortación Apostólica Evangelii gaudium. Las primeras palabras del Papa en este escrito suyo son éstas: LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO llena el corazón y la vida entera de los que se encuentran con Jesús. Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría. En esta Exhortación quiero dirigirme a los fieles cristianos, para invitarlos a una nueva etapa evangelizadora marcada por esa alegría”.
            - Quisiera que la homilía de hoy, como la del año pasado, fuera eminentemente testimonial. Los misioneros de Cristo llevan por todo el mundo el anuncio del evangelio y, quien lo acoge, percibe inmediatamente los frutos de la fe y de la alegría. Veamos algunos testimonios de esto:
               * Rosario García Martínez-Peñalver es una misionera de las Esclava del Sagrado Corazón de Jesús de 49 años: “Soy médica y llevo casi 20 años en el sur del Camerún. Aquí somos centro de tratamiento del sida. Es con estos enfermos rechazados de la sociedad, que han perdido la esperanza o tienen miedo de su futuro o de la reacción de su pareja, con los que Dios me habla más del gozo de transmitir un poco de confianza, escucha, dignidad… y devolverles las ganas de vivir. En estos días, Ana, la otra médica misionera, hospitalizó a una de nuestras enfermas seropositiva, de 26 años y con 32 kilos, que entró llorando. Un poco después, la encontré sonriendo: estaba mejor; no mucho mejor físicamente, pero alguien se había ocupado de ella, la había lavado, escuchado, animado..., y había recuperado la alegría. Ahí Dios te habla de gozo, al ver levantarse a alguien que estaba desesperanzado. Es la alegría que da el amor y la ternura de Dios compartida... y tu poca sabiduría, puesta al servicio del otro, por muy pequeño que sea ante el mundo”.

            * Eugenio Sanz Sánchez es un misionero marista español que trabaja con los campesinosde las plantaciones de te en Bangladesh desde allí nos manda este testimonio misionero: “La gente con la que trabajamos en las plantaciones de te en Bangladesh, no debería en buena lógica tener muchas razones para la alegría. Salarios ridículamente bajos, largas horas de trabajo sin protección contra los agentes químicos que utilizan, no derecho a poseer la casa y la tierra en la que habitan, no derecho a representación sindical, precarias condiciones higiénicas, no acceso a servicios médicos, situación escolar bajo mínimos. Y sin embargo, como ves en la foto, sus hijos desbordan alegría por todos los poros. De hecho, cada vez que trabajamos con ellos, los visitamos en sus casas, nos encontramos con ellos formal o informalmente, son ellos quienes nos inyectan una sobredosis de alegría. Muchas veces me ha venido a la cabeza aquello de, ‘cuando pensábamos que íbamos a llevar a Dios a los demás, de pronto nos dimos cuenta que Él ya estaba allí, esperándonos’. Los pobres nos evangelizan cada día, si nos dejamos, claro”.

            * Finalmente, quiero traer aquí el testimonio de Jano, que ha sido ordenado sacerdote en Asturias en junio de este año. En el Domund del año pasado ya os había leído correos suyos desde Benín-África: “Me siento muy afortunado de pertenecer a una Iglesia tan comprometida hasta la médula por trabajar por y con los predilectos de Dios, los pobres. Ellos me han enseñado que ‘el que más hace no es el más rico, sino el que ha sido tocado por Dios en su corazón’. Ellos me han dicho: ‘Jano, cuenta el sufrimiento de mi gente, tienes que hablar de ello en España; quizá a alguien le toque el corazón y quiera ayudar a los que somos también sus hermanos’. Hay un saludo baribá (lengua de Benín) que se dice a los misioneros, y que me emocionó especialmente cuando lo emplearon con nosotros cuando llegamos. Dice: ‘tu presencia nos hace más fuertes’. Pues lo incorporo a este final, para recordaros lo que os decía en los anteriores correos: ¡¡¡COLABORAR CON LAS MISIONES!!! Estos hermanos nuestros nos necesitan, no por nuestro dinero, sino porque nos ven como portadores de esperanza y de alegría, algo que a veces puede olvidarse y, en realidad, hemos sido llamados para eso. Los proyectos concretos vendrán después, grandes proyectos, eso sí, que les ayuden a crecer y a soñar en un futuro mejor, y a creer que la ‘esperanza’ y la ‘alegría’ también son posibles para los pobres”.

- Ya para terminar esta homilía quisiera explicar un poco el mensaje que se nos quiere transmitir en el cartel del Domund de este año:
- La sonrisa de unos jóvenes de diferentes razas sirve para expresar la alegría que brota del corazón.
- Sus miradas y sus manos entrelazadas reflejan que esa alegría nace de un corazón limpio y una fraternidad profunda. Es la fuerza contagiosa del amor, que descubren a cada paso quienes viven la experiencia de la misión.
- Junto al lema, la palabra “DOMUND” evoca por sí sola la vida de entrega de los misioneros y nuestro deseo de ayudarles en su tarea.
- Y sobre un fondo morado, algunos signos (la concha de bautizar, un móvil, la cruz, la Biblia, el mundo entero, notas musicales que ayudan a transmitir el mensaje y la alegría [la música es un lenguaje universal], corazones de amor, estrellas que dan luz en la noche, rayos de sufrimiento y dolor…) evocan aspectos de la actividad misionera de la Iglesia.