Los robots se han convertido en algunos casos en grandes sustitutos de los humanos para determinadas actividades y los avances que vivimos no hacen más que indicarnos que esa tendencia seguirá aumentando con los años. El puesto de trabajo que pronto podría verse asaltado por el mundo de la robótica es el de guardia de seguridad gracias a la propuesta de Knightscope. Esta compañía tiene prácticamente a punto su K5, un robot autónomo con una altura de 1,5 metros y un peso de 136 kg diseñado para realizar actividades de vigilancia.
El robot solo necesita de unas instrucciones iniciales y hacer uso de su GPS y un telémetro láser para tener una buena visión de su entorno. Tras ello, K5 empleará todo su arsenal de herramientas (cuatro cámaras, un radar, sensores ambientales, etc.) para actuar como vigilante de seguridad y poder detectar antes que nadie fuegos o fugas de gas. La información que recopila es transmitida vía WiFi o por datos móviles y en caso de que intentes movilizarlo, activa una alarma de aviso.
Knightscope piensa poner en circulación antes de que termine el año a cuatro de estos K5. Si la adaptación va bien, el uso de estos robots podrían marcar un cambio importante en el sector de la vigilancia de edificios, siendo un complemento de los guardias humanos, que solo se encargarían de responder a sus tareas en caso de tener que enfrentarse a un intruso o ayudar a heridos... hasta que este tipo de robots también sepan hacer eso, claro.
Fuente: Engadget en Español
