Domingo IV del Tiempo Ordinario (B)

29-1-2012 DOMINGO IV TIEMPO ORDINARIO (B)
Dt. 18, 15-20; Sal. 94; 1 Co. 7, 32-35; Mc. 1, 21-28
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
El evangelio de hoy nos narra una situación con la que Jesús se halló en muchas ocasiones durante los tres años de su vida pública: el encuentro con hombres poseídos por espíritus inmundos u hombres endemoniados. Los entendidos en la Biblia tienden a interpretar estos endemoniados como personas con enfermedades misteriosas como la epilepsia, la histeria, las esquizofrenia, etc. Serían muy pocos –según estos estudiosos de la Biblia- los que realmente habrían estado poseídos por Satanás, tal y como se concibe hoy dicha posesión.
- Para entender mejor el relato que hoy se nos hace en el evangelio hemos de tener la misma visión (o lo más parecida posible) a la que tenían los judíos del tiempo de Jesús sobre los enfermos y los endemoniados: 1) Estos eran hombres dejados a su suerte, estaban incapacitados para ganarse el sustento, vivían en la mendicidad y, por tanto, en la miseria y el hambre. 2) Eran abandonados por sus familias, pues para los judíos la enfermedad y la posesión diabólica era un castigo de Dios por los propios pecados. 3) Estas personas eran una carga para sus familias, que no podían atenderlos ni con medicinas ni con médicos; también eran una carga, porque gastaban los pocos recursos familiares y no producían ni aportaban nada. 4) Eran un estigma por sus pecados y porque Dios les había castigado, y ello contagiaba y avergonzaba a sus familiares. Por eso, eran expulsados en muchos casos de sus familias o ya se iban ellos solos: pensemos en el caso de los leprosos.
Los enfermos y endemoniados padecían varios sufrimientos: sus dolencias físicas que no les dejaban dormir o les incapacitaban para llevar una vida normal; el abandono de su familia y de sus amigos, y así no podían participar en las actividades normales de su aldea: trabajo, fiestas, reuniones de vecinos, peregrinaciones…; sus crisis de fe y el verse alejados de Dios, pues todo el mundo les decía y ellos habían aprendido desde muy pequeños que la enfermedad y la posesión diabólica eran signo del castigo y abandono por parte de Dios por los pecados de la persona.
En el caso propiamente dicho de los endemoniados su situación era muy lastimosa. San Marcos nos da algunos datos de ello: hablo del endemoniado de Gerasa (Mc. 5, 1ss). 1) El endemoniado “corría por los montes” en un estado de soledad total; 2) “vivía en los sepulcros” excluido del mundo de los vivos; 3) estaba “atado con grillos y cadenas” por una sociedad aterrorizada por su presencia; 4) vivía “lanzando alaridos” en su incapacidad para comunicarse con los demás; 5) “se hería con piedras” víctima de su propia violencia.
- Jesús encontraba a estas personas tirados por los caminos, a la entrada de los pueblos o de las sinagogas tratando de conmover el corazón de las gentes. La respuesta de Jesús es ésta: 1) Se para ante ellos y los escucha. Les escucha la narración de sus miserias y, si no se las dicen, él las ve por sí mismo. 2) Jesús les acoge, se conduele de su situación, les toca. Les trata como personas dolientes y no como apestados o castigados de Dios. 3) Jesús les habla, les cura y les libera de su situación.
- No obstante, hemos de ser realistas. Con la curación de Jesús no se acaba la historia, no pone ‘fin’ la película, no es el ‘colorín colorado, este cuento se ha acabado’. ¿Qué pasa después con estas personas sanadas por Jesús? En la mayoría de los casos no se nos dice nada en el evangelio de lo que pasó tras la intervención milagrosa de Jesús. En otros casos –pocos- nos dice el evangelio algo: que si el curado quería permanecer al lado de Jesús y éste le dijo que se quedara por su pueblo anunciando el Reino de Dios, que si fuera el curado a presentarse al sacerdote para que constase su curación y pudiese ser plenamente admitido en la sociedad, ya que el castigo de Dios le había sido levantado. Pero vuelvo a preguntar: ¿qué fue de aquellas gentes al volver a sus casas, a sus familias, a sus pueblos? ¿Los recibirían bien o serían considerados como un estorbo al no creer del todo en su liberación de Satanás? Algunos en la familia puede que los recibieran bien, pero otros no tanto. Recuerdo el caso de una chica que era monja y venía por su casa en algunas ocasiones y todos la recibían con gran alegría. Pero un día esta monja dejó de serlo y volvió a la casa paterna y ya no fue recibida con la misma alegría: la cuñada la veía como un estorbo, el hermano como alguien que le iba a quitar la herencia, la sobrina como la tía que le obligaría a compartir su habitación que hasta entonces era para ella sola… Digo lo mismo cuando alguien se separa en su matrimonio y ha de volver a la casa paterna: solo o con hijos, y esto crea, vamos a decir, problemas de logística en la casa. Si esto pasa en la actualidad, no es raro pensar que pudiera pasar algo parecido con los enfermos y endemoniados curados por Jesús al volver a sus casas, a los entornos y ambientes que tenían antes de su enfermedad o posesión diabólica.
Por todo ello creo que unos recibirían con gran alegría la curación de Jesús, pero otros lo verían como un fastidio para su comodidad y para sus intereses.
- Termino: ¿Qué enseñanzas podemos sacar del evangelio de hoy para nosotros?
1) Sólo Dios es el que cura y libera al hombre de modo completo: en su físico, en su psicología y en su espíritu. En Él está nuestra salud y nuestra salvación. Por eso, le pido a Jesús en mi oración que increpe a los malos espíritus que hay dentro de nosotros y que los mande callar, pues nos atormentan y no nos dejan tener paz, y también le pido a Jesús que les ordene que se marchen de nosotros.
2) Nosotros hemos de aprender de Jesús a la hora de tratar a los hombres, tanto sanos como enfermos: pararnos ante ellos y escucharlos, acogerlos y hablarles, y, en la medida de nuestras posibilidades, liberarles de su situación.
3) Ser generosos y acoger a las personas que han sido liberadas por Jesús y no pensar egoístamente en nuestros intereses y comodidades.

Confiad en Dios

15-01-12 Confiad en Dios
Ap. Jorge Pompa

No te escondas en medio del problema, acercate a Dios.

Deja de confiar en tus fuerzas y tu sabiduría, deja de intentarlo
solo, para eso esta Dios para ayudarte. Si crees y confías en él.
Dios no se cansa no importa cuantas veces, Dios lo vuelve a hacer.
Deja de pensar por Dios.

La preocupación significa: no le creo a Dios, por eso me preocupo.
No hay imposibles para Dios.

Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone
carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.  Será como la
retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará
en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que
su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará
de dar fruto.
 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá? (Jeremías 17:5-9 RVR60)

17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre.

Dios nos creo para bendecirnos, pero ¿Porque aveces no somos
bendecidos? ¿Porque luchamos para ser bendecidos?

Eres maldito cuando confías mas en ti que en Dios, pensando que
podemos hacer las cosas mejores que Dios.

Cuando tienes un problema y lo quieres arregla a tu propia mano.
(familiar, economico, de pareja) y como quieres hacerlo a tu manera,
es cuando dice Dios que te conviertes en maldito por querer hacerlo a
tu manera.

Aveces oramos a Dios por algo que el no quiere darnos. Y nos queremos
adueñar desesperadamente en eso, y si lo tomamos s la fuerza se
convierte en maldición para nosotros. Dios no te va a dar algo que
destruya tu destino o tu propósito. Deja de luchar a tus fuerzas, deja
que Dios lo haga como debe ser. Deja de hacer las cosas a tu manera.

En ocasiones atribuimos los "bloqueos" al diablo, pero es Dios que
trabaja a nuestro favor pero no lo vemos así.

En el original: Maldito el hombre que confía en su propia opinión.Y
nuestra terquedad es mas fuerte y abrazamos las maldiciones.

Dios dice: si yo te he estado estorbando en tus decisiones es porque
te amo y porque no quiero que acarrees maldición, no tomes lo que yo
no quiero darte.

17:5 Y pone carne por su brazo y su corazón se aparta de Jehová.

Si eso que "tomamos" nos aparta de Dios es una maldición confirmada.
Si te separa de Dios es del diablo.

Todo lo que toco fuera de la voluntad de Dios se convertirá en maldición.

Dice David : "pacientemente espere en Jehová y el me saco del poso de
la desesperación".
El pudo hacerlo a su fuerza pero espero en Jehová.

Hay muchas personas que gastaron su salud para convertirse en ricos y
ahora que son ricos gastan sus riqueza para cuidar su salud, porque
están enfocados en su propio yo y no en Dios.

Primero busca la presencia de Dios, deja las cosas materiales.
(carros,casas,ropa).

Ismael es un hijo no deseado, Abraham y Sara tuvieron un hijo a su
manera y fueron maldecidos por obtener algo que Dios no les había dado
aun, Dios esta contigo y eso no significa que dejes de estar
maldecido, cuando Abraham se metió con Agar se maldijo, pero Dios
siguió estando con él, ¿Cual es la iglesia mas fuerte en contra del
cristianismo? La de los musulmanes que son los Ismaelitas. Tu tienes
en tu poder de engendrar maldición y bendición.

Maldición es una decisión incorrecta, tomar algo que no me
pertenece.tomar algo fuera de tu tiempo.  No todo lo que recibes es
bueno. El corazón es engañoso.  Adan tomo algo que no le pertenecía.

Mis decisiones definen si vivo en maldición o bendición.

Si me adelanto a los deseos de Dios también es una maldición, traerá
preocupación, te separara de la presencia de Dios, de traerá
turbación.

Debes esperar el tiempo de Dios, hay que ser atrevidos pero sabios.

Toda persona que te separa de Dios no es tu amigo, rompe esas
relaciones. Eso no esta bien. Ponte como un león y aferrate a la
presencia de Dios. (internet, teléfono,carro)

Dios te a a dar lo que NECESITAS no lo que tu QUIERAS.

Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,
sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada
y deshabitada. (Jeremías 17:6 RVR60)

Como vive un maldecido.
1-Apartado de Dios
2-Como una retama (un árbol no desarrollado correctamente)
3- No vera el bien(bienen y no se da cuenta)
4-Morara en las sequedades

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que
su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará
de dar fruto. (Jeremías 17:7, 8 RVR60)

1-plantado en las aguas
2-echar raíces
3-No sentirá la maldición (vendrá pero no afectara)
4-Estará verde
5-No se fatigara.


Ten paciencia, espera en Dios. El bendecido espera a que le llegue.
La bendición te busca.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá? (Jeremías 17:9 RVR60)

Tu corazón te engaña de vez en diario, a tomar lo que no te pertenece,
a caminar lo que no debes.

¿Como se que es de bendición?
Me va a impulsar y acercar a Dios.

No permitas que el ego te engañe, se humilde, pide disculpas.
La humildad abre puertas, el que tenga no presuma, el que sabe no presuma.
El orgulloso pierde.

Domingo III del Tiempo Ordinario (B)

22-I-2012 DOMINGO III TIEMPO ORDINARIO (B)
Jon. 3, 1-5.10; Sal. 24; 1 Co. 7, 29-31; Mc. 1, 14-20
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
Empieza el evangelio de hoy con las palabras iniciales de Jesús en su predicación: “Se ha cumplido el plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed la Buena Noticia”. En la homilía de hace 3 años, es decir, en el Domingo III del Tiempo Ordinario de 2009 prediqué sobre la palabra “convertíos” y hablé de la conversión. Hoy quisiera hablaros sobre el final de la frase de Jesús: “creed la Buena Noticia”.
Sí, Cristo es quien nos trae la Buena Noticia a todos los hombres. Los cristianos somos los hombres de la Buena Noticia. A nosotros se nos ha anunciado y nosotros hemos de transmitirla a los demás. Voy a poner un ejemplo. No es un ejemplo de un santo, sino de un ateo. Es un ejemplo de cómo un ateo ve a los cristianos, en este caso en África. (Es una cita un poco larga, pero muy jugosa). “Yo, ateo, digo que África no necesita dinero, sino a Dios y los misioneros -así lo explica el periodista ateo, exdiputado y experto en África Matthew Parris-. Poco antes de Navidad regresé, tras 45 años de ausencia, a Malaui. Viajé allí con una pequeña ONG británica, que ayuda a comunidades rurales a instalar pozos sencillos para proporcionar agua limpia, para ver su trabajo. Este viaje, además de renovar mi fe en las organizaciones de ayuda al desarrollo, me refrescó otra creencia que he intentado en vano desterrar de mi vida, que siembra la confusión en mi ideología, que se niega testarudamente a encajar en mi visión del mundo y que ha dejado en mal lugar mi idea de que Dios no existe. Aunque soy un ateo convencido, tengo que reconocer la enorme contribución que el cristianismo realiza en África: totalmente distinta del mundo de las ONG seculares, los proyectos gubernamentales y los esfuerzos de ayuda internacional. Todos los anteriores, por sí mismo, no bastan. En África, el cristianismo cambia los corazones de la gente y trae una transformación espiritual, un nuevo nacimiento y un cambio que es real. Hace años intenté evitar confrontarme con esta verdad limitándome a aplaudir el trabajo práctico de las misiones en África. Solía razonar así: es una pena que la salvación sea parte de esta labor, porque los cristianos —blancos y negros— que trabajan en África curan a los enfermos, ayudan a la gente a leer y escribir. En aquella época yo concedía que si la fe motivaba a los misioneros, muy bien; pero lo que contaba era la ayuda, no la fe. Pero me he dado cuenta de que esto no corresponde a la realidad. Teníamos amigos misioneros, y cuando yo era niño a menudo nos quedábamos con ellos en la aldea africana. En la ciudad, teníamos empleados africanos que se habían convertido y que eran unos grandes creyentes. Los cristianos siempre eran diferentes. Su fe, lejos de haberlos achantado, parecía haberlos relajado y liberado. Eran personas que tenían una vivacidad, una curiosidad, un compromiso con el mundo y una manera directa de tratar a los demás que parecían estar ausentes en la vida tradicional africana. Cuando tenía 24 años, un viaje largo por el continente me reafirmó en esta impresión. Viajé por tierra en un Land Rover con otros cuatro amigos estudiantes. Cada vez que entramos en un territorio donde había misioneros teníamos que reconocer que algo cambiaba en las caras de la gente que encontrábamos y con los que hablábamos: algo presente en sus ojos, la forma de acercarse a ti directamente, sin bajar la cabeza ni tener la mirada perdida. Esta vez en Malaui ocurrió lo mismo. No encontré a ningún misionero. Nadie se los encuentra en los salones de los hoteles de lujo discutiendo documentos de desarrollo estratégico, como ocurre con las grandes ONG. Encajaría mejor en mi mentalidad pensar que la honradez, diligencia y optimismo que derrochaban en su trabajo no tenía conexión con su fe personal. Pero, aunque el trabajo de los cristianos era secular, estaba influido por lo que eran, y su ser estaba influido por una concepción del lugar del ser humano en el universo que les ha enseñado en cristiano. La ansiedad, el miedo a los malos espíritus... penetra profundamente toda la estructura del pensamiento africano tradicional, donde un enorme peso cae sobre el individuo, sofocando su curiosidad y haciendo que la gente no tome la iniciativa y no lleve las riendas de su vida... Los que quieren que África camine con la cabeza alta en el siglo XXI deberían pensar que los medios materiales y lo que llamamos el desarrollo, no efectuarán el cambio por sí mismos. Primero, hay que suplantar todo un sistema de creencias. Un África sin cristianismo dejará el continente a merced de la nefasta fusión entre Nike, el hechicero, el teléfono móvil y el machete. El cristianismo libera.
Bien, ésta es la visión y la experiencia que tiene un ateo de los cristianos africanos. Estos han recibido la Buena Noticia de Jesús y ella les ha transformado para bien suyo y de quienes les rodean. Pero, ¿cuál es esa Buena Noticia que nos anuncia Jesús? ¿Cuál es esa Buena Noticia que nos libera y que tanto llama la atención a muchas personas? ¿Cuál es esa Buena Noticia que hemos de creer?
- La Buena Noticia predicada y vivida por Jesús es que Dios nos ama. La semana pasada me contaban que en Asturias hay un matrimonio no creyente y a sus hijos los tiene sin bautizar. Una de sus hijas ha visto escrito en una pared: “Dios te ama”. Y la niña se pregunta: ‘Pero, ¿por qué me ama Dios?’ Sí, Dios nos ama a todos y, como dice Jesús, Dios “hace salir su sol sobre malos y sobre buenos, y manda su lluvia sobre justos y sobre injustos” (Mt 5, 45). Su amor es incondicional y eterno. No tenemos que hacer nada para que nos ame. No es que primero nos haya creado y luego nos ame. Es justo al revés: nos amó primero y por eso nos ha creado.
- La Buena Noticia predicada y vivida por Jesús es que Dios no es simplemente nuestro Rey, nuestro Creador… Dios es sobre todo nuestro Padre. Dios es sobre todo nuestra Madre. No se mira Dios al espejo de los hombres para aprender a amar como, por ejemplo, lo haría un padre o una madre humanos. Es justo al revés: son los padres quienes tienen que mirar al espejo de Dios Padre-Madre y así aprenderán cómo han de relacionarse con sus hijos.
- La Buena Noticia predicada y vivida por Jesús es que Dios no tiene en cuenta mis fallos eternamente. El lunes me decía un padre que su hija de 23 años sufre porque ve que otros, a su edad, ya han terminado sus estudios y ya trabajan, y ella aún sigue estudiando, le falta un tiempo para acabar, y ha perdido en tantas ocasiones miserablemente el tiempo. A Dios no le importa nuestro pasado de pecado. Para nosotros los pecados del pasado pueden ser una losa muy pesada: ¡cuántos errores, cuántos fallos, cuantos silencios culpables, cuántas palabras mal dichas, cuántas omisiones…! Todo esto nos importa más a nosotros que a Dios. Dios siempre mira para adelante, y nosotros tantas veces miramos sólo para atrás. Estamos anclados en el pasado y nos negamos a reconocer que cada día tiene sus 24 horas sin escribir. Cada día es nuevo para vivir. Estando Dios a nuestro lado, ¿por qué tenemos tanto miedo?
- La Buena Noticia predicada y vivida por Jesús es que no todo está mal, que hay esperanza para los hombres.
- La Buena Noticia es Jesús mismo. Quien le tiene a Él tiene a Dios. Quien tiene, acepta y acoge a Jesús consigo tiene todo.
Nuestra tarea, por lo que nos dice Jesús hoy, es creer en esta Buena Noticia y vivir según ella.

Domingo II del Tiempo Ordinario (B)

15-1-2012 DOMINGO II TIEMPO ORDINARIO (B)
Sam. 3, 3b-10.19; Sal. 39; 1 Co. 6, 13c-15a.17-20; Jn. 1, 35-42
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Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
Al preparar esta homilía me fijé en un detalle del evangelio: cuando San Juan y San Andrés, que eran los dos discípulos que estaban con San Juan Bautista y luego siguieron a Jesús, fueron a ver dónde vivía Jesús, se nos dice que “serían las cuatro de la tarde”. Este dato no tiene importancia alguna, por lo que se ve a simple vista, en el resto del relato que se nos hace del encuentro de Jesús con sus futuros apóstoles, pero, sin embargo, San Juan Evangelista lo reseña en el texto. Por eso, a esta homilía la voy a llamar la homilía de los DETALLES.
Creo que os dais cuenta que nuestra vida está hecha de pequeños detalles, muchas veces sin importancia, pero que quedan retenidos en nuestra memoria y en nuestra retina. Estos detalles, quizás irrelevantes, pueden estar asociados para siempre a los grandes acontecimientos de nuestra vida: el primer encuentro con el ser amado (nos quedamos con el detalle de una prenda de ropa, de un lugar, de un olor…[1]), el nacimiento de un hijo, una muerte, el surgir de una vocación religiosa[2], un hecho de nuestra infancia, un tema de estudios[3], etc.
- Eran las cuatro de la tarde. Juan y Andrés se encuentran con Jesús y le preguntan dónde vive. No nos dice el evangelio dónde vivía Jesús: si era una casa, o era una posada, o era un chamizo, si era en una aldea o en una ciudad, si había muchas habitaciones o pocas. No nos dice el evangelio con quién vivía Jesús: si sólo o acompañado, si con amigos o familiares, si ellos eran los primeros discípulos o ya había otros antes. No nos dice el evangelio en qué trabajaba o de qué comía Jesús. No nos dice el evangelio qué vieron o qué hablaron Juan y Andrés con Jesús. ¡Cuánto no habría gustado que Juan y Andrés nos hubiera contado lo que Jesús les dijo entonces, qué fue lo que les encandiló para dejarlo todo por Él! Simplemente nos dice el evangelio: “Fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día; serían las cuatro de la tarde”.
- Encuentra PRIMERO a su hermano Simón. Parece ser que estuvieron Juan y Andrés con Jesús hasta el anochecer y luego regresaron a sus casas. Ellos se marcharon de junto a Jesús “tocados”. ¿Por qué sabemos esto? Pues porque enseguida Andrés, al ver a su hermano Simón, le dice: “Hemos encontrado al Mesías”. Pero no le basta con habérselo dicho. El evangelio añade: “Y lo llevó a Jesús”. Sin embargo, quisiera fijarme en el detalle que escribo al principio de este párrafo: Nos dice el evangelio que el primero al que encontró Andrés al dejar a Jesús fue a su hermano Simón. Cuando se escribe este evangelio han pasado ya unos 50 ó 60 años de los hechos narrados y San Juan Evangelista recuerda, a pesar de los años transcurridos, el detalle de que el primero que encontró Andrés al volver a su casa fue a su hermano Simón. Seguro que también iban juntos Juan y Andrés, Y por eso se le quedó grabada en su memoria este detalle.
- Jesús se le quedó MIRANDO. Cuando Andrés llevó a Simón ante Jesús, Éste le dijo que, a partir de ese momento dejaría de llamarse Simón y pasaría a llamarse Cefas: piedra, Pedro. Pero antes de hablar Jesús, nos dice Juan que Él se quedó mirando a Simón. Y el detalle de la mirada de Jesús a Pedro tuvo que ser algo llamativo para Juan –seguro que él estaba igualmente presente en este encuentro-, pues se le quedó grabado en su retina cómo Jesús miró a Pedro. Jesús miró a Pedro como no le había visto mirarle a él mismo o a Andrés. Debió de ser una mirada especial, de ahí que Juan reseñe este detalle en el evangelio.
PEQUEÑOS DETALLES PARA GRANDES ACONTECIMIENTOS.
- Pensemos y oremos esta semana un poco en nuestra vida. En esos pequeños detalles que acompañan esos grandes momentos de nuestra vida. También hay pequeños detalles para los hechos más sencillos de nuestra vida ordinaria, y asimismo hay pequeños detalles que iluminan o dan fuerza al paso de Dios por nuestra vida de cada día
.
[1] “Encontré a Celia, mi mujer, salida como yo de Filosofía, en la biblioteca de la facultad donde hacía poco había comenzado a trabajar. Después de una larga conversación que mantuvimos, me despedí, bajé por el ascensor, salí a la calle y, caminando lentamente, sentí una especie de estupor, mientras me decía a mí mismo: ‘he conocido a mi mujer’. Yo no la merecía y sigo sin merecerla después de cincuenta años” (H Bojorge, La casa sobre roca, Lumen, Buenos Aires, 2005, 60). (Lo que está en negrita son los “detalles”).
[2] “Mi vocación religiosa nació cuando tenía 18 años. Recuerdo aquel día, hacía sol; mamá y yo íbamos con el carrito para hacer las cosas, comprar, etc.; yo con mi cabecita pensando en chicos, ponerme más guapa… Pasamos por los Capuchinos, mi mamá entró. Es muy cristiana; yo, despistada, entré con ella. Un día como otro cualquiera. Ella se arrodilló y en su profunda oración se sumergió. Era un día como otro cualquiera, un día más. Me arrodillé por costumbre, como un día más. En ese momento una Paz inmensa, terriblemente sensible inundó todo mi ser. Allí vi a mi lado una talla de tamaño natural de Jesús crucificado derramando Amor y Misericordia. Él había dado TODO gratis sin yo merecerlo: con silencio, sin palabras, sin publicidad”.
[3] Era junio. Yo tenía casi 12 años. Había terminado 1º de bachiller e iba a recoger las notas de fin de curso. Me acompañaba un vecino, que era algo mayor que yo. Vi mis notas y había aprobado todo. ¡Mi primer curso en el Instituto haciendo bachillerato y lo había aprobado todo en junio! Sentí una gran alegría. De repente, un compañero de mi curso se me acercó y, en plan de broma, me dio una patada suave en el trasero. Yo, que estaba tan contento, le dije: “¡Gracias!” Él se rió de mis palabras y me quedó grabada la cara de sorpresa de mi vecino por mi reacción.

Dios te planto en el lugar correcto.

Y Jehová Dios plantó un huerto en Edén, al oriente; y puso allí al hombre que había formado.
(Génesis 2:8 RVR60)


Plantar no es lo mismo que sembrar, sembrado es la semilla, la planta es el producto, el trajo el producto del cielo y lo estableció. Lo planto, el huerto no fue creado, es lo único que Dios trajo del cielo.
En el cielo hay un huerto, Dios lo tomo de allí y lo puso en la tierra, era algo que ya existia

Huerto no significa árbol, ni jardín ni vivero.
¿Que fue lo que Dios planto?
Huerto
1-Presencia
2-Acceso
3-Puerta abierta
4-Descanso o reposo
5-Portal a la eternidad

La presencia de Dios a la cual Dios nos da acceso a una puerta abierta que nos lleva a un reposo y tener un umbral con el señor de manera eterna.

Viene en un combo con las 5 características.

Y Jehová Dios hizo nacer de la tierra todo árbol delicioso a la vista, y bueno para comer; también el árbol de vida en medio del huerto, y el árbol de la ciencia del bien y del mal. (Génesis 2:9 RVR60)
Los arboles nacieron de la tierra, no del huerto ¿Cuando? Cuando el huerto estuvo establecido.

Y salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en cuatro brazos. (Génesis 2:10 RVR60)
Salía de Edén (no del huerto). (Edén natural, huerto espiritual) Somos nosotros los que regamos el Edén de Dios ( es lo físico lo que riega lo espiritual)

El nombre del uno era Pisón; éste es el que rodea toda la tierra deHavila, donde hay oro;  y el oro de aquella tierra es bueno; hay allí también bedelio y ónice.  El nombre del segundo río es Gihón; éste es
el que rodea toda la tierra de Cus.  Y el nombre del tercer río es Hidekel; éste es el que va al oriente de Asiria. Y el cuarto río es el Éufrates. (Génesis 2:11-14 RVR60)
Rios naturales, que existen y no se han terminado.  Que regaban el huerto.

Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase. (Génesis 2:15 RVR60)
El propósito original de Dios para el hombre era uno con. Dos funciones: labrara y lo guardase (el huerto, la presencia, el acceso, la puerta abierta, el reposo y  la eternidad) Dios no le dijo que trabajara la tierra. Todo aquel que trabaja es porque ha dejado de labrar la presencia de Dios.

Trabajo es labrar la presencia de Dios.

Mateo 5
Los saco de su mentalidad y los metió a la mentalidad de el.

Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas. Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido? (Mateo 6:24, 25 RVR60)

Amen la vida, no la comida, es mas importante el cuerpo que el vestido.

Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?  ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?  Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;  pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos. (Mateo 6:26-29 RVR60)

Nos vestirá y alimentara mejor que a muchos, busca la presencia de Dios.

Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?
(Mateo 6:30 RVR60)

No me preocupo porque hay alguien que se preocupa por mi.

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.  Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. (Mateo 6:32, 33 RVR60)


Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre.  Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fue tomado.  Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén querubines, y una espada encendida que se revolvía por todos lados, para guardar el camino del árbol de la vida. (Génesis 3:22-2 RVR60)

Antes de pecar Adan podía hacer lo que quería, Antes tenia el control de toda la tierra y del cielo y Dios solo del cielo. Podía subir a platicar con Dios.  Después se quedo estancado en la tierra. Y en vez de labrar su presencia lo puso a labrar la tierra.

Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. (Génesis 4:1 RVR60)

Aquí ya Adan estaba afuera del huerto

Aconteció que cuando comenzaron los hombres a multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les nacieron hijas,  que viendo los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomaron para sí mujeres, escogiendo entre todas.  Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre, porque ciertamente él es carne; mas serán sus días ciento veinte años. (Génesis 6:1-3 RVR60)

Se cree que en el Edén Adan solo tuvo hijos y afuera hijos e hijas. Y vieron los hijos de Dios a las hijas del hombre. Y se salieron de su huerto.

Éste es el libro de las generaciones de Adán. El día en que creó Dios al hombre, a semejanza de Dios lo hizo.  Varón y hembra los creó; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adán, el día en que fueron
creados. Y vivió Adán ciento treinta años, y engendró un hijo a su semejanza, conforme a su imagen, y llamó su nombre Set. (Génesis 5:1-3 RVR60)

¿Y Caín y Abel?

Y fueron los días de Adán después que engendró a Set, ochocientos años, y engendró hijos e hijas. (Génesis 5:4 RVR60)

Entonces Elías tisbita, que era de los moradores de Galaad, dijo a Acab: Vive Jehová Dios de Israel, en cuya presencia estoy, que no habrá lluvia ni rocío en estos años, sino por mi palabra. (1 Reyes 17:1 RVR60)

En la presencia, estaba en el huerto sin saber. Dice Elias: Por mi palabra, no por lo que le dijo Dios. (Por la presencia de Dios) dejo de llover.

Y vino a él palabra de Jehová, diciendo:  Apártate de aquí, y vuélvete al oriente, y escóndete en el arroyo de Querit, que está frente al Jordán.  Beberás del arroyo; y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer. (1 Reyes 17:2-4 RVR60)

Ve al huerto, al oriente yo enviare cuervos a que te alimenten. A mi me enviara reyes que me alimenten.

Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová; pues se fue y vivió junto al arroyo de Querit, que está frente al Jordán.  Y los cuervos le traían pan y carne por la mañana, y pan y carne por la tarde; y bebía del arroyo. (1 Reyes 17:5, 6 RVR60)

Se cree que paso 3 años allí, y  también mando a su pueblo por 40 años en el desierto! Y la ropa? Y la comida? Dios sustenta.

Pasados algunos días, se secó el arroyo, porque no había llovido sobre la tierra.Vino luego a él palabra de Jehová, diciendo:  Levántate, vete a Sarepta de Sidón, y mora allí; he aquí yo he dado orden allí a una mujer viuda que te sustente. (1 Reyes 17:7-9 RVR60)

Dios da el recurso,da la orden

¿Y que hace con la persona que da al hombre de Dios? Le provee su alacena, le da aceite y harina, suple sus necesidades.

Nosotros somos mas poderosos que Elias,  ¿Que podremos hacer nosotros?

" Revelando el Dios omnipotente del ahora" nuevo libro del pastor.

Dios planto el huerto, el decidió donde. Es el padre que decide donde plantarlo, es el padre que decide el nombre del hijo, es el padre quien decide el ministerio, es el padre quien decide donde debe de estar.

Elias fue sustentado, y Salomon también, venían reyes y reinas a traerle sus riquezas.

Consejo: busca su presencia.

Dios llamo a Eliseo

Partiendo él de allí, halló a Eliseo hijo de Safat, que araba con doce yuntas delante de sí, y él tenía la última. Y pasando Elías por delante de él, echó sobre él su manto. (1 Reyes 19:19 RVR60)

Dios no te llamara si no estas trabajando, Dios no le pone manto a huevones.

Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? (1 Reyes 19:20
RVR60)

En el original dice: si mi padre me lo autoriza yo te sigo, si no, no.

Entonces dejando él los bueyes, vino corriendo en pos de Elías, y dijo: Te ruego que me dejes besar a mi padre y a mi madre, y luego te seguiré. Y él le dijo: Ve, vuelve; ¿qué te he hecho yo? (1 Reyes 19:20 RVR60)

Eliseo honro a sus padres, es la honra mas grande

Eliseo tenia corazón de pueblo, honro a su pueblo antes de a Elías, honro a sus padres antes que a Elias, y luego al hombre de Dios.

Dios cambia la cultura y la honra de tu hogar. Haz lo que en la iglesia en tu casa.

Hay 12 portales en la biblia.

09-01-12 Escuela Ministerial
Ap. Jorge Pompa