Domingo XXV del Tiempo Ordinario (C)



22-9-2013                   DOMINGO XXV TIEMPO ORDINARIO (C)
                                                 Am. 8, 4-7; Slm. 112; 1 Tim. 2, 1-8; Lc. 16, 1-13

Homilía del Domingo XXV del Tiempo Ordinario (C) from gerardoperezdiaz on GodTube.

Homilia de audio en MP3
Queridos hermanos:
            ¿Cómo andáis de dinero? ¿Os gustaría tener más dinero? ¿Os parece que tenéis mucho, poco o suficiente? En vuestra relación con el dinero, ¿quién manda más: él o vosotros? Tenemos que ver esto en un caso práctico: contaba una vez una persona que había unos hermanos que se llevaban muy bien entre sí. Uno que escuchaba preguntó: ‘¿Ya partieron…?’ Quería decir este señor si ya habían fallecido los padres de estos hermanos y si ya habían repartido la herencia, pues, en muchos casos, hermanos que se llevaron siempre muy bien, cuando llegaba el momento de repartir lo que sus padres les habían dejado, se enfadaban y no volvían nunca más a hablarse ni a tratarse[1]. Por eso, al preguntar aquel señor si los hermanos habían ya repartido la herencia y, si aún se llevaban bien entre sí, entonces eso quería decir que su relación había sido probada y había salido vencedora frente a los bienes temporales.
            Jesús sabe todos los problemas que el dinero y las cosas materiales ocasionan en las relaciones humanas y entre las naciones. Por eso, nos propone hoy una parábola para hablarnos de la relación que hemos de tener los hombres con el dinero, con el oro, con las casas, con las tierras, en definitiva, con los bienes materiales.
            Antes de entrar a analizar y profundizar un poco el mensaje de Jesús en el evangelio de hoy quisiera aclarar dos cosas de la parábola, pues, en caso contrario, no vamos a entenderla correctamente:
            1) El administrador, que fue pillado por el amo derrochando sus bienes y despedido por ello, no hizo un último robo a su antiguo jefe cuando dijo a los deudores: “‘¿Cuánto debes a mi amo?’ Éste respondió: ‘Cien barriles de aceite’. Él le dijo: ‘Aquí está tu recibo; aprisa, siéntate y escribe cincuenta’. Luego dijo a otro: ‘Y tú, ¿cuánto debes?’ Él contestó: ‘Cien fanegas de trigo’. Le dijo: ‘Aquí está tu recibo, escribe ochenta’. Repito que el administrador no robó, simplemente que renunció a la comisión, que legalmente le correspondía. En efecto, en tiempos de Jesús los administradores cobraban comisiones en especie de los negocios que hacían en nombre de sus amos. El administrador fue muy astuto y, renunciando a su comisión, se ganó nuevos amigos que le podían recoger en su casa para que trabajase allí también como administrador.
            2) A continuación Jesús emplea una expresión que llama la atención. Dice así: Ganaos amigos con el dinero injusto, para que, cuando os falte, os reciban en las moradas eternas. ¿Por qué Jesús se refiere al dinero con la expresión ‘el dinero injusto’? Pienso que podría tener dos significados: a) Se referiría ‘el dinero injusto’ a aquellos bienes adquiridos de una forma deshonesta: con robo, con engaño, con fuerza. b) Con esta expresión Jesús quiere decir que todo dinero es injusto: el ganado honradamente y el adquirido de mala manera, porque sabe que el dinero y los bienes materiales producen envidias, rencores, separaciones, robos, avaricias, falta de cariño en las familias, etc. Yo soy más partidario de este segundo significado. Me apoyo para ello en que el mismo Jesús, un poco más adelante, dice: Si no fuisteis de fiar en el injusto dinero…”, es decir, que, al poner el adjetivo (‘injusto’) antes del sustantivo (‘dinero’) nos está diciendo más claramente que todo dinero es ‘injusto’. Y, para mayor claridad, añade: “Ningún siervo puede servir a dos amos […] No podéis servir a Dios y al dinero”. Es decir, Jesús contrapone el dinero (‘injusto dinero’) a Dios.
            Algunas conclusiones:
            Por dinero se roba y engaña, y los frutos son perniciosos para los hombres, en primer lugar, para el que roba: Hace ya más de 20 años había dos familias de labradores en un pueblo. Las dos familias tenían dos hijos cada una. Una de las familias sembró en un prado ‘bayicu’ (una especie de hierba que gusta mucho al ganado), pues la comunidad autónoma subvencionaba este cultivo. Vino el funcionario, certificó la siembra y le dio a aquella familia un cheque por valor de 40.000 pts. El padre de familia fue al banco y lo cobró; regresó a casa, se cambió de ropa y con el tractor aró el terreno aquel y sembró patatas, que es lo que deseaba. Luego presumió ante la otra familia de cómo se la ‘había pegado’ a la comunidad autónoma e instó a sus vecinos para que hicieran lo mismo, pero éstos se negaron, porque –decían- que eso era robar. El hombre ‘listo’ se rió de ellos y los tenía por tontos. Llegó el fin de semana siguiente y los hijos del ‘listo’ vinieron ante su padre para pedirle dinero. A cada uno le dio 5.000 pts., de las de entonces, para el fin semana. Estos chicos tenían los estudios básicos. Los hijos de la familia ‘tonta’ tenían estudios universitarios y trabajaban como tales y tenían una independencia económica, y estaban muy bien considerados en sus puestos de trabajo por ser personas responsables y buenos compañeros. Ante esta historia, ¿quién es el tonto y quién es el listo?
            Por dinero se dan las divisiones y envidias en las familias y entre los hombres, como he narrado al inicio de esta homilía. No sólo entre hermanos, sino también entre los matrimonios.
            Por dinero nos separamos de Dios. En muchísimas ocasiones damos más importancia a aquel que a Éste. Por eso Jesús nos dice es que no podemos servir a la vez a Dios y al dinero. Si amamos a uno, aborrecere­mos al otro y viceversa. ¿Por amor a Dios seríamos capaces de perder el dinero que tenemos? Hace años me contaron el caso de chica asturiana que cantaba muy bien. Le ofrecieron cantar en los mejores sitios y ganar mucho dinero. Sólo tenía que hacer una cosa: acostarse con el hombre que movería todos los hilos o, en  caso contrario, éste le arruinaría la carrera musical. Aquella chica no aceptó la proposición y hoy sobrevive dando clases de canto, pero con la conciencia tranquila y con Dios a su lado.
            Y así podríamos ir diciendo mil cosas.
            A la luz de esta parábola y de estas reflexiones, vamos a hacernos una pregunta: ¿son necesarios los bienes materiales y el dinero? Sí, pero tienen que estar a nuestro servicio y al servicio de nuestros hermanos, y no tenemos que estar nosotros al servicio de las cosas materiales y del dinero.

            Jesús quiere que nos quedemos con estas ideas:
¡Sirvamos a Dios antes que al dinero!
Nuestra vida depende de Él y no de los bienes materiales que tengamos.


[1] Conozco algunas familias en que los hermanos, aún antes de morir sus padres, ya están a la greña por lo que van a heredar o porque los padres han dado en vida más a unos que a otros. De hecho, hace un tiempo decía yo a unos padres que mejor hubiera sido tener menos cosas y estar todos mejor avenidos. Y es que resulta muy triste que, estando para morir los padres o en los últimos años de vida, en que necesitarían un poco de tranquilidad, se encuentren en medio de la tormenta perfecta: hagan lo que hagan sus hijos ya están divididos, y con odio y con resentimiento entre sí para siempre.

PREVIO GP SINGAPUR



Llegó el momento decisivo de la temporada, el punto de no retorno, todo o nada para la Scuderia. Se fue Europa, la F1 dejó el viejo continente para inicia la gira asiática con la única carrera nocturna del año. Si hay opciones para desbancar al binomio Vettel-Red Bull lo veremos el próximo domingo. De no ser así, borrón y cuenta nueva que el 2014 nos espera.
La decimotercera prueba puntuable para el Campeonato Mundial de Fórmula 1 2013 se disputará bajo los 1.500 focos que iluminarán el asfalto de la ciudad-estado de Singapur. Todos los años lo digo pero no me canso de hacerlo. Viendo el trazado, la verdad me da cierto dolor de estómago el derroche de energía, en una sociedad que se encamina a conseguir un equilibrio medioambiental y una F1 que se llena la boca al decir que quiere ser ecológica. Una carrera nocturna es espectacular, como también comentan que lo es Mónaco pero no me gusta ni la opulencia de la carrera monegasca y el despilfarro de electricidad. Es lo que tiene ser pobre, soy de los que opina que no es más rico quién mucho tiene sino quien poco necesita.  Para iluminar el circuito la ciudad cuenta con una grandísima iluminación. Más de 1400 equipos de luz con una potencia que supera en cuatro a la de un campo de fútbol (3.000 lux de luz en el circuito por 800 lux en un estadio). En fin, se predica poco con el ejemplo.
Marina Bay es un trazado joven, pero que ya empieza a tener su historia y que se está volviendo imprescindible en el calendario. El circuito asiático se encuentra en el corazón de la ciudad de Singapur y que lleva en la Fórmula 1 solamente desde 2008. Tiene una longitud de 5.073 metros, que los pilotos tendrán que completar hasta en 61 ocasiones el domingo para conseguir una distancia total de carrera de 309.316 km. Lo conforman 23 curvas, 9 de ellas a derechas y 14 a izquierdas y se corre en el sentido contrario a las agujas del reloj.


Es muy similar al circuito de Valencia aunque es algo más estrecho y corto que el español. En quince días hemos pasado de Monza a su antítesis. De un circuito de velocidad pura donde la carga es mínima a otra pista donde es necesaria bastante carga (media/alta) y se obtiene una velocidad media. La gran mayoría de curvas rondan los 90 grados y se abordan en segunda o tercera velocidad. Dispone de varios tramos rápidos más allá de la recta principal en los que las velocidades punta rondarán los 300 km/h. El sentido de giro es contrario al de las agujas del reloj y se puede considerar como un circuito de media velocidad. Las reviradas calles no impiden que en el GP de Singapur se alcancen grandes velocidades, por lo que el piloto, al igual que en Mónaco, goza de más protagonismo. Un pequeño error y acabarás contra el muro haciendo que la posibilidad de que el coche de seguridad haga acto de presencia sea muy alta. Ni que decir tiene que su eventual aparición puede producir un vuelco en cualquier momento y los equipos deberán ser muy flexibles en cuanto a su estrategia de carrera ¿por qué ganaría Alonso una carrera aquí?
Las sesiones de entrenamientos libres serán cruciales aquí para que los equipos comprueben el efecto de la combinación de cada compuesto con los reglajes y con la velocidad máxima en una pista que irá mejorando poco a poco a medida que se vaya limpiando a lo largo del fin de semana como suele ser habitual en los circuitos urbanos. Como trazado urbano que es, el agarre será casi nulo al comienzo del fin de semana y lo que se pruebe al viernes hay que saber interpretarlo muy bien. Como la pista irá mejorando conforme avance el mismo y se vaya depositando goma en la trazada hay que discriminar las mejoras inducidas por los cambios en el coche de los propios de la pista. Los pilotos suelen rodar mucho ya que facilita el aprendizaje y sobre todo da mayor confianza para poder apretar al máximo.
El Gran Premio de Singapures uno de los más largos y duros del campeonato, tanto para los pilotos como para los monoplazas. La duración de la carrera se acerca mucho a las dos horas, el límite reglamentario y la combinación de altas temperaturas, elevadísima humedad y el poco descanso que encuentran los contendientes, lo convierte en una auténtica maratón que pone a prueba la forma física y el talento de los pilotos.
Los reglajes son los típicos de un circuito urbano,  neumáticos blandos, mucha carga aerodinámica y sobre todo mucho, mucho agarre mecánico, el punto débil de Ferrari y la mejor virtud del RB9. La altura de los vehículos será mayor que en una pista convencional ya que el número de baches suele ser mayor. Marina Bay no se porta muy mal en  este aspecto y la altura de los monoplazas menos que en el exigente y desnivelado trazado monegasco, el peor de todos. El reglaje de las suspensiones tampoco es precisamente duro.
En cuanto al coche, son únicamente los frenos y neumáticos los que sufren especialmente ya que el motor se mantiene el 43% de la vuelta a máximo régimen. Un  periodo de tiempo muy inferior a los vistos en Spa y Monza. El trabajo de los frenos es intenso. En un circuito de 'stop & go' como este, los frenos sufren, no tanto por las  grandes frenadas desde altas velocidades, que son las menos, sino por la gran frecuencia de uso y la escasez de rectas. Si a esto unimos la cercanía de los muros que evitan una buena circulación de aire, más aún en una pista situada en pleno núcleo urbano repleto de edificios altos que hacen de la refrigeración un punto clave que afecta incluso a los neumáticos ya que se sobrecalientan en exceso al mantener una alta temperatura los discos. La caja de cambios también suele sufrir en estos circuitos, tanto por lo bacheado de la pista como por la gran cantidad de cambios que hay que realizar, unos 81 en total.
El equilibrio del coche es muy importante debido a esta naturaleza única de la pista, es difícil que los equipos logren los mejores reglajes y muy a menudo podemos ver muchas soluciones diferentes. Como no iba a ser menos, el trazado asiático es muy complejo a la hora de configurar la carga del coche. Por un lado tiene muchas curvas y eso implica que hay que generar mucho agarre, y para ello, hay que aumentar la carga aerodinámica necesaria en los coches. Esto sería muy sencillo, pero nada en la vida es perfecto. Grandes frenadas y la necesidad de tener una buena tracción quedan en una segunda posición cuando aparecen las curvas rápidas del tercer sector en las que realmente se marcarán la diferencia, y sería necesario bajar carga para obtener buenos tiempos en ese sector. ¿Qué hacer? Pues para gustos los colores. Será divertido ver qué coches apuestan por cargar más o menos carga. La mayoría de equipos optarán por cargar mucha ala en el coche para así asegurarse  no acabar contra el muro en las curvas de mayor velocidad y conseguir mejorar tracción a consta de disminuir la velocidad punta. Ellos serán los que marquen los mejores tiempos en los dos primeros sectores y los que vuelen en el tercero habrán optado por montar una carga menor, y luego estarán los Red Bull que marcarán los mejores tiempos en los tres sectores a la vez, como siempre, jeje. 
Como he dicho, esta es una pista donde necesitas  mucha tracción para mejorar la salida del coche de las continuas frenadas, por tanto las ruedas se desgasta más y será otro de los factores a tener en cuenta. Pirelli trae los  neumáticos blandos, P Zero amarillo  y super-blandos, marcado en rojo que no lo utilizaban desde Canadá. En una pista tan deslizante y bacheada es necesario el máximo agarre y estos son los que dan mejores prestaciones en estas condiciones, el problema es que duran menos, así que podremos ver seguramente, estrategias de dos paradas, aunque tampoco es descabellado ir a una o incluso a tres. Ésta última quizás la más osada ya que en recorrer el pit-lane de Marina Bay se pierde unos diecinueve segundos más la parada para cambiar neumáticos y mucho hay que correr antes para contrarrestar dicha pérdida. Un aspecto importante a reseñar de esta pista es que a medida que va transcurriendo la carrera tiende a disminuir su temperatura drásticamente, al contrario que en el resto de trazados.
Es una pista donde es muy difícil adelantar. Para este fin de semana, la FIA ha delimitado dos zonas de DRS en el circuito de Marina Bay. El punto de detección de la primera zona estará habilitado a 230 metros antes de la llegada a la curva 5, y tendrá su punto de activación justo 50 metros después del vértice de la misma curva. Por otro lado, el punto de detección de la segunda zona de DRS estará ubicado 80 metros antes del vértice de la curva 22, y tendrá su punto de activación 45 metros después del vértice de la siguiente curva, la 23.
Este año se han realizado modificaciones en el circuito que mejorarán el trazado y sobre todo el tiempo por vuelta en un segundo aproximadamente. Los organizadores de la carrera han eliminado la triple chicane conocida como 'Singapur Sling', una de las curvas más polémicas del campeonato para dar entrada a una simple curva a izquierdas en un intento por mejorar el ritmo de la pista urbana y que, muy probablemente, alegrará a los pilotos que la habían calificado como la "peor curva del campeonato". El objetivo es mejorar la seguridad y evitar que los monoplazas salgan catapultados hacia las barreras como ya vimos durante la temporada pasada. Teniendo en cuenta el aumento de la velocidad, la FIA ha decidido situar una barrera tipo TecPro extra a lo largo de la salida de la curva para mejorar la seguridad. Varias zonas pequeñas de la pista se han vuelto a asfaltar, con el objetivo de evitar brechas en el pavimento. Por otro lado, los pianos de acero instalados en 2012 cuentan ahora con una sección trasera adicional, lo que descarta rellenarlos con asfalto (excepto el vértice de la curva 18). Además, el piano situado en la salida de la curva 7 se ha alargado unos 10 metros más.
El pronóstico del tiempo para todo el fin de semana es de buen tiempo para el sábado y domingo y posibilidad de tormentas para el viernes. Como es habitual,  el calor y la humedad será muy alta que hará que la fatiga de los pilotos sea mayor. 
En esta carrera los equipos suelen presentar las últimas actualizaciones, salvo los candidatos a luchar por el título. El resto se centrarán en diseñar el coche de la próxima temporada y las modificaciones en los coches hasta Brasil serán mínimas.

La zona de activación del DRS en carrera se ubicará en el tramo más rápido del circuito, el que conduce hacia la curva 7 (precisamente, el mejor punto para el adelantamiento). El punto de detección estará en la curva 4. A pesar de ser una pista urbana las posibilidades de adelantamientos son altas ya que cuenta con un ancho de pista más que considerable.
En fin, un espectáculo, con un skyline inmejorable que hace de esta carrera muy especial. Veremos que tal se adaptan los coches aquí, presumiblemente los Red Bull y los Mercedes de nuevo de adapten bien a esta pista. Ferrari, una incógnita. Fernando se acopla como nadie a este tipo pista. Ya veremos, pero eso será otra historia.
 


Domingo XXIV del Tiempo Ordinario (C)



15-9-2013                   DOMINGO XXIV TIEMPO ORDINARIO (C)
                         Ex. 32, 7-11.13-14; Slm. 50; 1 Tim. 1,12-17; Lc. 15, 1-32
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            - Las lecturas de hoy nos hablan de los pecadores que se arrepienten de sus pecados y del perdón de Dios. Sin embargo, nadie puede arrepentirse si no se sabe pecador, si no se ve pecador. Pero, ¿realmente los hombres tenemos pecados o esas malas acciones que cometemos son más bien errores, fallos, cosas del carácter humano o distintos modos de ver las cosas? ¿Tenemos pecados o no tenemos pecados? Si no tenemos pecados, ¡no necesitamos el perdón de Dios para nada! Si no tenemos pecados, entonces las palabras del Salmo 50 son mentira y un sarcasmo, o son desvaríos de un atormentado: “Misericordia, Dios mío, por tu bondad, por tu inmensa compasión borra mi culpa; lava del todo mi delito, limpia mi pecado”.
            Hace años en Gijón un hombre me dijo que él no nunca se confesaba, porque no creía que los hombres pudiéramos cometer ningún pecado mortal. Entonces yo le conté un caso que acababa de suceder en Oviedo y que me había causado mucho sufrimiento: Resultó que una mujer vivía feliz con su marido y con sus tres hijos. El marido, de improviso, la dejó por otra. La situación económica de la mujer y de sus tres hijos pasó a ser de escasez, pues el marido dejó de darles dinero. Menos mal que, al poco tiempo, un hombre ofreció a la mujer un trabajo de auxiliar administrativo en su empresa. Con ese sueldo iban a poder sobrevivir sus hijos y ella misma. ¡Siempre hay gente buena por el mundo! A los pocos días el jefe se acercó a la mujer por detrás y, tocándole el hombro, le dijo que estaba haciendo bien su trabajo y que estaba contento con ella. Al día siguiente, tocándole la espalda, le dijo que siguiera así, que iba muy bien con la labor encomendada. Al día siguiente, tocándole un seno, le dijo que podría aspirar a más dentro de la empresa. Entonces, aquella mujer se planteó un dilema: 1) si quería dar de comer y estudios y ropa a sus hijos, tenía que ‘acatar las reglas de tocamientos’ del jefe. 2) Si le cortaba las alas, sería despedida en cuanto finalizase el contrato temporal que había firmado. ¿Qué hubiera hecho cualquiera de nosotros en esa misma situación? ¿Veis en esta historia algún pecado mortal? Quizás el del marido que abandonó a su familia, les dejó pasando graves necesidades y expuestos a cualquier cosa; quizás el del jefe que se aprovechó de las necesidades materiales de aquella mujer y de sus hijos para propasarse, para humillar, para quitar a aquella mujer la poca dignidad y autoestima que le quedase, para que dejase de creer en el género humano…
            Otro caso: Hace ya bastantes años un hombre casado y con hijos hizo unos ejercicios espirituales en un monasterio. En ellos tuvo un encuentro con Jesucristo y toda su vida cambió totalmente. Antes creía en Dios e iba a Misa en bodas y funerales, pero hacía lo que le daba la gana: maltrataba de palabra y obra a su mujer e hijos, bebía, odiaba y se enfrentaba con otras personas... En estos ejercicios sintió cómo Dios le hablaba al corazón y se dio cuenta de todos los pecados que había cometido durante toda su vida. Cuando salió del monasterio fue a casa dispuesto a cambiar y ser de verdad un buen cristiano. Al llegar a casa, era la hora de comer y todos se sentaron en la mesa. Entonces él hizo una cosa que nunca antes había hecho: bendecir los alimentos. Por eso fue a hacer la señal de la cruz y, al levantar la mano, los hijos y la mujer apresuradamente se metieron debajo de la mesa o se tiraron al suelo, porque pensaban que les iba a golpear, como había hecho en otras ocasiones. Entonces él fue plenamente consciente del terror, y no del amor, que inspiraba a su familia, y se echó a llorar[1]. Este hombre entonces explicó a su mujer e hijos que quería cambiar y así fue. Después esa familia fue feliz. Por eso dice Jesús en el evangelio de hoy: “Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse”.
            - ¿Somos los hombres pecadores? SÍ. Pero el pecado sólo podemos mirarlo desde Dios. Si lo miramos únicamente desde nosotros mismos, ese pecado nos hunde y nos destroza. Cuando miramos nuestro pecado desde Dios, entonces experimentamos su perdón y su amor hacia nosotros. Esta experiencia maravillosa la describió muy bien San Agustín cuando dijo: “Miseria mía, misericordia de Dios”. Fijaros ahora en cómo vivió esta misma realidad San Pablo: él era un judío fervoroso desde su más tierna edad, él era un fiel cumplidor de todas las prescripciones judías y, sin embargo, fijaros en lo que él dice de sí mismo, una vez que hubo conocido cara a cara a Jesús: “Yo era antes un blasfemo, un perseguidor y un violento... Yo no era creyente y no sabía lo que hacía... Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores y yo soy el primero”.
            Sólo el que de entre nosotros se reconozca, con los ojos de Dios, como pecador, podrá descubrir lo que nos dicen hoy las lecturas: el amor tan grande que Jesús tiene por todos los pecadores del mundo. Cuando muchas veces decimos: ‘No sé cómo Dios permite esas cosas: que uno viole a una niña[2], que uno mate a otro’. Si decimos: ‘que Dios mate a esos hombres’. Es como decir que una madre mate a su hijo drogadicto o a su hijo malo. ¡Mátalo tú! ¡Mata tú a tu hijo! Hace un tiempo había una mujer que sufría mucho con un hijo suyo y una vecina soltera le dijo: ‘Si fuera hijo mío, yo lo hubiera tirado por la ventana’. A esto respondió la madre: ‘Si fuera hijo tuyo, yo también lo hubiera tirado por la ventana’. Pues Dios es muchísimo más bueno que todos nosotros juntos. El corazón de Dios está hecho para amar y para perdonar. No comprendéis que, si Dios tuviera que alejar de sí o matar a los malos, a los que son pecadores, entonces nos tendría que alejar o matar a todos nosotros. ¡A todos!

¡Señor, no nos alejes nunca de ti!
¡Señor, danos tu luz en nuestra ceguera!
Nosotros, como el ciego en el camino,
pedimos el milagro de verte, de vernos y de ver a lo demás…
tal y como tú ves.
¡Señor, danos la alegría de tu perdón y de tu salvación!



[1] ¿Tenía este hombre pecados o no los tenía? He conocido tantos casos en los tribunales eclesiásticos de familias desestructuradas por las agresiones y/o vicios de los progenitores: los hijos escaparon de casa y se casaron de mala manera y equivocadamente (más fracasos y sufrimientos); sus descendientes pagaron las culpas de los abuelos; los cónyuges pagaron las culpas de sus suegros…, y así los pecados de unos iban destrozando la vida de unos y de otros.
[2] En un periódico del martes salía la noticia de que una niña de 8 años había muerto en su noche de bodas. En Yemen fue entregada por su familia en matrimonio a un hombre de 40 años. Este hombre la desfloró y las heridas internas mataron a la niña.