Domingo de Ramos (A)

16-3-08 DOMINGO DE RAMOS (A)

Is. 50, 4-7; Slm. 21; Flp. 2, 6-11; Mt. 26, 14-27, 66



Queridos hermanos:
* En esta semana celebraremos los misterios principales de nuestra fe: la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, nuestro Dios y Señor. La semana empieza por el Domingo de Ramos, en donde Jesús es elevado a la cima de su popularidad entre la gente:
La multitud extendió sus mantos por el camino; algunos cortaban ramas de árboles y alfombraban la calzada. Y la gente que iba delante y detrás gritaba: ‘¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en el cielo!’ Pero, a partir de aquí, Jesús entra en barrena respecto a su popularidad y en menos de una semana acaba apresado, abandonado, insultado, condenado y ajusticiado. Jesús va perdiendo y le van quitando todo lo que tenía, y esto le sucede en menos de 24 horas: el tiempo que va desde el jueves por la noche hasta el viernes, a primera hora de la tarde. A Jesús se le machaca físicamente, se le quita cualquier apoyo humano, aparentemente todo el mundo (de toda orden y condición) está en contra de él, y ni siquiera Dios parece estar presente en él:
- Jesús es machacado físicamente. 1) En primer lugar Jesús hace un ofrecimiento de toda su carne, de su cuerpo, y de toda su sangre en lo que se conocerá más adelante como la Institución de la Eucaristía:
Tomad, comed: esto es mi cuerpo [...] ésta es mi sangre derramada por todos 2) En el huerto de los Olivos a Jesús lo detienen soldados y gente que viene con espadas y palos. Dice el evangelio que le echaron mano y lo harían de mala manera. Empezaba el calvario físico para Jesús. 3) En casa de Caifás a Jesús le escupieron a la cara y lo abofetearon; otros lo golpearon, diciendo: ’Haz de profeta, Mesías; ¿quién te ha pegado?’” 4) Para llevarlo hasta Pilatos a Jesús lo ataron y a empujones lo fueron llevando como un trofeo por las calles atestadas de gente. Tanto sufrimiento físico le estarían dando a Jesús que hasta el mismo Judas sintió un gran remordimiento y quiso dar marcha atrás. 5) Pilatos lo manda azotar por sus soldados. Estos le dieron un buen “repaso” para prepararlo para la crucifixión. De un modo muy crudo es descrito por el evangelista: “Los soldados del gobernador se llevaron a Jesús al pretorio y reunieron alrededor de él a toda la compañía: lo desnudaron y le pusieron un manto de color púrpura y, trenzando una corona de espinas, se la ciñeron a la cabeza y le pusieron una caña en la mano derecha. Y, doblando ante él la rodilla, se burlaban de él […] luego le escupían, le quitaban la caña y le golpeaban con ella la cabeza.” 6) Finalmente, ya lo crucificaron. Le dieron muerte y de un modo atroz: atravesando con clavos sus manos y sus pies, y dejando que colgara de un madero hasta que todo acabara.
- Las personas humanas somos hombres en relación. Un hombre aislado y completamente solitario acaba mal. Cuando llegamos nuevos a un sitio y vemos alguien conocido, se nos alegra el semblante. Nos necesitamos unos a otros. Pues bien, Jesús en pocas horas es despojado de sus amigos y de sus seres más queridos. 1) Nos dice el evangelio que el primero en marcharse de su lado fue Judas, y lo hizo con una traición. No sólo abandonó a Jesús, sino que lo vendió por unas monedas. 2) Luego Pedro, Santiago y Juan no fueron capaces de velar con Jesús y acompañarle en su dolor y en su angustia. Se dormían. Su sueño era más fuerte que el dolor y el miedo de su amigo Jesús. 3) Cuando detuvieron a Jesús en el huerto de los Olivos, nos dice el evangelio que “en aquel momento todos los discípulos lo abandonaron y huyeron.” Ya no le quedó nadie. Ya estaba Jesús completamente solo y a merced de sus captores. 4) Es verdad que Pedro siguió a Jesús con el poco valor que le quedaba, pero, en cuanto se vio pillado, juró y perjuró que no conocía a aquel hombre. Ahora sí que estaba Jesús completamente solo. 5) S. Mateo quiere resaltar tanto la soledad de Jesús en aquellos momentos que reseña la presencia de algunas mujeres, pero… ellas estaban lejos y no al pie de la cruz. 6) Después del fallecimiento de Jesús, ya aparece José de Arimatea, mas él viene, no a ayudar a un vivo, sino a enterrar a un muerto.
- En el relato de la pasión de Jesús parece que todos se pusieron de acuerdo para machacarlo: 1) Los sumos sacerdotes intrigaban para prender a Jesús y acabar con él. 2)
Un tropel de gente, con espadas y palos, mandado por los sumos sacerdotes y los ancianos del pueblo entró en el huerto de los Olivos para apresar a Jesús. 3) Cuando lo llevaron a casa de Caifás, allí Jesús se encontró con los escribas y ancianos, y ”los sumos sacerdotes y el sanedrín en pleno buscaban un falso testimonio contra Jesús para condenarlo a muerte y no lo encontraban, a pesar de los muchos falsos testigos que comparecían.” 4) Todavía existía una posibilidad de librar a Jesús. Había costumbre de librar a un preso[1] en las fiestas de la Pascua judía por parte de los romanos. Pilato plantea esta posibilidad y da a elegir a la gente entre Jesús y Barrabás: “los sumos sacerdotes y los ancianos convencieron a la gente que pidieran el indulto de Barrabás y la muerte de Jesús.” 5) Hemos visto antes cómo los soldados romanos se ensañaron contra Jesús con los azotes, los palos en la cabeza cubierta de la corona de espinas y las burlas. 6) Cuando Jesús está en la cruz, sigue toda la gente concitada contra él: “Los que pasaban lo injuriaban […] los sumos sacerdotes con los escribas y los ancianos se burlaban también […] hasta los bandidos que estaban crucificados con él lo insultaban.” Otro evangelista nos dice que uno de los ladrones crucificados lo defendió, pero aquí se nos dice que los dos insultaban a Jesús. Durante los tres años de vida pública de Jesús su paso entre la gente provocaba mayoritariamente simpatía y buenos sentimientos, pero en estas 24 horas, entre el Jueves Santo y el Viernes Santo, parecía que una rabia instintiva y asesina se iba apoderando de todos los que iban teniendo contacto con Jesús: todos contra un solo hombre.
- Cuando uno se ve atacado y asaltado por todo y por todos, cuando no hay remedio por ningún lado, sólo le queda el recurso a Dios, que a Jesús parece no hacerle mucho caso. 1) Jesús acudió a El en el huerto de los Olivos y le suplicaba:
Me muero de tristeza […] Padre mío, si es posible, que pase y se aleje de mí ese cáliz. Pero no se haga lo que yo quiero, sino lo que tú quieres […] Padre mío, si este cáliz no puede pasar sin que yo lo beba, hágase tu voluntad. 2) Estando en la cruz Jesús se dirige de nuevo a su Padre Dios y le grita que por qué lo ha abandonado, y a continuación le entrega lo único que le quedaba: su espíritu.
* Pero la celebración de la Semana Santa no es simplemente un momento para unas vacaciones, para asistir a los unos pasos procesionales y para un recordar una historia que sucedió hace 2000 años. Hoy también es Semana Santa para tanta gente que sufre y que muere. En esta semana pasada leíamos que el Arzobispo caldeo (católico) de Mosul-Iraq, Boulos Faray Raho, ha sido asesinado por sus captores y su cadáver ha sido encontrado hoy con varios disparos en la cabeza en una carretera cerca de Mosul (400 kilómetros al norte de Bagdad). El arzobispo fue secuestrado el pasado 29 de febrero en un asalto que costó la vida al conductor del vehículo en el que viajaba y a sus dos guardaespaldas.
Ayer me escribía Olga, una de las religiosas que estaba en la Delegación de Misiones de aquí, de Oviedo y me dice que está en Colombia de vacaciones (van cada 3 ó 4 años) y “pierde” algunos días de estar descansando o con su familia para acompañar a unas personas de Asturias que están estudiando la viabilidad de un proyecto: la construcción de una casa para ancianos, pues la situación de muchos es muy deprimente y sin dónde vivir, solos, con muchas dificultades, y sin recursos económicos.



[1] Esta costumbre está instaurada también en muchos lugares de España por estas fechas y las autoridades civiles indultan a un preso a petición de una cofradía o de otra institución católica.