EN EL FILO DE LA NAVAJA: ANÁLISIS GP BRASIL



Esto se acabó, el mundial 2012 de F1 es ya historia,  después de la magnífica carrera vivida en Brasil con todos los alicientes esperados el campeonato fue para Sebastian Vettel. El joven alemán consigue su tercer entorchado y lleva camino de poder marcar una época en la historia de la F1 a poco que tenga en sus manos una máquina de categoría que le permita luchar con sus rivales. El domingo fue completito, una carrera de supervivencia extrema en la que llegó en cierta medida casi todos los elementos que los seguidores de Fernando pedían, un accidente en la salida, lluvia, pista seca, lluvia de nuevo, eso sí, lo único que faltó a la fiesta fue la esperada avería  del Red Bull que visto lo visto y de no ser por el encontronazo de Hamilton con Hulkenberg no hubiera servido de mucho, los astros estaban de parte del alemán y de su
coche para ganar, porque seamos sincero, dentro de la mala fortuna del incidente de salida el poder continuar sin daños fue un milagro, eso sí la remontada con la pista deslizante fue más destacada que la realizada en Abú Dhavi de lejos, lo que demuestra el talento de Vettel. Este no ha sido un buen fin de semana para él, siempre jugando en el filo de la navaja, nervioso y fallón en los momentos claves, demostrando que la presión le hizo mermar sus capacidades. No contó con la mala calificación, con un coche adaptado como acostumbran los chicos austriacos le costó mantener en ocasiones el ritmo de los delanteros y con algún que otro fallo desde el muro.
La salida fue desastrosa, naufragó por falta de experiencia y por exceso de presión, cedió muchas plazas por miedo a tener algún incidente y cuando quiso darse cuenta se encontró en la zona media del pelotón, una zona que detesta y que gestiona mal y en mi humilde opinión es donde tiene que destacar las figuras. Su toque le mando a la cola pero con mucha fortuna, un coche en medio de la pista y que saliera casi integro fue un milagro y no solo eso,  incluso la mala suerte que podía haber supuesto para él las condiciones climatológicas, le ayudaron, tanto en la remontada como para mantener ese escape roto a raya con la temperatura, la suerte de los campeones.
 Tocaba remontar. Con la pista muy deslizante y peligrosa supo aprovechar con coraje y en alguna que otra con valentía la gran carga que disponía en la zona revirada para pegarse y atacar en la recta con el DRS. En pocas vueltas se situó detrás de su rival y todo parecía solventado. Con las ruedas de lluvia se mantuvo a ritmo aceptable, no quiso meterse en más problemas, arriesgando lo justo y necesario con el único objetivo el de marcar a Fernando. Con los compuestos duros su ritmo fue decayendo obligado por Newey  tras comprobar que los daños en los escapes fueron considerables. Así se  decidió cambiar el comportamiento del motor para bajar la temperatura de los escapes dado que es la parte más sensible del coche tal y como reconoció posteriormente. Dejo pasar incluso a Massa para no meterse en líos, no parecía que la historia fuera a complicarse pero se complico. Un tremendo error desde el muro casi le cuesta el campeonato al decidir romper el marcaje a Fernando y cambiar las ruedas de seco cuando a la postre, cuatro giros después empezara a llover y tuviera que reemplazarlas por las de lluvia. Sí a eso le unimos el inesperado accidente  antes mencionado colocaba al español segundo y la cosa se puso algo más negra, aunque con Webber como posible comodín podía mantener las opciones sin demasiadas apreturas hasta el final donde consiguió la sexta plaza. Por tanto carrera incómoda de principio a fin, sufrida,  luchada para luego ser mejor saboreada pero este domingo se han visto las virtudes y los defectos del campeón.
 La actitud de Webber fue sorprendente, no se amilanó en ningún momento ante su compañero, le presionó en la salida y en algunos momentos de la carrera, perecía más un enemigo que un aliado.
Los grandes dominadores de la carrera han sido los McLaren y el sorprendente Force India de Nico Hulkenberg. La lucha a tres bandas fue intensa, parecían correr en otra división. Tras los cambios introducidos en el alerón delantero los ingleses han dado solución inmediata a la estabilidad del coche y les ha dado el plus necesario para ganar las dos últimas carreras y de no haber sido por el accidente de Hamilton que impidió el doblete  la segunda plaza del mundial de constructores hubiera sido suya. Ha sido con diferencia el mejor coche de la temporada en cuanto a prestaciones se refiere pero sus averías y los continuos  incidentes de sus pilotos, incluyendo la bajada de rendimiento de Button les ha impedido brillar más y  situarles en lo más alto, tanto en el campeonato de pilotos como en el de constructores. Seguramente y salvo sorpresa serán el equipo a batir el año próximo ya que sin cambios en la normativa esta será la base del coche del años que viene y la verdad, la base es muy buena.
El ritmo de cabeza de los tres era tremendo en una pista tan complicada. En la primera parte de la carrera no necesitaron entrar a cambiar las ruedas de lluvia, no les hacía falta, los de atrás parecían hacer patinaje artístico y ellos ir en tren, con unos tiempos muy similares y a poco que dejó de llover quedaron destacados con una cuarentena de segundos. De no ser por el coche de seguridad hubieran doblado a todos. La reagrupación no fue un problema para ellos pero si facilitó la posible batalla entre Nico y Hamilton que termino uno en la calle y otro sancionado. La victoria para Button, brillante, piloto que gestiona mejor que nadie las carreras con condiciones cambiantes y como curiosidad, ganador de la primera y la última de la temporada
 Destacar la carrera del alemán, inmensa, el gran tapado de Brasil. La potencia de su motor Mercedes unido a la configuración de su coche a las previsiones de lluvia le hizo ser igual de rápido o más que los McLarens. Lastima de su fogosidad que a la postre acarreo una sanción que le hizo pasar de un día perfecto a terminar quinto.
Esa fue la jugada que nunca llegó y hablo de Ferrari. Sin arriesgar, sin un coche competitivo en calificación, sin ritmo de carrera en seco y sin ritmo en lluvia no se puede llegar a ninguna parte si lo que se pretende es ganar y si el objetivo de los italianos hubiera sido ganar y no terminar en el podium puede que otra historia hubiera sucedido. Me quedaré solo con lo bueno, la segunda plaza heredada por  Fernando y la extraordinaria tercera de su compañero Massa pero nada más. Para mí fue un fin de semana desastroso, de mal en peor. Si en Austin no dieron el clavo, aquí menos, nunca fueron una alternativa real y así no se puede hacer nada más. Comenté que la única manera de ganar era arriesgar y si no se arriesga, apaga y vámonos. Conservadurismo, maldito conservadurismo, algo que le sobra a raudales al equipo rojo y así le van las cosas. Son conservadores a la hora de diseñar, conservadores en las estrategias y conservadores en los momentos en los que hay que arriesgar y si tu única esperanza para conseguir la victoria se centra en esperar una avería de tú rival o por un accidente del mismo pues mal camino llega. Muchos dicen que si el mundial se perdió en los accidentes de Spa o Japón pero también se perdió el día que Fernando se quedó sin ruedas, lo mismo que Sebastian pero a este lo llamaron para entrar a cambiar a falta de seis vueltas y consiguió unos valiosos puntos que a la postre le han dado el título, a esas cosas me refiero y el hubiera preferido ver a Fernando terminar el décimo por no haber caído una gota aunque sé que se habrían llovido infinidad de criticas que  terminar cuarto después de suceder todo lo que sucedió en la carrera, por que seamos claro, de cuarto no hubiera pasado.
 En fin, se quedaron con la miel en los labios, pero hay que estar tremendamente orgulloso del trabajo realizado, luchando y perdiendo el título por solo tres puntos y eso es gracias a su talento, conseguir sacar petróleo de un coche que a principios de año era con diferencia el cuarto o quinto de la parrilla. Lástima de no haber tenido a principios de año a Massa en el estado de forma que ha terminado, de haber estado así la cosa hubiera cambiado ya que es bueno que te presionen desde el equipo para que uno mejore.
Ferrari no es el mejor coche pero no es ni de lejos el peor de los grandes. Ha ganado tres carreras y siempre ha estado en la lucha por el podio, compitiendo con McLaren, Red Bull y Lotus en la parte más alta de la parrilla. Cada uno tiene sus virtudes, Red Bull tiene un coche más completo, Ferrari posee una fiabilidad a prueba de bombas y McLaren tiene las mejores prestaciones puras y lo que podéis tener claro es que los coches que están funcionando bien este final de temporada lo seguirán haciendo el año que viene. Y los que van mal tendrán tiempo para intentar enmendar la página y trabajar en la dirección correcta. Así que habrá que tener confianza y esperemos que se resuelvan los problemas de los sábados para tener un coche que gane carreras que eso es lo que se necesita.
La carrera de los rojos fue brillante sobre todo teniendo en cuenta la posición de salida. Massa volvió a demostrar la mejoría del coche y su talento le colocó por segunda carrera consecutiva por delante del español. Fernando sigue sin dar la talla los sábados, al menos cuando ha sido más necesario pero lo soluciona con maestria los domingos. La salida fue muy buena, adelantando cuatro plazas pero un error le hizo perder plazas. El adelantamiento a Massa y Webber, de lo mejor del año.
 Batallador donde los haya consiguió la segunda plaza final que la verdad supo a muy poco. Felipe también estuvo impresionante en su tierra, de lo mejor de la carrera, le cubrió las espaldas cuando hizo falta, tiró cuando no, sin fallos, chapó por él.
En fin, una de las mejores carreras que he visto nunca, eso sí, se me hizo eterna pero pudimos disfrutar de un tremendo espectáculo donde Fernando remó entre las aguas pero murió en la orilla. Me abstengo de comentar batallas inútiles, adelantamientos vergonzosos o banderas parpadeantes, ya sirven de poco aunque razones tengan, prefiero terminar con el sabor agridulce de haber disfrutado de un mundial maravillosos, desde principio a fin, uno de los mejores que recuerdo por la calidad de los contrincantes, de la igualdad de los coches y febrero está más cerca de lo que creemos aunque ahora nos parezca muy lejos. Solo desear que el año próximo sea igual o mejor que este  pero con una diferencia, ojala que se lo pueda traer el asturiano, pero eso será otra historia y os la contaré el año que viene.