Epifanía (C)



6-1-2013                                             EPIFANIA (C)

Homilía de la Epifanía del Señor from gerardoperezdiaz on GodTube.

Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
            1) Al inicio del evangelio de hoy narran los magos a Herodes que habían estado siguiendo una estrella, la cual les mostraba la existencia del Rey de los judíos. Cuando los magos salen del palacio de Herodes y de Jerusalén, se dice en el evangelio: De pronto la estrella que habían visto salir comenzó a guiarlos hasta que vino a pararse encima de donde estaba el niño. Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Y leyendo este evangelio y estos datos (una estrella que se muestra, una estrella que desaparece y una estrella que vuelve a aparecer) se me ocurrió por vez primera una idea que en cierto modo me quitó la paz y/o me dejó perplejo: ¿Por qué tuvo que ocultarse la estrella que guiaba a los magos hasta Jesús? Si la estrella no se hubiera ocultado, los magos no habrían tenido que entrar en Jerusalén a preguntar por ‘el nuevo Rey de los judíos’, ni habrían alertado a Herodes, ni Herodes hubiera temido por su reino temporal, ni María ni José hubieran tenido que huir a Egipto, ni Herodes habría mandado a sus soldados a buscar al Niño Jesús para matarlo, ni estos soldados hubiera matado a los Santos Inocentes, ni los padres de estos Santos Inocentes hubieran sufrido la pérdida de sus hijos, ni…
            ¡Cuántas cosas sucedieron, y no precisamente buenas, y todo porque la estrella que anunciaba a los magos el nacimiento de Jesús, el Rey de los judíos, desapareció del firmamento mientras guiaba a dichos magos y éstos tuvieron que preguntar a Herodes! En efecto, si la estrella que mostraba el nacimiento de Jesús hubiera guiado EN TODO MOMENTO a los magos; si dicha estrella se hubiera desviado un poco de Jerusalén camino de Belén, los magos hubieran podido llegar a Belén sin ser advertidos por Herodes y sus secuaces, y así hubieran podido adorar al Niño Dios y hubieran podido regresar a sus casas sin que Herodes lo supiera. De este modo, Herodes no habría mandado soldados a matar a Jesús ni a los Santos Inocentes, y María, José y Jesús hubieran podido regresar sin problema alguno a Nazaret y sin tener que pasar unos años en Egipto como emigrantes.
            Repito la pregunta: ¿Por qué tuvo que ocultarse la estrella que guiaba a los magos hasta Jesús? ¿Por qué tuvo que haber tantas muertes y sufrimientos inútiles?
            Todo esto que acabo de decir ha sido desde la perspectiva de los hombres. Sí, desde la perspectiva de los hombres, Dios se equivocó y su equivocación la pagaron muy cara unos niños y sus padres, y de refilón también les afectó a José, María y Jesús.
            2) Pero vamos a mirar los hechos arriba narrados desde la perspectiva de Dios. No sé si sabéis que la Sábana Santa de Turín se viene venerando en esta ciudad italiana desde hace muchos años. Se decía que ella había envuelto el cadáver de Jesús y, si se extendía, se veían claramente una serie de manchas rojas. A finales del siglo XIX la sábana fue fotografiada por primera vez y, cuando se iba a revelar la fotografía, en el negativo apareció claramente dibujado por las manchas de sangre la figura de un hombre en el que se apreciaban las heridas de los clavos en las manos y en los pies, la sangre de la corona de espinas y otros detalles que encajaban perfectamente con las heridas causadas a un crucificado. Fue necesario esperar a ver el negativo de una fotografía para apreciar todos estos detalles, que siempre estuvieron ahí y que nunca antes fueron percibidos con esa nitidez por los ojos humanos. Mirad el negativo de la Sábana Santa de Turín en la que se aprecia una figura humana de frente y de espalda:
 Pues del mismo modo, quisiera ahora que tratemos de encontrar una respuesta a estas preguntas: ¿Por qué tuvo que ocultarse la estrella que guiaba a los magos hasta Jesús? ¿Por qué tuvo que haber tantas muertes y sufrimientos inútiles? Para ello observaremos los acontecimientos que narra hoy el evangelio y las razones de los mismos desde el ‘negativo de la fotografía’, es decir, desde el lado de Dios y entonces seguramente aparecerán otros datos, otras razones que, desde el punto de vista meramente humano, se escapan a nuestra comprensión:

            - Dios mostró y manifestó el nacimiento de su Hijo a los pastores de los alrededores de Belén, a unos magos de oriente que estaban a muchos kilómetros de distancia.
            - Dios hizo esto porque los pastores eran hijos suyos muy queridos. Los magos también eran hijos suyos muy queridos, pero igualmente y en la misma medida Herodes y los sabios de Jerusalén era hijos suyos muy queridos.
            - Dios quiso mostrar y manifestar el nacimiento de su Hijo a Herodes y a los sabios de Jerusalén. Así Dios quería que ellos también conocieran este acontecimiento y podrían así, junto con los pastores y los magos, visitar y adorar al Niño Dios, al Mesías liberador de Israel y de todos los hombres. Para unos padres son iguales los hijos buenos que los malvados, y quieren que todos participen por igual de su herencia, de sus alegrías y de sus tristezas.
- Pero Herodes no escuchó. Cuando los magos preguntaron: ¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido?, Herodes pensó que su reino corría peligro y que iba a ser destronado. Él no se dio cuenta que Jesús no iba a quitarle ni sus palacios, ni sus tesoros, ni sus títulos. Jesús sólo quería su corazón. Lo otro podía quedárselo él por entero. Pero Herodes seguía sin escuchar y reaccionó ira satánica, con asesinatos… Al llegar a este punto me he acordado del cuento de la serpiente herida y la india:
“Una india norteamericana encontró una serpiente de cascabel en medio de la nada; la serpiente estaba herida y débil; ella la llevó a su casa y cuidó de ella; todos los días le daba de comer y la quería como una hija. Hasta que un día, cuando la serpiente estaba sana, ésta clavó sus afilados colmillos atravesando la piel de la india e inyectando todo el veneno en su organismo y, antes de caer muerta, la india tuvo la fuerza de preguntarle a la serpiente: ‘¿Por qué me has mordido, si yo te cuidé en la enfermedad y te quise mucho?’ A lo que la serpiente le respondió: ‘Tú sabías que yo era una serpiente de cascabel, y aún así me cuidaste...’ En ese instante la india murió”.
Sí, Dios cuidó de su hijo Herodes con mucho cariño y le quiso presentar (manifestar) a su Hermano Mayor, Jesús, aunque sabía que era como una serpiente de cascabel y que un día le podría clavar sus colmillos. Pero es que Dios también nos cuida a todos nosotros como hijos queridos y nos manifiesta a Jesús en un día como hoy (día de los Reyes Magos y de la Epifanía), aunque nuestro comportamiento con Él y con sus hijos es, en tantas ocasiones,  también como el de serpientes de cascabel.