ANÁLISIS GP DE LA INDIA: LA HORA DEL CAMPEÓN



Dicho y hecho. Muy claro tenía hace dos meses Sebastian que el título se decidiría en el Gp de la India y así ha sucedido. El enfant terrible de la F1 actual  ha conseguido su cuarto entorchado mundial, de manera consecutiva de manera imprevisiblemente holgada a tenor de los resultados del inicio del mundial y se convierte en el tetracampeón más joven de la historia y de camino iguala en palmarés tanto a Prost  como a Fangio y en títulos conseguidos a Schumacher por méritos propios.
Unos números increíbles para un piloto que ha demostrado este año mucha madurez en su pilotaje aunque en otros aspectos tendrán que mejorar aún bastante. Nadie puede ser perfecto, aunque suele hacerlo muy bien y sobre todo, le sale todo bien, salvo contadas excepciones. Cuenta con un equipo increíble, con todos los medios posibles a su alcance. No se equivocan en el taller, no le fallan los alternadores, ni las cajas de cambio, no hace que pierda las ruedas y como no, no le fallan en las estrategias. En fin, cuando dos valores tan buenos se unen, crean una combinación  perfecta y eso es realmente el binomio Red Bull- Vettel, algo genialmente perfecto.  Ser veloz es algo innato, se tiene o no se tiene, Sebastian lo ha tenido desde el primer momento y vaya si lo está demostrando. Ha sido capaz de conducir sin fisuras, sin errores, eso sí, con el mejor coche de los últimos años, eso nadie lo podrá dudar y los mundiales de constructores lo abalan. Pero no solo habría que achacar su éxito a Red Bull. Está claro que sin ellos, Vettel no hubiera sido el campeón de los cuatro últimos años pero también es justo decir que sin el talento del alemán seguramente Red Bull tampoco hubiera llega a estar donde está hoy. Webber con el mismo coche no ha sido capaz de sacarle el rendimiento que esta máquina tiene. Poco más queda por decir, solo quitarse el sombrero ante la precocidad y dominio de este chaval.
De la carrera, dominio aplastante. Da igual que vaya a dos paradas, a tres o a cuatro, con el ritmo mostrado no hay rival que se les acerque. En esta ocasión no acertaron, bueno, matizo, no quisieron acertar con la estrategia el sábado. La opción de Webber era más viable pero seguramente no aseguraba la pole y cualquier error le podría retrasar demasiado y meterle en algún lío innecesario en la salida. Se sabía que sus ruedas le iban a durar poco viendo lo demacradas que quedaban en los libre con muy pocas vueltas dadas no tanto. El cambio fue muy rápido. En el segundo giro, con casi tres segundos de ventaja en la talega  cambio al compuesto duro e iniciaba la segunda fase de la carrera. Tocaba remontar algo que no fue demasiado complicado viendo la superioridad insultante del coche en esta cita, bueno, en esta y en todas las últimas. Fue quitándose rivales entre adelantamientos y cambios de ruedas hasta que pudo volar bajo cuando pudo rodar con pista libre. Una carrera sin ningún fallo y ganando más que sobrado. Una exhibición en toda regla. Su único “rival” fue su compañero pero como suele ser costumbre últimamente se quedó tirado por el camino ante la incredulidad del piloto australiano.
En fin, todo maravillosos, espectacular y emocionante para los aficionados azules y vamos  a ser sinceros, un martirio chino para los demás.

Las grandes sorpresas del fin de semana acompañaron al alemán en el podio. Por un lado Nico Rosberg, a la chita callando fue heredando los problemas de los que le precedían para situarse en el segundo escalón. No habían mostrado nada especial los Mercedes pero esta pista le venía bien. Creía que solo despuntarían en la calificación pero el ritmo de carrera del alemán aunque no destacó no fue del todo malo y le servía para alcanzar algún premio. La avería de Webber le aupó mucho más alto de lo esperado. Buenas carreras está haciendo Nico últimamente. Tendrá que renovar contrato o algo así ya que ha estado muy perdido en muchas fases del campeonato y parece últimamente más enchufado que su compañero.
Pero el segundo  carrerón del día lo hizo Grosjean. Se nota que ha ganado en confianza tras verse como primer piloto del equipo para el 2014. Tras la tremenda cagada por parte del equipo en la calificación, que le dejó fuera en la Q1 tocaba remontar desde la decimotercera posición y digo que si remontó. Su estrategia de una parada facilitó la tarea, algo increíble viendo como quedaban las ruedas de los demás. Sorprendente ver como era capaz de dar tantas vueltas con el mismo neumático y mantener un ritmo más que aceptable cuando Kimi malvivía arrastrándose por la pista india. Pirelli tiene gran parte de culpa en eso. Vaya añito llevamos. Lo visto en Buddera más que bochornoso. Ruedas mal fabricadas, juegos de neumáticos que podían durar entre tres y diez vueltas en un mismo coche sin cambios importantes en el set up. Limitación en el número de giro por cuestiones de seguridad. ¡Patético, patético!. Han sido con diferencia lo peor de este campeonato. Sus negligencias y sus cambios han falseado  un campeonato. Seguro que hubiera ganado el mismo, pero no con tanta solvencia. 
Volviendo a Lotus, las cosas en la casa francesa están muuuy calentitas. La batalla dialéctica entre Kimi y su ingeniero de pista rebasaron sobradamente los límites éticos. La resistencia del fines al ser doblado por Roman estuvo a punto de costarle la carrera a los dos e hizo saltar chispas desde el muro donde le recordaron que se apartara, pero con poca delicadeza y sobre todo, ninguna cortesía. El  ¡Quítate del medio, maldita sea!" no sentó bien a Kimi que inició una discusión muy calentita con el ingeniero. Menos bonito, de todo. Lástima, nos lo perdimos, si en condiciones normales el finlandés por radio insuperable, no me puedo imaginar como sería la conversación. Se le está haciendo largo el retorno a Ferrari y más aun con el ambiente  que hay en Lotus. 

 
 De patético habría que tachar la actuación de los Ferraris. Ya os lo digo yo, terminarán cuartos en el mundial de constructores. Justo premio para la mierda de año que han hecho. Sobre la carrera, estaba claro que había que arriesgar con Fernando y la opción de salir quintos con blandas u octavo con duras era más de los mismo pero la segunda facilitaba la obtención de algún premio. Era la mejor estrategia pero si te topas con Webber y se te rompe el alerón, poco tienes que hacer ya cuando el ritmo mostrado por el coche no era nada del otro mundo. Ver al Ferrari  de Fernando detrás de un coche, con su mismo motor, con el dinero más que limitado como es Toro Rosso y no poder adelantarlo,  con el presupuesto que tienen, debería sonrojar a más de uno. Pero no os preocupéis, no lo harán.
De no haber sufrido el toque quizás hubiera podido luchar con los Mercedes pero poco más. Lo bueno que tiene todo este tema es que ya solo quedan tres carreras para dejar hacer el ridículo. Por cierto, tengo que analizar un tema que me ronda por la cabeza ¿Por qué cuando el F138 se roza con alguien y rompe el alerón delantero tiene que entrar a cambiarlo cuando Lotus, Red Bull o Mercedes pueden rodar con él roto? Buena pregunta y no hay que achacárselo a la mala suerte. El Ferrari es muy crítico con todos los cambios que se producen en el alerón delantero y eso les está matando. Cualquier pequeño cambio en esta pieza cambia radicalmente la aerodinámica del resto del coche. Me diréis que como todos pero en ellos más. En fin, mientras Alonso ve como sus mejores años de carrera y pilotaje se le escapan e porque en su equipo no han sido capaces de ver el monoplaza necesario para esta reglamentación para regocijo de Vettel y los suyos.
La carrera de Massa parecía más prometedora que la de Fernando y se mantuvo en la lucha hasta que sus gomas dijeron basta. Su cuarta plaza final maquilló el resultado de los rojos aunque fue más por deméritos de otro que por mérito propios.

Bueno, próxima cita Abu Dahbi. La F1 viaja al país árabe donde veremos la séptima victoria consecutiva del alemán. Como decía un amigo, menos mal que  aun está la porra que si no, apaga y vámonos, pero eso será otra historia.
¡Felicidades Campeón!