Estaban mis ángeles revoloteando mi cabeza cuando se me ocurrió una buena idea. ¿Y si Ferrari montara el año que viene el corazón de Mercedes? O mejor aún, que fuera motorizado por Honda. Visto lo visto no sería mala idea, aunque soy de los que piensa que más vale malo conocido que bueno por conocer así que decidido, me sigo quedando con los alemanes. Es lo que tiene la mente, nunca descansa. Después de reflexionar sobre el tema me dije, da igual, tampoco serían capaces de hacer un coche como dios manda.
Terminó la tercera prueba de la temporada, el Gp de Bahrein y por fin pudimos disfrutar todos de una carrera en condiciones. Lo reconozco, disfruté como un enano. ¡Viva la F1 y fuera las órdenes de equipos! Eso sí, cuando no son justificadas. Está claro que cuando se han disputado sólo dos carreras, no es muy lógico que se hagan y si tienes a dos pura sangres aspirando al título montados en un misil llamado W05 menos todavía.
Para ser sincero no esperaba mucho de esta carrera. Analizando los datos creía que todos se centrarían más en controlar el consumo de combustible en una de las pistas más críticas en este aspecto de todo el campeonato pero no, se cruzaron una serie de factores por el camino y nos brindó uno de los mejores carreras de los últimos años y seguramente será recordada por mucho durante bastante tiempo. Es más, yo no la borraré del disco duro para recrearme con ella cuando llegue Mónaco que será muy aburrida como siempre.
La historia parecía que podría seguir el guión de hace una semana. El piloto que consiguiera la pole tendría las puertas abiertas para alcanzar la victoria pero en esta ocasión los protagonistas decidieron modificar la trama para hacerla una obra de arte en tres actos. La “inesperada” pole de Nico y el rumor de que había un pacto entre caballero dentro del equipo que hacía ganador al poleman pronto se vio que no era cierta. Se levantó el telón y Hamilton le ganó la partida a Rosberg en la salida. Apuntaba que se marcharía del alemán, pero no, el rubiales se mantuvo sin problemas a cola del británico hasta que 3 vueltas donde se activo el DRS y se lanzó a por él. Genial, qué batalla! El segundo acto llegó sobre la vuelta 16. Los dos gladiadores volvieron a iniciar las hostilidades sabedores de que quién llegara en cabeza en la giro 19 entraría primero a cambiar las ruedas. Merecía la pena luchar ya que esa ventaja permitiría tener media carrera en el bolsillo. El ingles aguantó las envestidas y llegó el primero. Montaba blandas y obligaba a Nico a cambiar de estrategia. Todo parecía más que resuelto cuando llegó el accidente de Maldonado con Gutiérrez.
Ultimo acto, diez vueltas, Nico con las mejor opción de ruedas que su compañero y llegó el éxtasis. Todo estaba a favor para el alemán en la batalle final pero el próximo campeón del mundo 2014 aguantó como un jabato las envestida. Lo dicho extraordinario. Por cierto, una propuesta a la FIA. ¿Por qué no se hacer alguna carrera al estilo promociones? Quince vueltas a tope como las vividas el pasado domingo y los espectadores se multiplican por tres.
Sobre el equipo sólo decir una cosa ¡Chapó! Seguramente muchos pensamos que los mensajes desde el muro tenían implícitas alguna que otra orden de equipo, sobre todo cuando dieron que llevaran los coches a meta cuando salió el Safety pero no fue así, tuvieron libertad total y todos lo agradecimos de todo corazón. Lo malo, la diferencia abrumadora con el resto. Sin el coche de seguridad doblan hasta al apuntador.
En la obra de arte no solo destacaron los dos protagonistas principales, los secundarios también crearon el clima necesario para el general disfrute. Nunca se vio tan claro las diferentes prestaciones de los equipos como en esta carrera. Normalmente suele estar mezclador unos con otros pero en este caso fue una excepción. Los como un pastel, todos se iban situando por capas. Los Force India dieron muestras del ritmo que mostraron en pretemporada. Esta pista les venía como anillo al dedo y aprovecharon la ocasión. Fue el domingo perfecto para Pérez. Inesperado el podium del mexicano toda vez que su compañero se ha mostrado más constante en las carreras anteriores pero llegó el día y él se llevó los honores. La verdad es que le vino mal el coche se seguridad. La tercera y cuarta plaza eran suyas. Apostaron por una estrategia de dos paradas y hubiera sido suficiente para llegar al final pero la reagrupación permitió a Ricciardo conseguir un premio mayor gracias a sus ruedas más frescas.
Llegamos al turno de las decepciones. Para mi la mayor de todas sigue siendo McLaren. No terminan de despegar. Sus pilotos hacen lo que pueden. Button sigue dando muestras de veteranía, el danés deslumbra cada día menos pero si a esto sumamos que los dos coches se quedaron tirados en la cuneta por averías, poco más que decir. Creo que su futura unión con Honda les puede acarrear este año más problemas que beneficios. Puede que me equivoque pero si no hay una mejora sustancial de aquí a Barcelona tendrán que iniciar una larga travesía por el desierto.
Los Williams son otros que les van a la zaga. No son capaces de transformar en puntos la ventaja que le da el motor Mercedes y eso se termina pagando. Les quedan tres carreras buenas, a partir de ahí, al fondo del cajón. Tiempo al tiempo.
Por cierto, yo no sé como habrá estudiado la FIA todo lo referente a la seguridad pero me da a mi que opción tomada por Lotus no es demasiado segura. Un simple contacto sirvió para poner al Sauber boca abajo. La medida de los 185 mm es muy buena pero el efecto palanca del morro del E22 no debería ser permitido.
Al fin llegamos a los reyes del mambo. Mal día escogió Montezemolo para pedir cambios en la F1. No sé realmente si las miras del mandatario buscaba encontrar más espectáculo o estaba siguiendo al pie de la letra la guía de actuación de hace un año de sus colegas alados cuando iniciaron el acoso y derribo a Pirrelli. Soy mal pensado por naturaleza y apostaría que pretendía arrimar más el ascua a su sardina que encontrar el bien general pero cuando una tiene las miras desviadas por mucho que quieras atinar el disparo no hay manera. Ferrari no es que tenga mal las miras, tiene el cañón doblado, gatillo agarrotado y claro, ves al muchacho trajeado hacer el ridículo el día más inoportuno. ¿Será gafe? No creáis, al final tendrá razón Lobato. Por cierto, lamentable imagen del presidente abandonando el circuito antes de acabar la carrera. ¿Y si Kimi y Fernando hubieran remontado? Se hubiera perdido la victoria de sus pupilos. Poca confianza tenía el capo.
Dejando a un lado la ironía, qué lastima del equipo más laureado de la historia. Cría fama y échate a dormir pero con un dato es suficiente, tres carreras, cero actualizaciones. Bueno, matizo, solo una para que Kimi se adapte al coche, algo que parece ser sigue sin conseguir.
Los nervios empiezan a apoderarse del box de Ferrari y es lógico que suceda. Encontrarte la cúpula del equipo en una carrera no esos muy normal. El panorama no es para menos. El coche da lo que da y punto. Su unidad de potencia no muestra signos de mejoría por no hablar de sus prestaciones. Si echamos la vista atrás veremos que Renault estaba muerto hace un par de meses y ahora son capaces de llevar a los Red Bull a las posiciones de cabeza, incluso en circuitos donde no esperaban estarlos. Miedo me da pensar que hubiera pasado si en lugar de ser el motorista galo quien sufrió en pretemporada todos los problemas que padecieron les hubieran ocurrido a ellos. Llevan dos meses y aún no son capaces de conseguir el máximo de potencia. En fin, como me recordó hace poco un amigo del blog refiriéndose a las palabras de Briatore en el 2011 cuando dijo esto: “Puede parecer absurdo, pero Ferrari debería centrarse en el coche del 2012. Tienen todo lo que se necesita a nivel de ingeniería y recursos, pero el segundo y medio contra el Red-Bull es una eternidad”
Muchos pensaréis que soy demasiado pesimista, vale, lo soy. Habrá que darles un par de carreras de margen ya que la F1 del 2014 es muy diferente a la que vivimos por aquél entonces. Ahora las mejoras pueden ser de medio segundo si eras capaza de dar con la clave pero si Mercedes está al 60% como dicen que está, mejor ni pensar. En fin, para qué perder el tiempo cuando podía estar escribiendo sobre la extraordinaria carrera vista en Sakhir, con diferencia la mejor de los últimos meses.
Bueno, por lo menos nos quedará Paris aunque pensándolo bien, Ron Dennis tiene cara de ser un tío apañado, aunque eso será otra historia.
