Domingo XXII del Tiempo Ordinario (A)



31-8-2014                   DOMINGO XXII TIEMPO ORDINARIO (A)
                                                      Jr. 20,7-9; Slm. 62; Rm. 12,1-2; Mt. 16,21-27
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Queridos hermanos:
            En la homilía de hoy me voy a fijar en la segunda lectura. Todo el capítulo 12 de la carta a los Romanos es una preciosidad. Yo lo descubrí hace unos años y, con frecuencia, al confesar, pongo de penitencia que se lea y se medite sobre este texto.
            En la Misa de hoy hemos escuchado los dos primeros versículos. Vamos a tratar de profundizar un poco en ellos y aplicarlos a nuestra vida de fe.
            - El primer versículo dice así: “Os exhorto, hermanos, por la misericordia de Dios, a presentar vuestros cuerpos como hostia viva, santa, agradable a Dios; éste es vuestro culto razonable”.
a) San Pablo se dirige a todos los que tenemos fe en Cristo Jesús, el Hijo de Dios. Y se dirige a nosotros hablándonos desde “la misericordia de Dios”, desde el amor que Dios nos tiene, desde la ternura y el interés que siente por nosotros. Dios no nos exige amor. Dios es el que nos da su amor. Por ello, todo lo que nos diga y nos indique será para nuestro bien, no para el suyo. 
b) San Pablo, en el nombre de Dios, y no en su propio nombre, nos suplica y nos pide a los cristianos que presentemos nuestros cuerpos a Dios. Aquí el verbo ‘presentar’ significa hacer un compromiso para siempre, pero este compromiso no se hace un día determinado, a una hora determinada, en un segundo determinado. NO. Este compromiso, esta presentación se ha de hacer cada día, cada hora, cada segundo de nuestra vida. Unos novios no pueden decir el ‘sí, quiero’ el día de su enlace y ya está. NO. Los esposos deben decir el ‘sí, quiero’ cada instante de su vida matrimonial. Un sacerdote no puede decir el ‘sí, estoy dispuesto’, el ‘sí, lo haré’, el ‘sí, quiero, con la gracia de Dios’ a su sacerdocio el día de su ordenación y ya está. NO. El sacerdote debe decir el ‘sí, estoy dispuesto’, el ‘sí, lo haré’, el ‘sí, quiero, con la gracia de Dios’ cada instante de su vida sacerdotal y pastoral.
            c) ¿Qué tenemos que presentar? Nuestros cuerpos. ¿A quién? A Dios. Estos cuerpos que tenemos nos los ha dado Dios. Al decir ‘cuerpos’, se quiere indicar las cualidades, el pensamiento, la personalidad, la sabiduría, la salud, la fuerza, los conocimientos, los bienes materiales, las capacidades… que tenemos. Jesús puso su cuerpo al servicio de Dios Padre. Los santos pusieron sus cuerpos al servicio de Dios Padre. San Pablo nos pide que pongamos nuestros cuerpos enteros al servicio de Dios Padre.
            Pero hay distintas maneras de poner nuestros cuerpos al servicio de Dios. Lo explico con la parábola de la gallina y del cerdo: Un granjero se acercó una mañana a una gallina y a un cerdo, y les hizo esta pregunta: ‘¿Queréis aportar para un desayuno con jamón y huevos?’ Para uno, la gallina, aquel desayuno significaba sólo una contribución: entregar unos huevos. Para el otro, el cerdo, sin embargo, significaba un sacrificio total. Jesucristo fue quien hizo el sacrificio total: Él entregó a Dios todo su cuerpo, su vida, su tiempo, su fama, su alegría, sus penas, su juventud… Por eso, decía Él: “Mi alimento es hacer la voluntad de mi padre” (Jn. 4, 34). E incluso, a la hora de morir, le entregó lo único que le quedaba: su espíritu (cfr. Lc. 23, 45). Del mismo modo los santos, a imitación de Jesús, entregaron sus cuerpos por entero sin reservarse nada. En nuestro caso, con frecuencia, hacemos como las gallinas: contribuimos, pero no nos sacrificamos de modo total.
            d) ¿Cómo tenemos que presentar nuestros cuerpos? Dice san Pablo: hemos de presentarlos como hostia vida, santa, agradable a Dios. Viva, santa y agradable a Dios se opone a una entrega muerta, aburrida, a una mera costumbre, a regatear. Viva, santa y agradable a Dios también quiere decir que crece, que da alegría (a quien la da y a quien la recibe), que contagia… Tenemos el ejemplo de Caín y Abel (Gn. 4, 2-7): -Caín ofreció a Dios “algunos frutos del suelo”. No lo mejor, sino ‘algunos’ y de los frutos más corrientes: cebollas y tomates raquíticos, patatas cortadas por la azada, lechugas con las hojas comidas por los bichos… Porque lo mejor se lo reservaba para llevárselo al mercado y sacar buenos precios. La ofrenda era por salir del paso. Su entrega era aburrida, de mera costumbre, de regateo, de egoísmo, de mediocridad. – Sin embargo, Abel ofreció a Dios “las primicias y lo mejor de su rebaño”. La primera oveja, el primer ternero, lo mejor de su rebaño. Su entrega era consciente y voluntaria. –Por eso Dios se fijó en Abel y su ofrenda. No primero en su ofrenda y luego en Abel, sino primero en Abel y su corazón y su desprendimiento, y luego en su ofrenda. Y su entrega le fue agradable a Dios, porque veía en Abel una entrega viva y santa.
            - El segundo versículo reza así: “Y no os ajustéis a este mundo, sino transformaos por la renovación de la mente, para que sepáis discernir lo que es la voluntad de Dios, lo bueno, lo que le agrada, lo perfecto”.
            a) Jesús nos dice en el evangelio: “El que no está conmigo, está contra mí” (Mt. 12, 30). San Pablo presenta a los cristianos sólo dos posibilidades, como hizo Jesús, o se está con Dios o se está con el mundo. Quien está con éste, piensa como éste y actúa como éste. Quien está con Dios, piensa como Dios y actúa como Dios.
            Ajustarse a este mundo es adaptarse a lo que la mayoría dice o hace. Es mejor no significarse, no destacar, que no te señalen con el dedo. Es decir, estar como en la mili: no destacar ni por lo malo ni por lo bueno. Así te evitas problemas. ‘¿Dónde va Vicente? Donde va la gente’.
            b) San Pablo en este versículo nos invita quitar de nuestra vida, de nuestro corazón, y de nuestra mente todos aquellos valores que no son de Dios: poder, dominio, egoísmo, cosas materiales, el hedonismo, la crítica, la ira, el rencor… Y nos invita a poner los valores de Dios: la entrega, el servicio, la ternura, la escucha, el perdón, la paciencia, el amor, la alegría… Todo esto es lo que agrada a Dios, lo que es perfecto, lo que es bueno. Todo esto es la voluntad de Dios y todo esto nos transformará interior y exteriormente.
c) Voy a leeros trozos de un libro que leí hace tiempo (I. Larrañaga, Las fuerzas de la decadencia, Paulinas, 256ss). Cuenta la historia de un chico, Ricardo, de 22 años, enfermo de cáncer. Estudiante de derecho. Se descubrió su enfermedad en 1987: tuvo diversas operaciones, recibió quimio y radioterapia, y a primeros de 1989 murió. Ricardo escribió 6 cartas en su enfermedad. En estos escritos veremos la renovación de la mente y la transformación que tuvo Ricardo: 1) “He sido feliz en este año. Agradezco a Dios este tiempo que me dio para crecer. Aunque uno nunca va a buscar el sufrimiento, cuando éste viene se pueden sacar muchos frutos”. 2) “Yo no me siento frustrado a pesar de que viví pocos años. Me siento realizado. Estoy en paz. Estoy totalmente en manos de Dios”. 3) “Lo que siento es dejaros. Pero no estéis tristes. Veo que es más fácil el papel de los que se van que de los que se quedan”. 4) “Si tengo paz interior, el dolor no me importa. Ya no me importa el sufrimiento físico. Sólo quiero morir en un momento de paz interior”. 5) “Para mí el mundo es como un huerto donde hay muchas frutas. Algunas maduran antes y otras después. Yo me siento de las primeras. Estoy preparado”. 6) “Todos queremos la felicidad, pero la única manera de alcanzarla es la aceptación de la realidad”. 7) “Señor, no sé hacia dónde me llevas, pero en ti confío. Tengo temor ante la incertidumbre, pero me apoyo en ti. Siento dolor, pero también alegría al ver que así participo en tu plan de salvación. Soy pequeño pero, al amarte, me siento útil”. 8) “Señor, con la enfermedad logré la felicidad, porque me desligó de las cosas y de mí mismo”. 9) “Hoy, Señor, vengo a agradecerte todo lo que me das. Hoy la alegría baña mi ser y hace que mis molestias casi no las sienta”. 10) “Aunque parece incomprensible, me siento un privilegiado. Porque si tú me pones esta cruz, es porque de alguna manera me quieres como a tu Hijo”.

!MÁS MADERA! ANÁLISIS DEL GP DE BÉLGICA


¡Qué no, qué no! Que no gana un Red Bull en Spa ni en sueños. ¡Vamos! Tendría que haber un desastre general para que un coche con la birria de propulsor que tiene, en un circuito puro de velocidad donde es necesario un motor potente ganen. Las vueltas que da la vida. 

Terminó el Gp de Bélgica de F1 y la cara de tonto que se nos han quedado a muchos son de las que hacen época. Ni en las más remotas previsiones podría pensar en ver a uno de los chicos de la marca alada en lo más alto del pódium. Es cierto que el señor Nico facilitó la tarea pero no es menos cierto que el ritmo mostrado nuevamente por Ricciardo en su RB10 era lo suficientemente alto como para haber incordiado en la lucha a los dos Mercedes durante toda la carrera. Increíble, sinceramente.  Esto tiene dos lecturas positivas, una es que los plateados empiezan a ser terrenales y otra más importante aún si cabe sería prevenir al personal, o empiezan a ponerse las pilas ya o tienen el futuro muy negro ya que se empieza a otear la llegada del lobo y esos son de los que cazan sin piedad.
Sinceramente no soy persona que se sorprenda con facilidad pero este no tengo más remedio que hacerlo. Mirando hacia atrás y recordar cómo rodaban los Red Bull en la pretemporada donde no fueron capaces de dar tandas decentes en todas las jornadas de test, mostrando un coche muy débil mecánicamente hablando, con un motor que permanecía más tiempo parado que encendido y ver dónde han llegado, se tiene que quitar uno el sombrero y decir con la boca bien grande que son con diferencia el mejor equipo de la F1 actual a pesar de las circunstancias actuales.
Pues sí, que viene el lobo gritan todos y no es para menos. Han conseguido salir victoriosos consecutivamente en dos de los trazados más antagónicos que hay en el calendario, Hungaroring y Spa, ahí es nada. Parte del mérito se lo deben de agradecer a la mala labor de sus rivales de Mercedes pero las batallas hay ganarlas y el australiano ha conseguido lo máximo luchando y peleando hasta el último momento en Hungría y de manera holgada y relajada en Bélgica por mucho que el arreón final de Nico pareciera ponerlo en peligro. Es un busca vidas, siempre está la acecho y saca el máximo de la más mínima oportunidad.   Nada voy a mencionar ya del enésimo repaso al tetracampeón ya que cuando una noticia se vuelve repetitiva deja de ser noticia.
Pero la victoria de Daniel no fue lo más destacado del fin de semana, los grandes protagonistas de la contienda fueron, como no los chicos de Mercedes. Si hasta hace poco se intuía, por decir algo suave que los ánimos estaban muy tensos dentro del equipo alemán ahora ya no hay que hablar de medias tintas, el pasado domingo se escucharon las primeras salvas que anuncian la guerra civil se ha iniciado y el detonante de todo fue el incidente de carrera entre Hamilton y Nico donde el ingles salió muy mal parado.
Para mí fue eso, un incidente de carrera. La primera sensación fue que Rosberg se pasó dos pueblos pero viendo detenidamente las imágenes del incidente no me parecieron tan graves. Aquí os dejo un gif con las mismas y lo veréis con claridad.

Es cierto que se precipitó, que podía haber cedido algo y evitar la colisión o incluso haber esperado a poder activar en la siguiente vuelta el DRS, lo cierto y verdad es que Lewis tuvo la enésima mala fortuna de la temporada cuando el endplate del alerón delantero de su compañero pinchó el neumático. Esas cosas pasan, ocurren muchas veces y en la mayoría de las ocasiones no sucede nada y el perjudicado es el de atrás que se queda sin carga en el tren delantero por la rotura del alerón que le va retrasando en carrera o tiene que perder tiempo en boxes para cambiar el morro. Eso fue lo que le ocurrió a Nico, algo que a la postre le impidió ganar la carrera pero no hay que negar que quedarse sin rueda en Spa es mucho peor. El error fue claro, pero no pareció intencionado y mucho menos peligroso.
Hasta aquí todo correcto, cagada de Rosberg sin castigo, como era normal que sucediera ya que dejó espacio aunque no el suficiente y viacrucis de Hamilton que pedía a gritos que le retiraran para “salvar” su unidad de potencia.  No, si al final  va a resultar  que los motores de Mercedes no son tan buenos y van a dar problemas de fiabilidad. Las cosas que hay que oír.  Modo irónico OFF.  La verdad es que Lewis no quería proteger su motor, lo que quería era entra como un elefante en una cacharrería y arremeter con dureza contra su compañero. Es lógico que el muchacho llegara encendido al box, pero que no es admisible es realizar a la prensa las declaraciones que hizo. Decir que había escuchado al alemán comentar que esa maniobra la había realizado deliberadamente pasa de castaño oscuro. Todos sabemos que cuando discutimos se dicen a veces cosas demasiado fuertes y no pongo en duda que lo dijera, pero depende de cómo se haga, o como lo dirían en mi tierra, ¡Vale, vale, yo lo hice queriendo, pa ti la pejeta!
Ya sabemos que el rubiales es un máquina, pero a tanto me da que no llega. Ya lo dije tras el incidente de Mónaco, es un lobo escondido debajo de una piel de cordero pero no cabe en la cabeza que maniobras así estén realizadas con deliberación a estas alturas de campeonato. No niego que si fuera la última carrera de la temporada podría crear suspicacia pero en Spa, a falta de nueve carreras, ni loco aunque visto lo visto pienso que volverá a suceder y cada día estoy más convencido de que veremos algún incidente del tipo Senna-Prost en Japón se dan las circunstancias  en las últimas citas del año.
Las declaraciones de Hamilton, muy en línea con las de Mónaco 2007 en las que también incendió a la prensa contra su propio equipo, calaron hondo. En este aspecto también hay una guerra abierta en Mercedes. Dentro de la escudería hay dos bandos bien definidos, por un lado los partidarios del ingles, la voz más altisonante es Lauda, su mentor y en el otro bando que bastante  más amplio debido a la nacionalidad del muchacho habría que meter a Wolff y demás. En fin el Mundial se le pone de cara a Rosberg gracias a un leve toque en una simple frenada. Si en su estado normal Lewis muestras claros síntomas de nerviosismo, desquiciado como últimamente está vuelve de nuevo Caballo Loco para darnos su mejor versión como ya hiciera algunos años atrás.
Sobre la carrera poco que decir, solo destacar lo mejor,  que hubo carrera. Después de ver el repaso monumental que infringieron en pista mojada al resto de mortales los dos W05 solo cabía esperar que doblaran hasta el tercero de la clasificación pero no fue así. Queda claro que dos segundo de diferencia eran demasiado para no tener un explicación y el domingo tuvimos la respuesta. Es cierto que Nico padeció  un buen número de vueltas con su coche renqueante después de la perdida de carga producida por la rotura del alerón o con el plano que se llevaron su segundo juego de neumático, perdiendo en el conjunto mucho tiempo pero no es más cierto que cuando lo solventaron no fue capaza de recortar distancias como hubiera sido normal viendo lo sucedido el sábado. Lo mismo le sucedió a Hámilton aunque en su caso no sabemos cuán dañado estaba su fondo plano. La explicación es bien clara, el W05 montaba una configuración para carrera “equivocada”, y lo pongo entre comillas porque no soy nadie para decirlo pero intuyo que el exceso de carga le permitió volar el sábado con la pista mojada y les lastró  el domingo cuando se secó, lo que si es increíble es la capacidad de generar carga que tiene el RB10 con su minialerón trasero. Lo dicho, increíble.
Los que no cambian son los de Ferrari, ni pinturas, ni recubrimiento de escapes ni nada. El coche evoluciona como una tortuga pero es lo que hay. Por una vez, ¡vendita sea la hora! pudimos ver a Kimmi en la cabeza. Vamos, si en Spa, su pista talismán, su pista favorita no es capaz de rodar por delante de su compañero, apaga y vámonos aunque el incidente en la salida de Fernando tras la negativa del coche a querer arrancar y la posterior sanción de 5 segundo, según cuentan producido por un error humano/mecánico, monta tanto, tanto monta nos impidió ver en qué posiciones se movían los dos. La verdad es que importa bien poco. El español salió en tráfico y en tráfico se quedo debido sobre todo a la falta de velocidad punta que mostraba el F14T y a las defensas algunas más que incorrectas que realizo el jovencito Magnussen pero bueno, es lo que hay.
En fin, buena carrera, muy entretenida, vistosa que cae nuevamente al casillero de Ricciardo, y ya van tres pero sobre todo traerá a buen seguro muchas consecuencias. Próxima cita Monza, el templo de la velocidad. Veremos en el trazado italiano la segunda entrega de esta guerra civil que a buen seguro buenos momentos nos depararán. La batalla mediática no ha terminado y el incendio a buen seguro seguirá vivo gracias a Lewis que apuesto todo lo que tengo a que de aquí al final del campeonato seguirá gritando  ¡Más madera!!Traed más madera!  imitando a un genio como fue Groucho en la secuencia de la película Los hermanos Marx van al oeste, pero eso será otra historia.