PREVIO Y PORRA DEL GP DE SINGAPUR



 
Cada vez queda menos para llegar al momento decisivo de la temporada. La F1 dejó el viejo continente para inicia la gira asiática con la segunda carrera nocturna del año aunque todavía queda otra, Abu Dabi  que comienza por la tarde para acaba bajo los focos y que, este año, además de ser la última cita, puntuará el doble que el resto de Grandes Premios.

La decimocuarto prueba puntuable para el Campeonato Mundial de Fórmula 1 2014 se disputará bajo los 1.500 focos que iluminarán el asfalto de la ciudad-estado de Singapur. Todos los años lo digo pero no me canso de hacerlo. Viendo el trazado, la verdad me da cierto dolor de estómago el derroche de energía, en una sociedad que se encamina a conseguir un equilibrio medioambiental y una F1 que se llena la boca al decir que quiere ser ecológica. No tiene ningún sentido crear un campeonato alternativo como es la Fórmula E para luego encontrarte esto. Una carrera nocturna es espectacular, como también comentan que lo es Mónaco pero no me gusta ni la opulencia de la carrera monegasca y el despilfarro de electricidad. Es lo que tiene ser pobre, soy de los que opina que no es más rico quién mucho tiene sino quien poco necesita.  Para iluminar el circuito la ciudad cuenta con una grandísima iluminación. Más de 1400 equipos de luz con una potencia que supera en cuatro a la de un campo de fútbol (3.000 lux de luz en el circuito por 800 lux en un estadio). En fin, se predica poco con el ejemplo.
Marina Bay es un trazado joven, pero que ya empieza a tener su historia y que se está volviendo imprescindible en el calendario. El circuito asiático se encuentra en el corazón de la ciudad de Singapur y que lleva en la Fórmula 1 solamente desde 2008. Tiene una longitud de 5.073 metros, que los pilotos tendrán que completar hasta en 61 ocasiones el domingo para conseguir una distancia total de carrera de 309.316 km. Lo conforman 23 curvas, 9 de ellas a derechas y 14 a izquierdas y se corre en el sentido contrario a las agujas del reloj.
Es muy similar al circuito de Valencia aunque es algo más estrecho y corto que el español. En quince días hemos pasado de Monza a su antítesis. De un circuito de velocidad pura donde la carga es mínima a otra pista donde es necesaria bastante carga (media/alta) y se obtiene una velocidad media. La gran mayoría de curvas rondan los 90 grados y se abordan en segunda o tercera velocidad. Dispone de varios tramos rápidos más allá de la recta principal en los que las velocidades punta rondarán los 300 km/h. El sentido de giro es contrario al de las agujas del reloj y se puede considerar como un circuito de media velocidad. 


Las reviradas calles no impiden que en el GP de Singapur se alcancen grandes velocidades, por lo que el piloto, al igual que en Mónaco, goza de más protagonismo. Un pequeño error y acabarás contra el muro haciendo que la posibilidad de que el coche de seguridad haga acto de presencia sea muy alta. Ni que decir tiene que su eventual aparición puede producir un vuelco en cualquier momento y los equipos deberán ser muy flexibles en cuanto a su estrategia de carrera ¿por qué ganaría Alonso una carrera aquí?
Las sesiones de entrenamientos libres serán cruciales para que los equipos comprueben el efecto de la combinación de cada compuesto con los reglajes y con la velocidad máxima que pueden alcanzar en una pista que irá mejorando poco a poco a medida que se vaya limpiando a lo largo del fin de semana como suele ser habitual en los circuitos urbanos. Como trazado urbano que es, el agarre será casi nulo al comienzo del fin de semana y lo que se pruebe al viernes hay que saber interpretarlo muy bien. Al mejorar la pista conforme va avanzando el fin de semana gracias a que se va depositando goma en la trazada hay que discriminar las mejoras inducidas producidos por los cambios en el coche de los propios de la pista. Los pilotos suelen rodar mucho ya que facilita el aprendizaje y sobre todo da mayor confianza para poder apretar al máximo.
El Gran Premio de Singapur es uno de los más largos y duros del campeonato, tanto para los pilotos como para los monoplazas. La duración de la carrera se acerca mucho a las dos horas, el límite reglamentario y la combinación de altas temperaturas, elevadísima humedad y el poco descanso que encuentran los contendientes, lo convierte en una auténtica maratón que pone a prueba la forma física y el talento de los pilotos.
Los reglajes son los típicos de un circuito urbano,  neumáticos blandos, mucha carga aerodinámica y sobre todo mucho, mucho agarre mecánico, el punto débil de Ferrari y la mejor virtud del RB9. La altura de los vehículos será mayor que en una pista convencional ya que el número de baches suele ser mayor. Marina Bay no se porta muy mal en  este aspecto y la altura de los monoplazas menos que en el exigente y desnivelado trazado monegasco, el peor de todos. El reglaje de las suspensiones tampoco es precisamente duro.

En cuanto al coche, son únicamente los frenos y neumáticos los que sufren especialmente ya que el motor se mantiene el 43% de la vuelta a máximo régimen. Un  periodo de tiempo muy inferior a los vistos en Spa y Monza. El trabajo de los frenos es intenso. En un circuito de 'stop & go' como este, los frenos sufren, no tanto por las  grandes frenadas desde altas velocidades, que son las menos, sino por la gran frecuencia de uso y la escasez de rectas. Si a esto unimos la cercanía de los muros que evitan una buena circulación de aire, más aún en una pista situada en pleno núcleo urbano repleto de edificios altos que hacen de la refrigeración un punto clave que afecta incluso a los neumáticos ya que se sobrecalientan en exceso al mantener una alta temperatura los discos. La caja de cambios también suele sufrir en estos circuitos, tanto por lo bacheado de la pista como por la gran cantidad de cambios que hay que realizar, unos 81 en total.
El equilibrio del coche es muy importante debido a esta naturaleza única de la pista, es difícil que los equipos logren los mejores reglajes y muy a menudo podemos ver muchas soluciones diferentes. Como no iba a ser menos, el trazado asiático es muy complejo a la hora de configurar la carga del coche. Por un lado tiene muchas curvas y eso implica que hay que generar mucho agarre, y para ello, hay que aumentar la carga aerodinámica necesaria en los coches. Esto sería muy sencillo, pero nada en la vida es perfecto. Grandes frenadas y la necesidad de tener una buena tracción quedan en una segunda posición cuando aparecen las curvas rápidas del tercer sector en las que realmente se marcarán la diferencia, y sería necesario bajar carga para obtener buenos tiempos en ese sector. ¿Qué hacer? Pues para gustos los colores. Será divertido ver qué coches apuestan por cargar más o menos carga. La mayoría de equipos optarán por cargar mucha ala en el coche para así asegurarse  no acabar contra el muro en las curvas de mayor velocidad y conseguir mejorar tracción a consta de disminuir la velocidad punta. Ellos serán los que marquen los mejores tiempos en los dos primeros sectores y los que vuelen en el tercero habrán optado por montar una carga menor, y luego estarán los Mercedes que marcarán los mejores tiempos en los tres sectores a la vez, como siempre, jeje. 
Como he dicho, esta es una pista donde necesitas  mucha tracción para mejorar la salida del coche de las continuas frenadas, por tanto las ruedas se desgasta más y será otro de los factores a tener en cuenta. Pirelli trae los  neumáticos blandos, P Zero amarillo  y super-blandos. En una pista tan deslizante y bacheada es necesario el máximo agarre y estos son los que dan mejores prestaciones en estas condiciones, el problema es que duran menos, así que podremos ver seguramente estrategias de dos paradas, aunque tampoco es descabellado ir a una o incluso a tres. Ésta última quizás la más osada ya que en recorrer el pit-lane de Marina Bay se pierde unos diecinueve segundos más la parada para cambiar neumáticos y mucho hay que correr antes para contrarrestar dicha pérdida. Un aspecto importante a reseñar de esta pista es que a medida que va transcurriendo la carrera tiende a disminuir su temperatura drásticamente, al contrario que en el resto de trazados. A raíz de que el trazado está delimitado por muros, es difícil para los comisarios limpiar restos de accidentes. ¡Hay un cien por cien de posibilidades de que salga el coche de seguridad en Singapur! Ha habido al menos un coche de seguridad en todos las carreras disputadas hasta ahora, con una media de seis vueltas a recorrer.

Es una pista donde es muy difícil adelantar. Para este fin de semana, la FIA ha delimitado dos zonas de DRS en el circuito de Marina Bay. El punto de detección de la primera zona estará habilitado a 230 metros antes de la llegada a la curva 5, y tendrá su punto de activación justo 50 metros después del vértice de la misma curva. Por otro lado, el punto de detección de la segunda zona de DRS estará ubicado 80 metros antes del vértice de la curva 22, y tendrá su punto de activación 45 metros después del vértice de la siguiente curva, la 23.
El pronóstico del tiempo para todo el fin de semana es incierto. Hay posibilidad de tormentas para todo el fin de semana. Como es habitual,  el calor y la humedad será muy alta que hará que la fatiga de los pilotos sea mayor. 
En condiciones normales en esta carrera los equipos suelen presentar las últimas actualizaciones, salvo los candidatos a luchar por el título. El resto se centrarán en diseñar el coche de la próxima temporada y las modificaciones en los coches hasta Brasil serán mínimas. Viendo el dominio de Mercedes este año, la mayoría hace mucho que dejó el trabajo de evolución.

La zona de activación del DRS en carrera se ubicará en el tramo más rápido del circuito, el que conduce hacia la curva 7 (precisamente, el mejor punto para el adelantamiento). El punto de detección estará en la curva 4. A pesar de ser una pista urbana las posibilidades de adelantamientos son altas ya que cuenta con un ancho de pista más que considerable.
En fin, un espectáculo, con un skyline inmejorable que hace de esta carrera muy especial. Veremos que tal se adaptan los coches aquí, pero eso será otra historia.


PORRA