Domingo XXIII del Tiempo Ordinario (A)

4-9-11 DOMINGO XXIII TIEMPO ORDINARIO (A)

Ez. 33, 7-9; Slm. 94; Rm. 13, 8-10; Mt. 18, 15-20





Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

- En el salmo 94 acabamos de oír cómo se nos dice: '¡Ojalá escuchéis hoy la voz del Señor!: -No endurezcáis vuestro corazón'. Cuando iba a preparar esta homilía, abría antes un correo electrónico en el que una persona me decía: Sigo con altibajos en mi vida espiritual; te soy sincera: el mundo se pega mucho, pero me arrepiento y voy a confesarme. Dios es misericordioso y le doy gracias porque quiso salvarme. Sí, el mundo que nos rodea nos hace endurecer nuestro corazón para no escuchar al Señor. Y en este tiempo de verano puede ser más fuerte esa voz del mundo y ese “bajar la guardia” por nuestra parte en las cosas de Dios. Por todo ello, la Iglesia nos presenta al inicio de este nuevo curso que comenzamos este salmo maravilloso: “¡Ojalá escuchéis hoy su voz!: -No endurezcáis vuestro corazón”.

1) La primera lectura nos llama la atención para todos aquellos que hablamos en nombre de Dios a nuestros hermanos los hombres. No se refiere sólo a los sacerdotes, sino a todos aquellos que tienen sus oídos atentos a la Palabra de Dios. Y Dios mismo nos dice: “Cuando escuches palabra de mi boca, les darás la alarma de mi parte. Si yo digo al malvado: "¡Malvado, eres reo de muerte!", y tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre; pero si tú pones en guardia al malvado para que cambie de conducta, si no cambia de conducta, él morirá por su culpa, pero tú has salvado la vida.’” Sí, Dios mismo nos pide a todos los que escuchamos su Palabra que no endurezcamos nuestro corazón y que, cuando Él nos pide que hablemos en su nombre a los hombres, lo hagamos sin miedo: sin miedo al rechazo, sin miedo al ridículo, sin miedo al insulto, sin miedo al escarnio o la crítica. Dios es muy claro: Si “tú no hablas, poniendo en guardia al malvado para que cambie de conducta, el malvado morirá por su culpa, pero a ti te pediré cuenta de su sangre.

2) Pero también Dios nos llama la atención a todos aquellos que, no teniendo una conducta correcta, según la voluntad de Dios, Él mismo nos envía profetas en su nombre para que cambiemos de modo de obrar.

No, no debemos endurecer el corazón ni los que hablan (o hablamos) en nombre de Dios, ni los que somos destinatarios de las Palabras de Dios.

Voy a poner un ejemplo sencillo de cómo podemos endurecer el corazón ante las Palabras de Dios: Cuenta Pablo Domínguez, sacerdote de Madrid y que murió en una montaña después de predicar unos ejercicios espirituales a unas monjas, la siguiente anécdota que le pasó a él mismo en una ocasión: “Me acuerdo ahora de una penitencia que me puso un sacerdote una vez. Me dijo: –‘Haz una limosna’. Y, claro, esto me pasa por preguntar, le dije: -‘¿De cuánto?’ Y me respondió: -‘Hasta que te cueste’. ¡Fastidioso el asunto! Porque uno se desprende con cierta facilidad hasta de una cantidad un poquito…; pero, ¿y cuando te cuesta o te desgarra algo? Cuando de pronto dices: -‘Es que si doy esto, ya no me puedo comprar…, ya no puedo coger tanto el coche para ir a no sé dónde…, es que ya no voy a poder ir a cenar con mis amigos’. ¡Ahí me cuesta! Y dije yo: ¡Pues será aquí! ¡Hasta que cueste! ¿Cuándo hay auténtica conversión? Cuando uno dice: -‘¡Uf, uf, uf!’ Cuando produce un cierto abismo, ‘pero, ¿cómo yo voy a…?’ Ahí empieza la conversión. Si no, créanme, lo sabemos todos por experiencia, no hay auténtica conversión: Hay ficción de conversión. Y eso es peor todavía: la soberbia aumenta. Creo que me he convertido y lo que soy es más soberbio que antes”[1]. Si Pablo, después de haber hecho todo el razonamiento anterior, hubiera dado una cantidad de dinero como limosna que no le costase, entonces podríamos decir que él había endurecido su corazón. Sin embargo, si él hubiera dado una cantidad de dinero que le costase, entonces habría ablandado su corazón y habría escuchado las Palabras del Señor.

Dios nos dice a través del salmo 94 en este inicio del curso: “¡Ojalá escuchéis hoy su voz!: -No endurezcáis vuestro corazón”.

- La segunda idea que quisiera predicar es sobre las últimas palabras del evangelio que acabamos de escuchar. Dice Jesús: “Donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”. Cuando leía estas palabras me acordé inmediatamente de las palabras dichas por el Papa Benedicto XVI en la Misa de Cuatro Vientos en las Jornadas Mundial de la Juventud de este año. Decía así a los jóvenes y a todos los que quisieran escuchar: La Iglesia no es una simple institución humana, como otra cualquiera, sino que está estrechamente unida a Dios. El mismo Cristo se refiere a ella como «su» Iglesia. No se puede separar a Cristo de la Iglesia, como no se puede separar la cabeza del cuerpo (cf. 1 Co 12,12). La Iglesia no vive de sí misma, sino del Señor. Él está presente en medio de ella, y le da vida, alimento y fortaleza. Queridos jóvenes, permitidme que, como Sucesor de Pedro, os invite a fortalecer esta fe que se nos ha transmitido desde los Apóstoles, a poner a Cristo, el Hijo de Dios, en el centro de vuestra vida. Pero permitidme también que os recuerde que seguir a Jesús en la fe es caminar con Él en la comunión de la Iglesia. No se puede seguir a Jesús en solitario. Quien cede a la tentación de ir «por su cuenta» o de vivir la fe según la mentalidad individualista, que predomina en la sociedad, corre el riesgo de no encontrar nunca a Jesucristo, o de acabar siguiendo una imagen falsa de Él. Tener fe es apoyarse en la fe de tus hermanos, y que tu fe sirva igualmente de apoyo para la de otros. Os pido, queridos amigos, que améis a la Iglesia, que os ha engendrado en la fe, que os ha ayudado a conocer mejor a Cristo, que os ha hecho descubrir la belleza de su amor. Para el crecimiento de vuestra amistad con Cristo es fundamental reconocer la importancia de vuestra gozosa inserción en las parroquias, comunidades y movimientos, así como la participación en la Eucaristía de cada domingo, la recepción frecuente del sacramento del perdón, y el cultivo de la oración y meditación de la Palabra de Dios.


[1] P. DOMINGUEZ PRIETO, Ejercicios espirituales con el Padrenuestro, Ediciones Paulinas, Madrid 2011, 30s.

EL FUTBOL ES COSA DE HOMBRES

Pues nada chico, tú lo dijiste, el fútbol es cosa de hombres,por tanto sobran impresentables y cobardes como tú, porque meter el dedo y salir corriendo como un niño, con esa sonrisita de bobo en la cara es para eso, para quitarte del lado de los hombres. Ten mucho cuidado,pequeño taliban del futbol cuando adoctrines a tus descerebrados incondicionales, pobres de ellos, por lo menos hazlo predicando con el ejemplo,  no sea que con lo cortitos de sesos que andan gran parte de tus fanáticos seguidores le den un disgusto a mas de uno. El fútbol tiene unos limites y esos limites se están sobrepasando con creces, y empieza a tocarte las pelotitas de la entrepierna el escuchar las escusas de siempre, sobre todo cuando te viene de un tío que siempre había respetado e idolatrado a pesar de no ser del equipo de tus amores como es el caso de Casillas. Mou se esta cargando el fútbol y gente así sobra de este mundo, y se puede ser fanático pero por lo menos ser cuerdo, y  no lo digo yo, todo el que sabe y no es fanático pensará igual.
En este mes de agosto estaré fuera de Oviedo. No celebraré en la Catedral de Oviedo y no "subiré" las homilías. En septiembre nos vemos. Un abrazo y buen descanso. Dios os bendiga.

Andrés

Domingo XVIII del Tiempo Ordinario (A)

31-VII-2011 XVIII DOMINGO TIEMPO ORDINARIO (A)

Is. 55, 1-3; Slm. 144; Rm. 8, 35.37-39; Mt. 14, 13-21



Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

El evangelio de hoy nos presenta a un Jesús muy preocupado por las diversas necesidades de los hombres: 1) Las enfermedades. “Al desembarcar vio Jesús al gentío, le dio lástima y curó a los enfermos”. 2) El hambre. Los discípulos se dieron cuenta que la gente tenía hambre y Jesús hizo el milagro de multiplicar cinco panes y dos peces, y con ello dio de comer a cinco mil hombres, sin contar mujeres y niños. “Comieron todos hasta quedar satisfechos y recogieron doce cestos llenos de sobras”.

Jesús ve y sabe que hoy día hay hombres, mujeres y niños que tienen necesidades, toda clase de necesidades, y nos dice a nosotros, sus discípulos: “Dadles vosotros de comer”. Sí, vosotros que comisteis, “dadles vosotros de comer”. Sí, vosotros que tenéis, “dadles vosotros de comer”.

Pero, ¿hay hoy día necesidades? ¿Hay hoy que dar algo a alguien? En estos días se hacen diversas entrevistas en los medios de comunicación social y se pregunta a la gente cómo va llevando la crisis económica por la que está pasando el mundo. Unos cuentan una cosa y otros otra, pero el otro día sorprendió una persona que contestó: ‘¿Crisis, qué crisis?’ Aquí se hace realidad aquel refrán que dice: Cada uno cuenta la feria, según le va en ella.

Repito: ¿Hay hoy día necesidades? ¿Hay que dar algo a alguien? La semana pasada la ONU declaró la hambruna en el cuerno de África, que comprende Somalia, parte de Kenya, de Etiopía y de Uganda. ¿Qué es una hambruna? Es el estadio de mayor gravedad de una crisis humana. La última hambruna data de 1992, cuando perdieron la vida 300.000 somalíes. Los principales indicadores que la definen son:

- Tasa de desnutrición aguda por encima del 30% (muy por encima de los niveles de emergencia).

- Elevada mortalidad. Más de 2 fallecimientos por cada 10.000 personas al día. Creo que en estos días de atrás el número de muertes diarias es de 6.

- Imposibilidad de acceder a los alimentos y muy limitado acceso al agua (menos de 4 litros por persona al día).

- Desplazamientos masivos de población.

- Mecanismos de adaptación y resistencia agotados. Pérdidas de recursos y activos.

- Dependencia de la ayuda exterior.

Además, existe en ese lugar una combinación de conflicto e inseguridad, un acceso limitado para las organizaciones humanitarias ya que milicias musulmanas lo prohíben, una sucesión de malas cosechas y la ausencia de ayuda humanitaria han puesto en peligro a toda la población en el sur de Somalia. Generalmente tienen dos temporadas de lluvias, una en otoño y otra en primavera. Este año, no llegó ninguna de ellas y la tierra está completamente seca. La hambruna en Somalia ha provocado la muerte de decenas de miles de personas en los últimos meses, y la situación podría agravarse aún más a menos de que se actúe con urgencia. Y al igual que se necesita ahora ayuda alimentaria, hay que apoyar inmediatamente a los campesinos con semillas, aperos y acceso a agua, y a los ganaderos con forraje para evitar más desplazados y la inanición. Esto auxiliará a los campesinos y sus familias para conservar sus ganados y cultivos, y para continuar con la producción de alimentos. El número de somalíes necesitados de ayuda humanitaria se ha incrementado desde 2,4 millones a 3,7 millones de personas en los últimos seis meses. En total, cerca de 12 millones de personas en el Cuerno de África necesitan actualmente ayuda de emergencia.

Por todo esto y por muchos más casos a lo largo de todo el mundo, incluso a la vuelta de la esquina de nuestras casas, Jesús nos dice hoy y siempre: Sí, vosotros que comisteis, “dadles vosotros de comer”. Sí, vosotros que tenéis, “dadles vosotros de comer”. Es imperioso que demos de lo que tenemos, que nos desprendamos de lo que tenemos. Lo que tenemos no es nuestro. Es de Dios. Dios es el auténtico propietario de lo que tenemos: de nuestras casas, de nuestro coches, de nuestra ropa, de nuestros dineros, de nuestros ordenadores… Nosotros somos sólo administradores de lo que tenemos. El propietario es Dios.

Tengo miedo que, nosotros que comemos todos los días y que tenemos lo suficiente para subsistir, estemos llenos de egoísmo, de soberbia, de dureza de corazón. Tengo miedo que, nosotros que comemos todos los días y que tenemos lo suficiente para subsistir, estemos ciegos e insensibles ante las necesidades de los demás, sean estos de lejos o de cerca. Tengo miedo que en nosotros se cumpla el evangelio de Cristo Jesús: “Apartaos de mí, malditos, id al fuego eterno, preparado para el diablo y su ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber…” (Mt. 25, 41-42). Tengo miedo que, pudiendo vivir en el Cielo de Dios, vivamos en el Infierno de nuestro egoísmo.

“En aquel tiempo, un discípulo preguntó a su maestro. –Maestro, ¡cuál es la diferencia entre el cielo y el infierno? Y el maestro respondió: -Es muy pequeña, y sin embargo de grandes consecuencias. Vi un gran monte de arroz cocido, listo para comer. A su alrededor había muchos hombres casi a punto de morir de hambre. No podían aproximarse al monte de arroz, pero tenían en las manos unos palillos de dos o tres metros de longitud. Es verdad que podían coger el arroz, pero no conseguían llevárselo a la boca, porque los palillos eran demasiado largos. De este modo, hambrientos y moribundos, juntos pero solitarios, permanecían padeciendo un hambre eterna delante de una abundancia inagotable. Y eso era el Infierno.

Vi otro gran monte de arroz cocido y preparado como alimento. Alrededor había muchos hombres, hambrientos pero llenos de vitalidad. No podían aproximarse al monte de arroz, pero tenían en las manos unos palillos de dos o tres metros de longitud. Llegaban a coger el arroz, pero no conseguían llevárselo a la boca, porque los palillos eran demasiado largos. Pero, en vez de utilizar los largos palillos para llevarse el arroz a su propia boca, los usaban para servirse unos a otros. Y así aplacaban su hambre insaciable en una gran comunión fraterna, cercana y solidaria, gozando a manos llenas de los hombres y de las cosas, en casa. Y eso era el Cielo.

Cristo nos dice una vez más: “Dadles vosotros de comer”. Sólo así podremos estar en el Cielo.

NADIE ES PROFETA EN SU TIERRA



Y llegamos al. Eso es lo que pensará Sebastian cada vez que corre en su patria  y este año tampoco iba a ser menos. Después de todo lo dicho y escrito sobre el tema del soplado lo que si queda claro es que la mejora del rendimiento del Ferrari en Inglaterra fue debido a eso, el aventajar en 20 seg a los azules en un circuito de curvas rápidas era demasiado para una simple evolución del coche. Como decía Briatore, una mejora de 3-4 décimas es factible , una mejora de un segundo es milagro. Demostrado la inexistencia del milagro este fin de semana queda claro lo dicho. Ferrari renunció con la vuelta a la normativa del soplado a una racha de varia victorias seguidas por mantener una concordia con los equipos, ellos fueron los más beneficiados y los McLaren los más perjudicados junto a Red Bull, aunque sigo sin comprender la actitud de equipos Sauber con motor Ferrari o Williams. Nada se hace por que sí, y me imagino que habría que pagar algún peaje por concesiones pasadas o quien sabe si futuras, lo que si es seguro que el marchamo de ser beneficiado por la FIA le pudiera quitar valor a las victorias conseguidas.
De vuelta a la normalidad en el  Gp de Alemania en Nurburgring lo que si queda claro es que existe una igualdad en rendimiento en los tres equipos grandes, y que pequeños matices hacen decantar la victoria a uno u a otros, y eso es importante ya que a estas alturas, el que no sea competitivo ya no lo será el resto del año con lo que nos queda un final de temporada muy interesante pasa ver que equipo consigue la victoria en cada gran premio restante. Salvo la excepción de Vettel que no consiguió el balance del coche en todo el fin de semana, los cabezas de cartel se manejaban en tiempos muy similares, al límite, luchando cada centímetro, decantándose la victoria para caballo loco. Sigo diciendo que las carreras este año son apasionantes, incluso sabiendo que el alemán tiene una ventaja enorme y que esta todo casi sentenciado. A fecha de hoy ha habido más adelantamientos que en todas las carreras del año pasado y eso gana en lucidez y en espectáculo.
La evolución del coche rojo es evidente, una vez localizado los problemas con el túnel de viento llevan una progresión en las evoluciones muy buena lo que le permite ahora competir de tú a tú  en circuitos de curvas rápidas, gracias a un nuevo alerón delantero y sobre todo a la suspensión trasera que ya habían probado en carreras anteriores. Ferrari siempre adolece de lo mismo, empieza con un coche con buenas condiciones pero flujo y evoluciona durante el año para alcanzar la cabeza, normalmente siempre tarde. A nada que acierten un año al principio de temporada van a arrasar a mitad del año. Dicen que el próximo año será más agresivos con el diseño, esperemos que así sea pero siempre dentro de unos limites, no sea que le suceda como a los de albal.

McLaren sigue su progresión, aunque más bien parece un saltamontes, va a saltos, ahora funciona lo que pongo y gano, como en Alemania o la cago y quedo fatal como en Silverstone, pero queda claro que cuando cogen un coche en condiciones tanto Hamilton como Alonso son imparables.
Todo el fin de semana anunciaba lluvia y al final sólo cayeron dos. La clasificación apuntaba que iba a ser cosa de dos pero se metió por medio el ingles con una vuelta antológica, dejando al niño del  dedito con muy  mala cara. No se chico, quien diría que llevas nada mas que tres carreras de ventaja a los demás, parecías todo el fin de semana que habías perdido el mundial. será la presión, será que corrías en casa y daba mala imagen, no se pero sigo diciendo que con un coche que no corra un segundo más que los demás te hace enseñar realmente tus prestaciones, que son muchas pero no excepcionales. El meterte en fregados no saca lo mejor de ti, te diluyes, cometes errores, haciéndote mostrar que aun estas verdecito y si no llega a ser por el error en boxes con un renovado Massa que le hubiera costado algunos puntitos más.  
En fin carrera apasionante donde vimos resurgir de  nuevo a Webber. Parece el enfado con su equipo ha hecho que vuelva a recordar como se corre. Correoso como pocos, se las vio con Alonso en un par de batallas ganadas por el asturiano. Merecido tercer puesto que pudo ser más de no ser por el desfallecimiento de sus gomas en los dos primeros stings.
Fernando en su línea, ha conseguido más puntos que nadie en estas tres últimas carreras y eso se nota en su conducción. No sé hasta que punto influyo el bajón de rendimiento en su segunda parada con lo ocurrido al final de carrera cuando le mandaron parar por miedo a no tener gasolina para analizar, desde luego algo debió ser ya que mantuvo a Hamiltton y sus tiempos empezaron a bajar sin aparente motivo.
Del resto mencionar a dos que se ven con la soga al cuello, uno es Buemi y otro Heidfeld. Al primero parecen haberle entrado los nervios, sigue sin puntuar y lo malo no es eso, sino que no demuestra nada especial cada fin de semana. Al segundo nada le sale, ya incluso se lo llevan por delante. Poco parece quedarle en Renault que esperan con los brazos abiertos la vuelta de Kubica.
Y ya está aquí el Gp de Hungría, donde el año pasado su dominio fue insultante, así que veremos si las líneas marcadas se siguen o si vuelve el dominio de Red Bull, que parece  haberse dormido un poco en sus laureles. Tienen suficiente renta para gestionar el mundial pero los demás se le están subiendo a las barbas. Tienen la ventaja de que no hay un perseguidor claro y eso les beneficia pero las carreras son caprichosas y no hay que dormirse.
Y de postre,el accidente de los dos ahorcados,jeje