PREVIO GP COREA




Ya queda menos, solo cinco carreras y este fin de semana toca analizar el GP de Corea. Después del disgusto que se llevaron los ferraristas el domingo pasado abrimos los brazos al trazado de Yeomgan con los ánimos renacidos a la espera de ver una lucha bonita de aquí hasta el final del mundial. El trazado tiene 5.615 metros, a los que los pilotos darán 55 vueltas  completando cerca de 307 kilómetros, en una configuración única en la Fórmula 1. Es un trazado semi urbano, una parte permanente para otras carreras (de la curva 3 a la 12) y otra parte urbana o ése es al menos el proyecto inicial, una ciudad con puerto para los yates al estilo Mónaco o
Valencia, pero todavía andan en ello perdido en medio de ninguna parte que intenta el gobierno convertir en un lugar de lujo y vacaciones, aunque la infraestructura es tan mala que mucho de los integrantes del gran circo termina durmiendo en burdeles, eso sí, sin las mujeres malas que fuman dentro. Esta combinación hace que se combinen los muros típicos de una pista urbana donde  un error se paga con abandono con las amplias escapatorias tradicionales y las grandes rectas del trazado convencional  (la principal es la cuarta más larga del campeonato con 1050 metros, por detrás de Shangai, Abu Dhabi y Monza, mientras que la situada entre las curvas 2 y 3 es la más larga, con 1200 metros). Lo conforman 18 curvas, 7 de ellas a derechas y 11 a izquierdas. Al igual que en otros circuitos asiáticos, aquí se corre en el sentido contrario a las agujas del reloj.
El circuito destaca por un primer sector rápido, con tres rectas consecutivas y sus fuertes frenadas (la media de velocidad es de 195 km/h mientras que la máxima es de 315 km/h), y dos sectores más lentos y revirados con curvas de baja y media velocidad y multiples cambios de dirección. Por ello es necesario un coche muy equilibrado, similar al de Japón pero con algo más de carga, estable en frenada y con gran tracción, sobre todo al final de la vuelta, donde se puede perder o ganar mucho tiempo. En cuanto a adelantamientos, los puntos más evidentes están en las primeras curvas, precisamente donde la FIA ha establecido el uso del DRS: el punto de detección estará a la salida de la primera curva y el de activación en medio de la recta entre las curvas 2 y 3.
La particular configuración del trazado hace que la puesta a punto vuelva a ser muy complicada aquí, ya que la zona más revirada requiere de mucha carga aerodinámica, pero poner demasiada perjudicaría la velocidad en las rectas.


Hay que conseguir un buen agarre en el coche para las curvas lentas del primer sector. No obstante es un tercio del trazado, con lo que la adaptación del monoplaza irá en base al resto del circuito, con otras curvas lentas y rápidas. Por otra parte, el motor no sufre en exceso ya que el 53% de la vuelta se acelera a fondo, un porcentaje que no es demasiado alto comparado con otros circuitos pero sí podrían resentirse, como ya vimos en años anteriores ya que empiezan a acabar sus vidas útiles y ya no hay propulsores nuevos para estrenar. La velocidad máxima es de 310 km/h. Además suele hacer mucho viento y la decisión sobre la relación de marchas a montar también será clave.

Los frenos no sufrirán demasiado en Corea, solo lo hacen en el primer tercio, en el resto de la pista no así que han de estar bien refrigerados para las primeras fuertes frenadas.
Si no es un circuito excesivamente duro para los monoplazas, sí lo son  para las ruedas, ya que a la superficie abrasiva de la pista y las enormes cargas laterales hay que añadir el hecho de que el trazado no ha sido utilizado desde el año pasado, lo que implica que estará bastante sucio y deslizante, aunque la trazada irá limpiándose a lo largo del fin de semana y los neumáticos tendrán una alta degradación. Pirelli ha elegido sus compuestos blandos-amarillos y superblandos-rojos, y han avisado de dos cuestiones por un lado se espera un gran número de pit stops con lo que la estrategia será fundamental  y por otro lado  hay altas probabilidades de que aparezca graining con las consiguientes bajadas de rendimiento.
En principio, las previsiones metereológicas son buenas para el fin de semana, pero ya se sabe que es una zona con mucha inestabilidad así que tal vez no lo sepamos con seguridad hasta que se apague el semáforo y eso viene mal, habrá que ir cantando y rezando para que llueva, jeje. Nos tocará de nuevo madrugar: la pole será a las 7.00 horas y la carrera a las 8.00 horas.
Esta semana no me mojo que cada vez que lo hago lo estropeo ¿seré yo el gafe? No creo pero por si acaso.