Domingo de Ramos (C)

28-3-2010 DOMINGO DE RAMOS (C)

Is. 50, 4-7; Slm. 21; Flp. 2, 6-11; Lc. 22, 14-23, 56



Homilía de audio en MP3

Queridos hermanos:

Desde el Domingo de Ramos hasta el Sábado Santo por la tarde hemos de mirar a Jesús Nazareno. En esta semana Jesús hace su camino de agonía, de pasión y de muerte. Cuando tanta gente muere y sufre, preguntamos: ¿dónde está Dios? (Hace un tiempo estuve con una familia. Su hijo se dedica por el verano a atender volun­tariamente a niños subnormales profundos o paralíticos. En uno de esos veranos cogió una enfermedad a consecuencia de esos cuidados que debía hacer y casi se muere. Estuvo varios días en la UVI. Él preguntaba: “¿Por qué me tuvo que pasar esto a mí, si yo estaba haciendo bien a los demás?”) Sí, la pregunta de este joven vale perfectamente también para Jesús: ¿Por qué tuvo que padecer y morir injustamente Jesús, si El sólo hizo el bien a los demás en todo momento?

Acompañemos a este Nazareno en su recorrido. Nosotros hoy, 2000 años después, sabemos lo que le espera:

- Cristo va a pasar por la TRISTEZA, tristeza de muerte, no por una nimiedad. Pasará por la tristeza experimentada por una persona con una sensibilidad tan profunda como Jesús tenía.

- Cristo va a pasar por el MIEDO y el TERROR. No podía controlarlo, no podía hacer nada. Era algo que se adueñaba de El. Intuía lo que le iba a suceder.

- Cristo va a pasar por el ASCO. Repugnancia espiritual a causa del mal que se acerca y toma posesión de Él. El pecado se posó sobre El y lo sobó. Repugnancia material a causa de los escupitajos, la suciedad física, la sangre reseca, el polvo mezclado con sangre, los orines, la sudoración.

- Cristo va a pasar por la AUSENCIA de Dios: 1) en Getsemaní (“Padre, que pase de mí este cáliz” [¿por qué el Padre, si es tan bueno, no ahorró tanto sufrimiento gratuito a su Hijo único?]), y 2) en la cruz (“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”).

Además, Cristo va a pasar por cinco tribunales:

- Cristo va a pasar por el TRIBUNAL DE LA ENVIDIA ante el sanedrín de fariseos y sumos sacerdotes, que veían cómo la gente del pueblo se iba con Jesús y los dejaba a ellos, pues ellos estaban vacíos y sólo querían subir a costa de la gente, mientras que el Nazareno se entregaba por entero a ellos y los amaba a ellos.

- Cristo va a pasar por el TRIBUNAL DE LA SOLEDAD, pues Pedro y los apóstoles le niegan, le traicionan, le abandonan…

- Cristo va a pasar por el TRIBUNAL DEL EGOISMO, pues Pilato no quiere comprometerse por un galileo, al que sabe inocente. No quiere involucrarse en algo que ni le va ni le viene, no sea que luego, si se mete, le salpique a él. Bastantes problemas tiene ya, como para buscarse otro más.

- Cristo va a pasar por el TRIBUNAL DE LA FRIVOLIDAD. Herodes no busca la verdad, ni siquiera martirizar o matar a Jesús. Sólo quiere que éste le divierta un rato y haga un milagro, como si fuera un mago, un malabarista o un payaso.

- Cristo va a pasar por el TRIBUNAL DE LA INGRATITUD. El pueblo al que Jesús curó, enseñó, dio de comer… prefiere liberar a Barrabás y que Jesús sea asesinado de mala manera. ¡Qué fácil resulta manipular a la gente!

En estos cinco tribunales hemos estado en algún momento; estamos ahora o estaremos en algún momento de nuestras vidas y desde estos tribunales juzgaremos a Jesús y a los demás, pero también, desde estos tribunales, hemos sido juzgados algún día, o quizás lo estamos siendo o lo seremos. Y es que el camino recorrido por Jesús en su Vía Crucis no es distinto del que recorren los seres humanos en su vida. Aprendamos de Él para cuando nos toque a nosotros.