RESPETO

  Como modesto pero asiduo practicante  del apasionante mundo del ciclismo hay muchos preconceptos que a lo largo de la vida uno ve y escucha sobre los practicantes de este deporte.
Todo surge tras la noticia del atropello de Iñaki Lejarreta no por ser más o menos conocido que otro fallecidos en las carreteras, la mayoría anónimos sino que  me hizo recordar la dimisión de Perico Delgado del Consejo Superior de Tráfico al estar en desacuerdo con la política de actuación en Tráfico con respecto a los ciclistas que, básicamente, se resume, según sus palabras, en tomar medidas que alejen las bicis de la calzada.
Reconozco que en esta viña del señor hay de todo y las  barbaridades que hacen algún que otro compañero de ruta  a veces se le pone a uno los pelos de punta pero una cosa es eso y otra bien distinta es que todos pequemos de lo mismo. 

Es lo que tenemos, muchos nos tachan de locos....la verdad es que en parte sí lo somos ya que levantarte un domingo, en mi caso en único día libre de la semana a las 7 de la mañana para hacerte cuatro horas de ruta con lo bien que se está en la cama es de locos pero tiene mandangas que todos los problemas los causamos nosotros y te fastidia. No encontramos en un país que a pesar de la gran cantidad de aficionados practicantes que se encuentra uno por la rutas no está dotado de unas infraestructuras adecuadas para su práctica y las comparaciones son malas pero si mira uno a los vecinos del barrio como son Alemania, Bélgica, Holanda con climas tremendamente adversos para su practica nos encontramos con envidiables carriles para bicicletas por todos los rincones, en las ciudades, en las carreteras y el respeto que el pueblo tiene hacía todos los practicantes es, lo dicho, envidiable. Aquí la culpa siempre las tenemos nosotros y lo digo por experiencia. Suelo moverme asiduamente por mi ciudad en bicicleta donde o bien no existen carriles y se tiene que subir uno a la acera para evitar ser atropellado y aunque haya energúmenos que no respetan a los peatones la inmensa mayoría sí lo hace pero se nos mira mal o si paseas por los pocos carriles adaptados para nosotros, parece tener un imán para los peatones, que dicho sea de paso un alcalducho muy conocido de esta bendita tierra para crearlo lo único que hizo fue pintar  una franja roja sobre la acera. Normalmente te encuentras a la gente que pasea por ellos cuando en algunas zonas el acerado consta de 5 metros para ellos, eso sí, no se te ocurra decir nada que puedes salir linchado. 

De ruta.
Lo malo de esto es que no parece haber cambios y la gente sigue muriendo en la ruta. Algunos de mis sufridos compañeros pertenecen a la benemérita y comentan que quieren introducir mayores medidas de seguridad para nosotros entre ellas el uso obligatorio, tanto de día como de noche de chalecos reflectantes y posiblemente necesidad de ponerle luces a las bicicletas que siempre estarán encendidas. Ante la propuesta  le dije yo ¿para qué coño queremos luces si cuando nos atropellan no ven al ciclista? ¿acaso van a ver las luces? En fin, parece que las cosas se hacen pero muy despacio, cada día hay más kilómetros de carriles pero sobre todo hay que concienciar a los conductores que somos el elemento más frágil cuando circulamos por carretera y que nos tengan respeto, mucho respeto y sobre todo cuidado, mucho cuidado respetando el metro y medio reglamentario y que perder 10 segundos en un  viaje bien vale una vida y eso ya nunca se recupera.