Domingo XVII del Tiempo Ordinario (A)



27-7-14                       DOMINGO XVII TIEMPO ORDINARIO (A)
Homilía en vídeo. HAY QUE PINCHAR EN EL ENLACE ANTERIOR PARA VER EL VIDEO. Homilía de audio en MP3 Queridos hermanos:
            Las homilías de este domingo y del anterior las dedicaré a explicar los ritos de la Santa Misa.

3.- Liturgia de la Eucaristía
            - Ofertorio: Se presentan pan, vino, nuestras propias vidas y personas. Nos ofrecemos nosotros y nuestras obras de la semana (mechero). El agua en el vino no es para rebajar el vino (recuerda el agua que salió del costado de Cristo junto con la sangre, y signo de participación divina. Leer oración).
            - Colecta, signo de comunión y de amor mutuo. Para atender las necesidades de la propia comunidad. Es ya una tradición muy antigua. La gente compartía lo que tenía para hacer visible la comunicación de bienes. ¿Cuánto dinero del que gano destino para los demás? Es el dinero de Dios.
            - Prefacio, es alabanza al Señor y acción de gracias. Es nuestro deber y salvación darte gracias y glorificarte. Habla de las maravillas del Señor. Y termina con el Santo, canto de alabanza recogido de los labios entusias­tas de los israelitas en Jerusalén. Hay varias formas de oración: petición, de acción de gracias (yo, para mí, conmigo), y la alabanza, que es la más sublime: el santo. Los santos hacían sobre todo oración de alabanza y cada vez más.
            - Plegaria eucarística. El sacerdote debe leer despacio las oraciones, y no a las carreras. No ruti­nariamente. Hay varias plegarias eucarísticas. La más antigua es la 2ª. ¿Cuántas misas habéis escu­chado? ¿Cuántas misas he celebrado? Una. Sólo hay una Misa, la que Jesús hizo con los apóstoles el Jueves Santo, antes de sufrir la pasión. Sólo que Cristo nos hace presentes en aquel momento, o se hace el presente junto con los apóstoles en nosotros. Cristo sólo entregó su vida, su carne, su sangre una vez. No es teatro lo que hacemos nosotros de una cosa que sucedió hace casi 2000 años. Verdaderamente somos transporta­dos a aquel momento de un modo misterioso. Vamos a seguir el modelo de la 2ª plegaria para explicar su contenido:
            * Él es fuente de santidad, no nuestro esfuerzo.
            * El Espíritu Santo por las manos del sacerdote viene para la consagra­ción.
            * El sacerdote le presta los labios, la lengua, la garganta para las palabras de la consagración. El sacerdote presta su voz y deja de ser él para ser Cristo Jesús, que es el único que puede consagrar y convertir pan en Cuerpo de Dios, y vino en Sangre de Dios.
            * "Tomad y comed", no "Tomad y ved como come el cura".
            * Cuerpo entregado, despedazado por nosotros. Sangre derramada por nosotros para el perdón de los pecados. Mel Gibson à María con el monte recogiendo sangre.
            * Haced esto en memoria mía. Ir a Misa es mandato del Señor. Por eso quien no quiere ir a Misa o la "pira", entonces reniega de este deseo de Cristo, pasa de su Palabra, pasa de su Cuerpo que nos alimenta y nos da vida, pasa de los cristianos.
            * Este es el Sacramento de nuestra fe, algo incomprensible. El resumen de nuestra fe es éste: ‘Anunciamos tu muerte’, porque realmente has muerto. ‘Proclamamos tu resurrección’, pues la muerte no puede contigo. Tú eres Dios de vivos y no Dios muerto y Dios de muertos. ‘Ven, Señor Jesús’, respuesta del cristiano.
            * Después se hacen algunas súplicas que el Espíritu Santo una a los fieles, porque muchas veces gente que comulga al mismo Cristo, y no se traga. Eso es un sacrilegio.
            * Se pide por toda la Iglesia, por los difuntos, por todos los difuntos, por los nuestros y por los que nadie se acuerda, se pide la intercesión de María, de los apóstoles, de los santos. Y se da la gran aclamación (doxología) final con estructura trinitaria (leer). Todo honor es para Dios, no podemos robarle nada de honor al Señor, y se termina con el Amen.
4.- Ritos de la Comunión
            Para comulgar se preparan los fieles con varios ritos.
            - Padre nuestro, la oración de Jesús.
            - La paz que nos es ofertada por Cristo y nosotros la com­partimos. Caso de Adolfo Suárez, que se le negó la paz. ¿Dónde estamos? ¿Qué clase de fe y de cristianismo es el nuestro? Esto está recogido en el mandato de Jesús: “Si al presentar tu ofrenda sobre el altar recuerdas que tu hermano tiene algo contra ti, deja tu ofrenda delante el altar y vete a reconciliarte con tu hermano y después vuelve a presentar tu ofrenda”(cfr. Mt 5, 23-24). Si rechazas la paz de Dios a través de otros, rechazas entonces la paz de Dios, y en vez de comulgar, tragas hostias.
            - Fracción del pan. Así se llamaba antes la Misa (Hch. 2, 42). Reproduce el gesto de Jesús al partir el pan y repartirlo entre sus discípulos (Lc. 22, 19). Partir el pan y repartirlo, signo de amor y comunión. Como una madre trocea los alimentos y los reparte entre sus hijos (pelícano). Cristo despedazado y roto. Aunque sea un trozo pequeño, comulgamos a Cristo entero.
            - Invitación a la comunión. Este es el Cordero de Dios, y contestación del centurión romano: ‘Yo no soy digno...’. Él nos hace dignos.
            - Comunión. Se comulga a Cristo entero, no un trozo, aunque sólo sea el cuerpo y no la sangre à se dejó por contagio de enfermedades.
            * 1 hora de ayuno. No la rompen ni el agua ni las medicinas. No están obligados a guardarla ni los enfermos ni quienes los atienden.
            * Comulgar con mano o en la boca. Explicar el modo. Y decisión de los fieles, no del cura.
            * ¿Cuántas veces se puede comulgar al día?
            * Comulgar en gracia de Dios.
Ritos finales
            Oración de postcomunión.
            Saludo final y bendición, también trinitaria.