Premio

Acabo de abrir el correo y un amigo (Fernando del Busto) periodista de Avilés y gran cristiano me manda esto:


Buenos días Andrés:

En mi blog (http://archipaviles.blogspot.com/), concedemos todos los años el premio San Pancracio a las bitácoras que admiramos. Este año, la tuya ha sido una de las ganadoras ex-aequo junto con otras dos. El premio consiste en la ilustración que acompaña y saber que un grupo de personas reconoce tu trabajo.

Un abrazo

F.



Domingo IV del Tiempo Ordinario (B)

29-1-2012 DOMINGO IV TIEMPO ORDINARIO (B)
Dt. 18, 15-20; Sal. 94; 1 Co. 7, 32-35; Mc. 1, 21-28
Homilía de audio en MP3
Queridos hermanos:
El evangelio de hoy nos narra una situación con la que Jesús se halló en muchas ocasiones durante los tres años de su vida pública: el encuentro con hombres poseídos por espíritus inmundos u hombres endemoniados. Los entendidos en la Biblia tienden a interpretar estos endemoniados como personas con enfermedades misteriosas como la epilepsia, la histeria, las esquizofrenia, etc. Serían muy pocos –según estos estudiosos de la Biblia- los que realmente habrían estado poseídos por Satanás, tal y como se concibe hoy dicha posesión.
- Para entender mejor el relato que hoy se nos hace en el evangelio hemos de tener la misma visión (o lo más parecida posible) a la que tenían los judíos del tiempo de Jesús sobre los enfermos y los endemoniados: 1) Estos eran hombres dejados a su suerte, estaban incapacitados para ganarse el sustento, vivían en la mendicidad y, por tanto, en la miseria y el hambre. 2) Eran abandonados por sus familias, pues para los judíos la enfermedad y la posesión diabólica era un castigo de Dios por los propios pecados. 3) Estas personas eran una carga para sus familias, que no podían atenderlos ni con medicinas ni con médicos; también eran una carga, porque gastaban los pocos recursos familiares y no producían ni aportaban nada. 4) Eran un estigma por sus pecados y porque Dios les había castigado, y ello contagiaba y avergonzaba a sus familiares. Por eso, eran expulsados en muchos casos de sus familias o ya se iban ellos solos: pensemos en el caso de los leprosos.
Los enfermos y endemoniados padecían varios sufrimientos: sus dolencias físicas que no les dejaban dormir o les incapacitaban para llevar una vida normal; el abandono de su familia y de sus amigos, y así no podían participar en las actividades normales de su aldea: trabajo, fiestas, reuniones de vecinos, peregrinaciones…; sus crisis de fe y el verse alejados de Dios, pues todo el mundo les decía y ellos habían aprendido desde muy pequeños que la enfermedad y la posesión diabólica eran signo del castigo y abandono por parte de Dios por los pecados de la persona.
En el caso propiamente dicho de los endemoniados su situación era muy lastimosa. San Marcos nos da algunos datos de ello: hablo del endemoniado de Gerasa (Mc. 5, 1ss). 1) El endemoniado “corría por los montes” en un estado de soledad total; 2) “vivía en los sepulcros” excluido del mundo de los vivos; 3) estaba “atado con grillos y cadenas” por una sociedad aterrorizada por su presencia; 4) vivía “lanzando alaridos” en su incapacidad para comunicarse con los demás; 5) “se hería con piedras” víctima de su propia violencia.
- Jesús encontraba a estas personas tirados por los caminos, a la entrada de los pueblos o de las sinagogas tratando de conmover el corazón de las gentes. La respuesta de Jesús es ésta: 1) Se para ante ellos y los escucha. Les escucha la narración de sus miserias y, si no se las dicen, él las ve por sí mismo. 2) Jesús les acoge, se conduele de su situación, les toca. Les trata como personas dolientes y no como apestados o castigados de Dios. 3) Jesús les habla, les cura y les libera de su situación.
- No obstante, hemos de ser realistas. Con la curación de Jesús no se acaba la historia, no pone ‘fin’ la película, no es el ‘colorín colorado, este cuento se ha acabado’. ¿Qué pasa después con estas personas sanadas por Jesús? En la mayoría de los casos no se nos dice nada en el evangelio de lo que pasó tras la intervención milagrosa de Jesús. En otros casos –pocos- nos dice el evangelio algo: que si el curado quería permanecer al lado de Jesús y éste le dijo que se quedara por su pueblo anunciando el Reino de Dios, que si fuera el curado a presentarse al sacerdote para que constase su curación y pudiese ser plenamente admitido en la sociedad, ya que el castigo de Dios le había sido levantado. Pero vuelvo a preguntar: ¿qué fue de aquellas gentes al volver a sus casas, a sus familias, a sus pueblos? ¿Los recibirían bien o serían considerados como un estorbo al no creer del todo en su liberación de Satanás? Algunos en la familia puede que los recibieran bien, pero otros no tanto. Recuerdo el caso de una chica que era monja y venía por su casa en algunas ocasiones y todos la recibían con gran alegría. Pero un día esta monja dejó de serlo y volvió a la casa paterna y ya no fue recibida con la misma alegría: la cuñada la veía como un estorbo, el hermano como alguien que le iba a quitar la herencia, la sobrina como la tía que le obligaría a compartir su habitación que hasta entonces era para ella sola… Digo lo mismo cuando alguien se separa en su matrimonio y ha de volver a la casa paterna: solo o con hijos, y esto crea, vamos a decir, problemas de logística en la casa. Si esto pasa en la actualidad, no es raro pensar que pudiera pasar algo parecido con los enfermos y endemoniados curados por Jesús al volver a sus casas, a los entornos y ambientes que tenían antes de su enfermedad o posesión diabólica.
Por todo ello creo que unos recibirían con gran alegría la curación de Jesús, pero otros lo verían como un fastidio para su comodidad y para sus intereses.
- Termino: ¿Qué enseñanzas podemos sacar del evangelio de hoy para nosotros?
1) Sólo Dios es el que cura y libera al hombre de modo completo: en su físico, en su psicología y en su espíritu. En Él está nuestra salud y nuestra salvación. Por eso, le pido a Jesús en mi oración que increpe a los malos espíritus que hay dentro de nosotros y que los mande callar, pues nos atormentan y no nos dejan tener paz, y también le pido a Jesús que les ordene que se marchen de nosotros.
2) Nosotros hemos de aprender de Jesús a la hora de tratar a los hombres, tanto sanos como enfermos: pararnos ante ellos y escucharlos, acogerlos y hablarles, y, en la medida de nuestras posibilidades, liberarles de su situación.
3) Ser generosos y acoger a las personas que han sido liberadas por Jesús y no pensar egoístamente en nuestros intereses y comodidades.

Confiad en Dios

15-01-12 Confiad en Dios
Ap. Jorge Pompa

No te escondas en medio del problema, acercate a Dios.

Deja de confiar en tus fuerzas y tu sabiduría, deja de intentarlo
solo, para eso esta Dios para ayudarte. Si crees y confías en él.
Dios no se cansa no importa cuantas veces, Dios lo vuelve a hacer.
Deja de pensar por Dios.

La preocupación significa: no le creo a Dios, por eso me preocupo.
No hay imposibles para Dios.

Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre, y pone
carne por su brazo, y su corazón se aparta de Jehová.  Será como la
retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien, sino que morará
en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada y deshabitada.
 Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que
su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará
de dar fruto.
 Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá? (Jeremías 17:5-9 RVR60)

17:5 Así ha dicho Jehová: Maldito el varón que confía en el hombre.

Dios nos creo para bendecirnos, pero ¿Porque aveces no somos
bendecidos? ¿Porque luchamos para ser bendecidos?

Eres maldito cuando confías mas en ti que en Dios, pensando que
podemos hacer las cosas mejores que Dios.

Cuando tienes un problema y lo quieres arregla a tu propia mano.
(familiar, economico, de pareja) y como quieres hacerlo a tu manera,
es cuando dice Dios que te conviertes en maldito por querer hacerlo a
tu manera.

Aveces oramos a Dios por algo que el no quiere darnos. Y nos queremos
adueñar desesperadamente en eso, y si lo tomamos s la fuerza se
convierte en maldición para nosotros. Dios no te va a dar algo que
destruya tu destino o tu propósito. Deja de luchar a tus fuerzas, deja
que Dios lo haga como debe ser. Deja de hacer las cosas a tu manera.

En ocasiones atribuimos los "bloqueos" al diablo, pero es Dios que
trabaja a nuestro favor pero no lo vemos así.

En el original: Maldito el hombre que confía en su propia opinión.Y
nuestra terquedad es mas fuerte y abrazamos las maldiciones.

Dios dice: si yo te he estado estorbando en tus decisiones es porque
te amo y porque no quiero que acarrees maldición, no tomes lo que yo
no quiero darte.

17:5 Y pone carne por su brazo y su corazón se aparta de Jehová.

Si eso que "tomamos" nos aparta de Dios es una maldición confirmada.
Si te separa de Dios es del diablo.

Todo lo que toco fuera de la voluntad de Dios se convertirá en maldición.

Dice David : "pacientemente espere en Jehová y el me saco del poso de
la desesperación".
El pudo hacerlo a su fuerza pero espero en Jehová.

Hay muchas personas que gastaron su salud para convertirse en ricos y
ahora que son ricos gastan sus riqueza para cuidar su salud, porque
están enfocados en su propio yo y no en Dios.

Primero busca la presencia de Dios, deja las cosas materiales.
(carros,casas,ropa).

Ismael es un hijo no deseado, Abraham y Sara tuvieron un hijo a su
manera y fueron maldecidos por obtener algo que Dios no les había dado
aun, Dios esta contigo y eso no significa que dejes de estar
maldecido, cuando Abraham se metió con Agar se maldijo, pero Dios
siguió estando con él, ¿Cual es la iglesia mas fuerte en contra del
cristianismo? La de los musulmanes que son los Ismaelitas. Tu tienes
en tu poder de engendrar maldición y bendición.

Maldición es una decisión incorrecta, tomar algo que no me
pertenece.tomar algo fuera de tu tiempo.  No todo lo que recibes es
bueno. El corazón es engañoso.  Adan tomo algo que no le pertenecía.

Mis decisiones definen si vivo en maldición o bendición.

Si me adelanto a los deseos de Dios también es una maldición, traerá
preocupación, te separara de la presencia de Dios, de traerá
turbación.

Debes esperar el tiempo de Dios, hay que ser atrevidos pero sabios.

Toda persona que te separa de Dios no es tu amigo, rompe esas
relaciones. Eso no esta bien. Ponte como un león y aferrate a la
presencia de Dios. (internet, teléfono,carro)

Dios te a a dar lo que NECESITAS no lo que tu QUIERAS.

Será como la retama en el desierto, y no verá cuando viene el bien,
sino que morará en los sequedales en el desierto, en tierra despoblada
y deshabitada. (Jeremías 17:6 RVR60)

Como vive un maldecido.
1-Apartado de Dios
2-Como una retama (un árbol no desarrollado correctamente)
3- No vera el bien(bienen y no se da cuenta)
4-Morara en las sequedades

Bendito el varón que confía en Jehová, y cuya confianza es Jehová.
Porque será como el árbol plantado junto a las aguas, que junto a la
corriente echará sus raíces, y no verá cuando viene el calor, sino que
su hoja estará verde; y en el año de sequía no se fatigará, ni dejará
de dar fruto. (Jeremías 17:7, 8 RVR60)

1-plantado en las aguas
2-echar raíces
3-No sentirá la maldición (vendrá pero no afectara)
4-Estará verde
5-No se fatigara.


Ten paciencia, espera en Dios. El bendecido espera a que le llegue.
La bendición te busca.

Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo
conocerá? (Jeremías 17:9 RVR60)

Tu corazón te engaña de vez en diario, a tomar lo que no te pertenece,
a caminar lo que no debes.

¿Como se que es de bendición?
Me va a impulsar y acercar a Dios.

No permitas que el ego te engañe, se humilde, pide disculpas.
La humildad abre puertas, el que tenga no presuma, el que sabe no presuma.
El orgulloso pierde.