ANÁLISIS GP EEUU. OCHO DE OCHO



 
¡Que me devuelvan lo que me quitaron! Yo quiero carreras emocionantes, aunque gane el mismo de siempre. Quiero estrategia, quiero intriga, quiero diferentes opciones de lucha, quiero combatividad, quiero cambios de ruedas, quiero espectáculo, quiero adelantamientos,  en definitiva, quiero disfrutar viendo la F1 y eso este año, nos la han robado. 
Bueno amigos, concluyo el soporífero Gran Premio de Estados Unidos con la mala sensación de que nos han birlado muchas horas de espectáculo. No es un lamento por las continuas victorias de Sebastian, que me parece fenomenal para él y para todos los que disfrutan de sus extraordinarias victorias, si no más bien por el cambio en la política de neumáticos de este año. Mi crítica, es un torpedo al conservadurismo que está utilizando Pirelli en los últimos años. Inicia todas las temporadas montando los compuestos que se esperan de ellos, unas gomas que hacían necesarias dos o tres paradas, que creaban divertimento a los aficionados y terminan como siempre. Ahora, qué tenemos, aburridas carreras a una sola parada que capan, y mucho las aspiraciones de lucha de la mayoría. Sinceramente, a mi no me gusta esta F1, pero chico, es lo que hay. No voy a ser crítico de nuevo con los cambios que ha conducido al dominio aplastante del alemán, ya lo he hecho muchas veces, antes incluso de que apareciera ese dominio aplastante y pienso que seguramente hubiera acabado siendo campeón de todas formas. Tarde o temprano hubieran encontrado la clave que les ha hecho invencible.
En Estados Unidos, Pirelli se ha guardado muy bien las espaldas. Utilizando una gama de compuestos demasiado duros te evitan meterte en complicaciones en un mercado que les interesa mucho y no era cuestión de que fastidiaran la fiesta con tonterías. Pero eso es un arma de doble filo. Si quieren implantar la F1 en ese país, no es la forma más adecuada para hacerlo. Acostumbrados a la Nascar y en mucha menor medida a la Indycar, donde prima la espectacularidad, tanto en lucha como en trazados, una carrera de F1 les puede parecer noña y aburrida, como nos ha parecido a la mayoría, vencedores incluidos. Las gradas estaban llenas, sí, pero no nos engañemos, de foráneos. La mayoría era latinos que habían viajado para ver las carreras y ese no creo que sea el objetivo que buscaba el abuelito Bernie.
En definitiva ¿Qué pudimos ver con todos estos ingredientes? Fácil, la carrera más aburrida de todo el campeonato, y la más sencilla de analizar. Nadie pudo con nadie, salvo contadísimas excepciones gracias a la dureza de los compuestos. El neumático blando duró casi la mitad de la carrera, y el duro, seguramente tres carreras más. Hay que retomar la rienda original. Aquel fabricante que no sea capaz de soportar las criticas sobre sus ruedas debe marcharse de la F1, pero también es necesario que todos, todos, respeten las reglas del juego y no solo cuando les convenga, y no lo digo sólo por Red Bull, lo digo también por el resto. Pirelli ha dejado caer el comentario que como sigan las críticas, harán un neumático que serán capaces de dar la vuelta al mundo. Ellos no son tontos, y para tener mala prensa siempre hay tiempo, pero no deberían  mirar solo lo malo de los demás, deben centrarse en los males propios. Su ineptitud ha sido manifiesta este año y ha servido de escusa ideal para todos los que se han visto beneficiados/perjudicados. Los ganadores dirán que no y los perdedores harán lo contrario pero año tras año han modificado su estilo inicial y en eso, todos los espectadores salimos perdiendo.
De la carrera, poco que contar, Vettel volvió a dar muestras en Austin de un dominio apabullante. Sebastian, como era de esperar entró hace leyenda  la Fórmula 1 al vencer ocho carreras consecutivas en un mismo Mundial. Destronó a uno de los hitos del automovilismo. Superó el listón de siete carreras que tenía Schumacher y ahora intentará igualar el de Ascari. El italiano había ganado 9 carreras, pero no consecutivas ya que en medio disputó las 500 Millas de Indianápolis.
No será difícil que lo iguale viendo el nivel técnico con respecto al resto, tanto en pilotaje como en la maquinaria que le ofrece su equipo, que por cierto, no todos saben aprovechar. Le queda Interlagos para igualarlo, y de camino, también alcanzará el récord de Michael de 13 victorias en una misma temporada.  El final del mundial 2013 se está convirtiendo en un espectáculo predecible y si no que se los digan a los chicos de la porra, pero sobre todo, para muchos, es aburrida. La culpa no es de Red Bull, la culpa la tienen, por un lado la incapacidad de sus rivales  y como no,  la manga ancha que tiene la FIA  al actuar en determinadas ocasiones.
Webber, a su estilo. Apretó al alemán para conseguir la pole pero éste, en un magistral tercer sector se lo arrebató. El domingo, calcado de semanas anteriores. Salida de las que hacen pena, aunque en esta ocasión tenía la escusa de partir por una zona sucia que lo era en demasía y perdió dos posiciones. Solo la insistencia le hizo salvar la papeleta y recuperar el tercer puesto final arrebatándoselo a Hamilton.
Del resto de los mortales destaco a Grosjeans que desde el anuncio de la marcha de Kimi parece otro piloto bien distinto. Este año podía haber sido el suyo. Su primera victoria hubiera sido más que factible, pero ante el poderío azul, poco o nada puede hacer más que pelearte con el segundo del equipo alado.
Pero si hay que destacar, la sorpresa de la semana ha sido un finlandés llamado Bottas.
Fue curioso ver como en el trazado de Austin parecía haber dos niveles abismales dentro de los pilotos del mismo equipo.  Si “sorprendente” era ver a Massa, Button muy retrasados cuando sus compañeros estaban delante, más aún fue ver a Bottas con un sorprendente Williams en la cabeza de la clasificación durante ciertas fase de la calificación. Tampoco nadie entendía, y muestra de ello era la cara de perplejidad de Gene en los libres, por qué los coches cambiaban tanto entre una sesión y otra si no habían tocado prácticamente nada. La culpa la tenía la dureza de los neumáticos. El duro, a temperaturas de pista relativamente bajas, cuesta mucho de calentar.  Solo los pilotos con un estilo de conducción agresivo lograba calentarlos mejor.
De Ferrari, mejor ni perder el tiempo. Se van a librar de la quema gracias al auto abandono de Kimi y poco más, salvo desastre inesperado de Mercedes. Lo único reseñable es que Alonso ya es subcampeón del mundo de manera matemática. Tras una salida mala, se vio perjudicado al salir por el lado sucio, como todos los que partieron por ese lado. Perdió la posición pero pudo terminar quinto, tras superar en boxes a  Pérez y en la pista a Niko Hulkenberg.
Los Mercedes pierden fuelle. Han perdido la velocidad que les valía a principios de año para conseguir la pole y andan renqueantes incluso para conseguir la segunda fila de salida. Los dos pilotos estuvieron sin brillo, pero el coche no destacó esta semana.   
Próxima cita, Interlago. Esperemos que llueva, por lo menos que nos divirtamos un poco ya que exhibición aparte de Vettel, lo mejor del fin de semana ha sido la bendita humedad matutina de Texas. Cómo disfruté viendo los vórtices en los coches, ¡espectaculares! Esperemos que  en Brasil no nos conformemos con tan poco, pero eso será otra historia.
PD: Necesito ayuda. ¿Un enlace para descargar los libres 3 en HD? quiero hacer un montaje con todos los vórtices y no encuentro nada con calidad. Gracias a todos, luego lo agradeceréis, jeje